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Críticas de FILMoFAN
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Críticas 90
Críticas ordenadas por utilidad
7
25 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La frase: Bambolini a Von Prum: “hay un millón más de donde vino ésta…..”

La actuación: Cuando Antony Queen está en escena siempre se lleva la actuación, lo mismo si esta arriba del depósito de agua, que si baila en la plaza, que si exagera en sus súplicas para despistar al enemigo (recordemos quien y cómo salvó los muebles en “Los cañones de Navarone”).

La escena: El pueblo callado ante las amenazas del comandante nazi, se palpa la solidaridad y el sacrificio.

El momentazo: El truco de soltar a los fascistas del pueblo engañándolos a ellos y a los alemanes a la vez para no sacrificar a ningún otro poblador.

De nuevo Stanley Kramer nos asombra con esta comedia en la que critica a la guerra mientras exalta todo el cúmulo de valores que surge de la gente sencilla cuando el destino o la necesidad los une, en este caso es el vino, la riqueza del pequeño pueblo. La película dura 2 horas y 20 pero nunca se hace larga por los magníficos escenarios al aire libre, por la espectacular puesta en escena de cientos de personas colaborando, por el guion sencillo pero fluido pero sobre todo por la presencia de grandísimos actores, una Virna Lisi siempre seductora, un Hardy Kruger, el arquetipo del alemán cuadrado pero inteligente, implacable pero dentro de los límites que su civilizado país le imponen aun en la guerra (recordémoslo en el vuelo del Fénix), un Giancarlo Giannini aun joven (ésta fue apenas su tercera película en más de 50 años en la escena) pero ya expresivo y apasionado, cuántas películas le veríamos años después ya maduro, películas italianas (“El Inocente” de Visconti) pero también extranjeras (“Un paseo por las nubes” de Alfonso Arau), o en la saga de James Bond (“Casino Royal” o “Quantum of solace”), pero sobre todos ellos una Anna Magnani magnífica y un Anthony Quinn como siempre monumental que cuando actúa en Italia es italiano a rabiar (recordemos como ejemplo solo una más de sus obras maestras en Italia: “La Strada”), su personaje en Santa Victoria es intenso, humano, fuerte, dramático, divertido, un personaje borrachin y muy sencillo pero que arrastra a un pueblo tras él a base de una sola cosa: personalidad.
FILMoFAN
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7
25 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy interesante película que no gusta a los críticos porque…. Pues no sé por qué, quizás porque no vivieron esos años 70s y 80s en los que los ordenadores eran para nosotros, jóvenes, algo fascinante que se iba creando poco a poco, un mundo en el que podíamos participar programando en basic, fortran, DOS, en el que cada pequeño avance era un enorme triunfo de la ciencia, en el que los ordenadores (y hasta las calculadoras) suscitaban pasión científica; quizás porque no vivieron esa guerra fría que fue mucho mas real de lo que la gente actual piensa (incluidos gobernantes que quieren de nuevo coquetear con la guerra); quizás porque no les gusta una película luminosa, clara, en donde dos adolescentes actúan naturalmente (libres todavía del maldito móvil que ¡aun no existía! o peor aún de los actuales estereotipos de adolescentes que actúan como si fueran adultos y tienen cuerpos absurdos e irreales)….

La frase: Extraño juego, el único movimiento que permite ganar es no jugar.

La actuación: Matthew Broderick nos ofrece una excelente actuación con ese jovencito pícaro pero inocente, experto en temas que los adultos desconocían pero a la vez vulnerable, descarado pero con ideales. Un preámbulo a ese caramelo de comedia que haría 3 años después en “El día libre de Ferris”.

La escena: Es de mucho impacto la escena en donde se da cuenta de que se ha conectado a algo gordo y trata de desconectar, de huir, de sacar la mano de la trampa donde la ha metido.

El momentazo: Cerca del final, un ambiente enloquecido donde grandes informáticos y generales corren como niños ante dos jovencitos que se comportan a la altura.

