Quien afirma que esta secuela es inferior a la original miente: es igual de mala que la original. Diferente, pero igualmente mala.
Mala película y mala comedia en la que ahora no se necesita la presentación de unos personajes que ya conocemos y ahora directamente se nos presenta una nueva situación que es ya de por sí bastante ridícula. La historia se mantiene con pinzas, pero el desarrollo es peor si cabe. Los personajes de Sardà y Cuesta dan bastante lástima y el personaje de Berto tampoco acaba de cuajar (aunque de lo nuevo es lo mejor).
Elejalde es una caricatura y Clara Lago (sin contar lo mal pagada que estuvo) tiene muy poco peso (es la protagonista, pero la película busca otra pareja diferente: Rovira y Elejalde). Ni Carmen Machi puede salvar una película que solo ha pretendido hacer caja (y lo ha conseguido aunque sea menos que la original).

Los numerosos chistes que hay son de un nivel lamentable. Si fueran de una película de Pajares y Esteso (pero sin tetas), darían el pego totalmente.

Ahora solo queda esperar que no hagan más películas. El chicle para entonces ya estará duro como una piedra y sin sabor. Y que conste, se pueden hacer chistes de tópicos. Se puede hacer una comedia con cierto humor de corte tirando a bajo. Pero repetir una película sin gracia y donde solo se pretende el éxito por la presencia de Rovira y Elejalde es todo un error.

El clan Nagel peroetra un algo que bebe de modas actuales (payasos) y de películas más clásicas (La matanza de Texas) y en general de un género pero copiando mal y solo las cosas malas.
¿Qué si en género de terror hay desnudos femeninos que ayudan a enganchar a cierto público adolescente? Ponemos un desnudo innecesario en los primeros minutos de película y el resto del metraje ponemos a dos potentes señoritas (no me atrevo a llamarlas actrices) que bajo el puritanismo actual de Hollywood acaban insunuando formas pero nada (no es una queja, es un hecho que es un reclamo y un tópico del género que aquí reconvierten como buena parte del cine actual del género, vean sino Land of Smiles que repite el mismo patrón).
¿Qué si el cine, en general, vive de historias y personajes? Aquí lo obviamos, ni hay historia ni hay personajes. Personaje es aquel que consigue que te metas en su piel y empatices con él o comprendas porqué actúa de una forma u otra.

Aquí no hay nada de eso. Ni de terror.

Acabo de ver el trailer de la última película de Gary Oldman donde va hipercaracterizado (es Churchill) pero pasa dos cosas: el resulta es muy natural y es una exigencia mayor del personaje.
Aquí Liam Nesson está para mi gusto demasiado caracterizado para hacer de Hannibal Smith (del gran Hannibal Smith quiero decir) y desde mi punto de vista eso lastra su personaje, pero es que en verdad ninguna de los cuatro protagonistas está a la altura de la película. Y eso que no se les pedía demasiado: la serie original vive de la nostalgia, no de la calidad y esta película acuchilla la nostalgia y no da un ápice de calidad. Si de verdad diera esa dosis mínima de calidad la película habría funcionado mejor y hubiera tenido seguro una secuela.

Pero es que en verdad nada recuerda al equipo A. Nada. Se puede aceptar actualizar el contexto y llevarla al presente (se nos cae el mito de Vietnam, vale, se acepta), pero es que no conserva nada de la serie original. Y como decía, la serie vive de la nostalgia, no de su calidad y si no puedes alimentar lo primero y tampoco das calidad... Hay veces que es conveniente tener un plan B.

¿Soy el único que cree que Tom Skerrit deseaba que saliera de cualquier esquina o pasillo un xenoformo y lo matara para no tener que acabar esta película?

Estaba entre el uno y el dos y cualquiera de las dos puntuaciones habría sido justo. Da igual calificarla de mala o muy mala, lo que importa es saber a que se enfrenta uno cuando ve una película como ésta.
No hay nada que se salve, así que solo diré algún apunte curioso. Nada de la maravillosa partitura de Goldsmith para la primera o segunda parte. Cero en efectos especiales (se juega mucho con los reflejos pero en ocasiones se ve demasiado el truco de lo mal hecho que está, como que los actores que hacen el "reflejo" muchas veces se mueven diferente que los "originales"). ¿Qué la familia ha de permanecer unida? Pues envíamos a nuestra hija pequeña fuera para no estar con ella (y así contradecimos las dos películas anteriores). No me molesto en hablar de actores de no repiten por fallecimiento o actrices que fallecen después y leyendas, de eso hay ya mucho escrito, solo diré que la película es una pérdida total de tiempo.

Llega tarde y acaba siendo un sucedáneo descafeinado de un género que dio muchas agradables sorpresas al cine español de principios de los ochenta. Y una lástima por partida doble porque el género dio muchas alegrías y porque Jose Antonio de la Loma fue el responsable de la saga de Perros Callejeros y aquí se fulminó todo el crédito ganado con anterioridad.

Sólo ver la Barcelona de la época (no como la retrata la película, sino las imágenes de la misma) y una nueva película (descafeinada) del cine quinqui justifican el visionado de la cinta. Eso sí, aunque mala (los personajes son peor que poco creíbles, en especial los policias) se deja ver. Y se olvida rápido.