Interesante episodio de sencilla composición que comienza como una propuesta casi anodina que va ganando intensidad a medida que la verdadera naturaleza de la trama se revela al espectador.
A la inicial frivolidad sucede un penetrante dramatismo de enrome viveza gracias a la pericia de un guión que sabe graduar los detalles de una historia poderosa.
Cada situación acentúa el significado de la anterior y la llena de contenido.
La labor de dirección es admirable porque consigue un efecto siempre creciente elaborado a base de sencillas pinceladas -también inesperadas- diseñadas con cuidado y buen criterio cinematográfico.
El conjunto resulta excelente.

Los perfiles de un intenso melodrama sirven a M. Kalatozov para presentar una película de carácter bélico de notable matiz visceral.
Su factura cinematográfica nos remite a modos de la vieja usanza en los que, por momentos, destellan algunos apuntes de corte surrealista que asombran al espectador por su inesperada presencia.
El desarrollo de la acción a veces resulta lento pero, en general, la historia queda bien definida en un contexto de austeridad material que también, por momentos, sorprende por la minuciosidad y el detalle de algunos aspectos del relato.
Resulta desigual en su fondo, en su forma y en su intensidad narrativa pero hay que reconocerle que va ganando interés y prestancia a medida que el metraje avanza.

Severa historia de recio contenido psicológico que desde el comienzo deja sobre la pantalla una huella de fuerte impacto.
El desarrollo de la acción resulta impecable y la graduación del argumento parece seguir el patrón de una línea ascendente obstinada y tenaz.
Alta intensidad.
Se trata de una trama escalofriante desarrollada con factura elegante y de excelente escuela en la que todo el elenco contribuye de forma sobresaliente para que el resultado final se convierta en uno de esos episodios que quedan en la memoria.
Sobrecogedora turbación que la pantalla nos ofrece en menos de veintitrés minutos.

Entretenida pirueta macabra cuyo argumento sencillo -y también un poco simple- incorpora elementos inesperados que le confieren vigor y una atmósfera viscosa y cutre de indudable atractivo.
Está realizada con corrección y la buena interpretación del elenco ayuda a subsanar los momentos de menor intensidad dramática.
A lo largo de todo el film la vertiente humorística y la pretensión tétrica pugnan en una lucha imprevisible.
E inquietante.
En eso radica el interés de una película que, por encima de todas las cosas, invita a pasar un rato agradable.
¿Agradable?

La mente posee resortes que, aunque ocultos, evidencian una fuerza enorme y a veces también un poder escalofriante.
Este episodio trata de adentrarse en ese mundo en el que los misterios anidan así que dibuja sobre la pantalla una teoría sobre la premonición.
No es de los capítulos mas impactantes e incluso parece menos cuidadoso en los detalles que entregas anteriores.
La historia posee atractivo y despierta cierta curiosidad pero el guión no ha encontrado el modo de acercar la complejidad de la trama al espectador, seguramente porque su desarrollo cinematográfico se ha ocupado más del fondo que de la forma.