La película de John Badham de 1983 es atractiva y está muy bien hecha por muchas razones:

1. Un guion mas real de lo que pudiera parecer, los protocolos de seguridad, los silos, las puertas traseras de los grandes ordenadores, la conexión por modem telefónico, todo ello es autentico y bien logrado
2. Una fotografía y un dinamismo espléndidos, yo siempre he dicho que mis películas favoritas de terror (y esta de alguna manera lo es) se hacen en escenarios luminosos y agradables, es el fondo y nunca la forma la que debe crear una situación de estrés.
3. Dos jovencitos actuando con una naturalidad maravillosa y rodeados de un sólido elenco de consumados actores. (Davney Coleman, John Wood, Barry Corbin, entre muchos otros)
4. El deambular de David escabulléndose de quienes lo han atrapado no se basa en actos heroicos o sobrenaturales sino en la simple y natural acción de un chico inteligente.
5. La tensión de la película es real y sostenida, no pierde fuelle en ningún momento y el final plantea una solución y una moraleja espléndidas.

Así que lo siento señores críticos, la película es excelente en forma y fondo y además es divertida, por cierto la banda musical a cargo de Arthur B. Rubinstein (no confundirlo con el grandísimo pianista de nombre casi igual) es de muy buen nivel.
FILMoFAN
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9
24 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Será fácil para mi hablar de una de mis películas favoritas de todos los tiempos, clasificada como parte de la “Comedia italiana” es una película única en muchos aspectos, está sin duda ligada a todo el cine contracultural (“Easy rider”, “mirando atrás con ira”, “los 400 golpes”, etc.) pero a diferencia de sus contrapartes francesas, inglesas o norteamericanas, “Il Sorpasso” es luminosa, alegre y divertida.

La frase: Quizás no sea el momento…. ¡siempre es el momento!

La escena: Los adelantamientos en la carretera son vertiginosos y, de alguna manera morbosa, más que de peligro nos dan una sensación de libertad.

El momentazo: Están en la casa de los parientes de Roberto y Bruno le da una cátedra de vida cuando le dice “¿viste?…el primo Alfredo no es hijo del tío Michele, es hijo del administrador” (¡ah que la tía Enrica!) por otro lado a la tía Lidia le hace soltarse el pelo y pintarse los ojos, cuando se van en el coche ella se asoma a la ventana, en su mirada se nota que un minuto con Bruno ha cambiado su vida.

La actuación: Sin duda Gasmann que es un torbellino arrollador, es cínico, irresponsable, mujeriego, desdeña toda regla y lo hace fácil, fluido, como quien se come unos mariscos (que también se los come).

Es verano en Roma, de hecho es “Ferragosto” (fiesta laica del 15 de agosto donde todos corren a la playa o la montaña), en las desiertas y soleadísimas calles de Roma, aparece Vittorio Gassman haciendo de Bruno Cortona, un personaje singular que va por la vida haciendo lo que le da la real gana y a quien por supuesto le salen las cosas bien, igual si conduce como un loco, que si enamora a la mujer de su cliente, que si le gana al ping pong a su futuro yerno que es mayor que él, si se roba un cigarro, si pellizca a la cocinera, si se toma una copa, si hace un piropo, en todo momento irradia una autoconfianza desbordante que van desarmando primero y entusiasmando después a su compañero casual, Roberto (Jean Louis Trintignant) que es todo lo contrario que Bruno.

La música es estupenda con varios de esos números sesenteros que en ritmos de twist o bossa nova dieron la vuelta al mundo de mano de autores como Peppino di Capri, Riz Ortolani, Domenico Modugno y muchos otros (“Quando, quando quando”, “Guarda come dondolo”, etc.), los escenarios soberbios (playas, yates, grandes casas, bares, restaurantes), la fotografía magnífica, luz, luz y mas luz de esa Italia alegre, despreocupada que 17 años antes había perdido (¿?) la guerra y ahora despegaba tan rápido que el cine tuvo que pasar pronto del áspero, fuerte, triste, neorrealismo a la comedia italiana en la que es todo luz y alegría, y como no podía ser de otra manera, todo a bordo de un Lancia Aurelia B24 convertible (descapotable) cuyo rugido acompaña toda la película…
FILMoFAN
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9
24 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Preciosa película rusa de 1957, dirigida por Mikhail Kalatozov con Alekséi Batálov y Tatiana Samóilova como protagonistas de una trágica historia de amor rota por la guerra.

La frase: Esta es una película absolutamente visual por lo que quizás la frase la tenga que dar la cámara: el cabello de Verónika mecido por el viento en la escena junto al rio.

La escena: Casi al final donde Verónika busca a Boris entre miles de personas en la estación, es el drama de una profunda tristeza que se va creando y que además contrasta terriblemente con la euforia y la felicidad del entorno, la puesta en escena es poco menos que espectacular con miles de personas y un tren que simboliza la fuerza, el heroísmo, el sacrificio que ha significado una guerra.

El momentazo: Memorable es la escena en que él sube corriendo la escalera y durante los 4 pisos la cámara lo acompaña en un giro bellísimo y espectacular, todo un alarde técnico que en 1957 se hacía de manera mecánica y sin trucos, además es acompañado por la música de Mieczysław Weinberg (gran musico polaco judío que emigró a Rusia para salvar la vida de los nazis), música que inspira alegría pero también presagia inquietud.

La actuación: Personajes auténticos y emotivos sobresaliendo Tatiana Samoilova cuyo bello rostro sabe reflejar todos esos intensos sentimientos que el guion la obliga a vivir y que se va transformando de la juvenil alegría y entusiasmo a la sombría realidad de la vida y de la guerra.

No cabe duda que lo mejor de la película es su deslumbrante fotografía en blanco y negro de una calidad pocas veces vista, Kalatozov y Uruzevski se dan vuelo ideando las más variadas formas de filmar y consiguen una obra maestra de la fotografía que va desde lo mas simple (la forma en que el viento hace revolotear la cabellera de la gente o los planos con rostros que llenan la pantalla) hasta lo más complejo (la escena de Verónika corriendo entre los árboles es de una plasticidad difícil de igualar), también es maravillosa la escena en la que la misma Verónika corre entre multitudes, sube y baja de autobuses y pasa por los sitios más difíciles y en todo momento la cámara permanece junto a ella filmándola de cerca y en planos muy bellos, esa escena que, además de perfecta fotográficamente hablando, es de una intensidad bárbara para el guion y la historia.

En resumen, una película que no debe dejar de verse por muchas cosas, muy especialmente la actuación de Tatiana Samóilova y el impresionante trabajo de fotografía.
FILMoFAN
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8
24 de marzo de 2024
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Muy interesante película de John Frankenheimer (“El tren”, “El hombre de Alcatraz”) un director muy comprometido con el temor por la guerra que en esta obra nos plantea algo inquietante ¿un golpe de estado fascista en los EEUU? (más inquietante cuando medio siglo después toma actualidad mientras todos contemplamos a esa horda de salvajes atacando el capitolio azuzados por un expresidente populista).

La frase: “Patriotismo, lealtad y sentimiento son los EEUU”…bonitas palabras, arenga apasionada, publico enloquecido…. ¡que fácil resulta engatusarlos agitando la banderita y un poco de populismo!.

La escena: La escena del coronel “Jiggs” (Kirk Douglas) en su casa, escuchando el discurso por TV y luego dirigiéndose al teléfono encajaría de maravilla en cualquier película del cine negro.

El momentazo: De nuevo Kirk Douglas cuando su jefe el general Scott “Burt Lancaster” le dice: ¿conoce la historia de judas? Y la respuesta es “Sí, era un hombre a quien admiraba hasta que deshonró las 4 estrellas de su uniforme” (ouch).

La actuación: Posiblemente entre tanta estrella haya brillado Edmund O´Brien (ganador de un Oscar 10 años antes a esta película y cara familiar de las series de TV), el senador Clark que bebe más de lo que sería recomendable pero que es siempre leal al presidente y a la constitución.

La película es sólida por todos los costados, empieza con una excelente dirección que aprovecha muy bien el magnifico guion creado ni más ni menos que por Rod Serling (¿quién no recuerda aquellas fantásticas series de “Dimensión desconocida” o “Galería nocturna”?, si algo tenía Serling era creatividad e imaginación), buena fotografía y adecuada música de Goldsmith pero sobre todo un enorme elenco de estrellas, un Burt Lancaster que lo mismo sabe ser un juez alemán en el banquillo de los acusados (“Juicio de Nuremberg”), que ser un tortuoso militar de ideas fascistas, papeles que amplían su enorme repertorio (por lo general al lado de los buenos), un Kirk Douglas sumamente expresivo en este film (el camarógrafo se dio vuelo en los “close-ups”), una Ava Gardner poniéndole carácter a su imagen de diva seductora, un Edmund O´Brien ya mencionado o un Frederick March en el difícil papel del presidente acorralado por las circunstancias que sin embargo toma altura y pone las cosas en su lugar.

Intriga, suspenso a mas no poder con temas que, al ser factibles, resultan inquietantes para todos.
FILMoFAN
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