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Críticas de davilochi
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Críticas 273
Críticas ordenadas por utilidad
10
13 de octubre de 2009
24 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se han escrito críticas geniales sobre esta película en Filmaffinity, no es para menos, la película tiene miga para una reseña completa de varias páginas. Bravo por Kusturica que supo enfrentarse al monstruo de la guerra fratricida cuando las armas aún humeaban y el plomo estaba caliente dentro de los cuerpos, ese es el único papel que puede representar el intelectual comprometido (si es que acaso estas palabras pueden ir separadas). Cuando uno ve "Prométeme" le viene inmediatamente a la cabeza un par de frases del final de la película: "¡Es la tercera guerra mundial!", "¡No, aquí aún no hemos arreglado la Segunda!"... efectivamente, la guerra de los Balcanes es buena muestra de ello y, cuando uno ve al protagonista principal de "Underground" al mando de la artillería en la parte final de la película durante la Guerra de los Balcanes comprende lo que está ocurriendo: él cree estar arreglando viejos problemas históricos, problemas que muchos creían estar arrastrando desde tiempo inmemorial. Pero ese era el espejo donde los que se estaban matando reflejaban sus problemas. Detrás había unas personas y unos motivos muy diferentes, tras toda esa fachada: el dinero, el control del poder económico. Esa es la única causa de la guerra de Yugoslavia y queda bien reflejado en las intensas escenas finales cuando el protagonista no puede entender que alguien se esté beneficiando de una guerra y manda matar a su mejor amigo y a la mujer que tanto amó... después se da cuenta de la realidad. La cúpula del partido comunista yugoslavo, tras la muerte de Tito dejó que ciertos elementos ideológico-históricos afloraran del subsuelo y se dividió en luchas por el control del poder (¿qué si no hizo Milosevic cuando adquirió los votos en el Consejo Federal de Montenegro y Kosovo?). La política completamente corrompida, podrida fue la causa de una guerra en la que, como siempre, sufrieron los mismos. Kusturica logra un fresco genial de esta masacre y en tan sólo dos horas y media nos presenta su opinión sobre el problema balcánico. Nada de pro-serbia, a los estúpidos sólo recordarles que Yugoslavia se componía de cuatro repúblicas entre las que Serbia era una de ellas y tres provincias autónomas. Yugoslavia fue el reto de la convivencia que, por desgracia, una vez más fracasó. Una vez más, tal como cincuenta años antes, fue necesaria una completa redefinición de los territorios en forma de fronteras y lo único que consiguieron fue complicar más las clases de geografía y engordar los bolsillos de unos pocos... lo mismo de siempre.
davilochi
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9
20 de septiembre de 2011
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de leer una crítica superficial que serviría mucho mejor como sinópsis y otra que -como muchas otras en FilmAffinity- grita orgullosa a los cuatro vientos su ignorancia vamos a tratar de ir un poco más allá en una película que sin lugar a dudas lo merece. Frantisek Vlácil ya me sorprendió hasta límites insospechados con su genial “Adelheid”, una obra maestra, también el producto de una adaptación al cine de una novela de Vladimír Körner, completamente desconocido en el mundo castellanoparlante. En el caso de “El valle de las abejas” salta a la vista ese estilo inconfundible a la hora de penetrar en la psique de los protagonistas, profundamente marcado por el psicoanálisis freudiano en un momento en que éste iba a empezar a recobrar importancia en los debates intelectuales (estaban próximas las tesis de Deleuze y Guattari). Como veremos no sólo se observa en los abundantes símbolos, sino en la misma comprensión de la realidad que se pretende transmitir en clave dialéctica (por otra parte algo muy propio del cine realizado en la Europa del este durante el periodo del socialismo real).

La película se encuentra ambientada en las primeras décadas del siglo XIII, a caballo entre Bohemia y un castillo de la Orden de los Caballeros Teutónicos en algún punto de la costa Báltica. Ondzej, oriundo de las tierras centroeuropeas, es condenado por los pecados de su padre a ingresar en la Orden, donde conocerá a Armin, un hermano con verdadera vocación de cruzado y religioso que se hace cargo de la educación del joven. Las primeras escenas en que podemos verlos juntos en el mar están cargadas de homoerotismo, contenido por la atmósfera de represión imperante (el momento en que se arrodilla frente a Ondzej para que le ponga la cota de malla es muy significativo).

Y aquí es donde podemos empezar a realizar el análisis psicoanalítico del film: Armin es “el-que-aún-no-ha-acabado-de-nacer”, alguien que ha sido incapaz de crearse un yo en el sentido freudiano por su incapacidad para aceptar el mundo que le rodea (por ejemplo el hecho de que muchos cruzados fueran mercenarios en busca de fortuna) y su oposición a éste y a lo que de éste pudiera fluir dentro de sí mismo. Pronto observaremos que Armin ha construido una armadura que lo protege en su integridad físico-espiritual, de ahí que conciba el sufrimiento (la represión) como el camino hacia Dios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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9
19 de abril de 2010
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dos críticas anteriores no son sino reflejo de la más pura ignorancia, si entendemos ignorancia por desconocimiento en torno a una cuestión concreta o incapacidad para llevar a cabo una interpretación de un documento complejo. El cine de Alexandr Sokurov no es un cine fácil, su apuesta cinematográfica es muy arriesgada, por ello su nombre no trascendirá más allá de unos pocos cinéfilos curados de tópicos grandilocuentes y, por supuesto, deseosos de ver un poco más allá de lo políticamente correcto. El cine de Alexandr Sokurov, a parte de una excelencia en lo técnico supone una valiente superación de todas las barreras y convencionalismos tanto en lo político como en lo histórico. Está claro que su formación como historiador ha sido determinante en su modo de entender el cine y la interpretación de la Historia, no menos claro está el trabajo titánico que ha llevado a cabo antes de elaborar cada una de sus obras maestras: la documentación, la contrastación, la labor de síntesis (no es fácil dilucidar y decidir qué palabras se quiere poner en el Lenin de los últimos días, en esa conversación con Stalin, el objetivo es transmitir la esencia, el balance de una vida decisiva en la transformación del mundo) y, por último, el planteamiento de las escenas para dar a todo lo anterior el perfil adecuado. El trabajo de Sokurov es muy exigente, casi rayano en el perfeccionismo.

Como ya hiciera con Hitler en "Moloch" Sokurov lleva a cabo una humanización de la figura de Lenin. En el mismo comienzo vemos el nivel de degradación física al que ha llegado: tienen que ayudarle a vestirse, desnudo e indefenso ante los hombres; a bañarse; incluso a limpiarse los mocos. Para muchos de los que pasan de paso por la casa resulta sorprendente ver al líder de su Revolución en un estado de tal decrepitud, otros simplemente pasan de largo sin reparar en él. Hubo un tiempo en que para los hombres era inconcebible observar que aquellos a los que seguían a la Tierra eran vulnerables al igual que ellos (las críticas no hacen sino demostrar que para mucha gente sigue siendo así). Pero vemos como Lenin trata de mantener su autoridad y dignidad hasta el último momento, aunque sea ante el reducido círculo que lo acompaña en su exilio interior: no quiere depender de nadie, trata de conservar la entereza. "Puedo. Yo solo. Yo solo" serán algunas de las palabras más repetidas del film.

El film nos muestra el racionalismo a ultranza de Lenin, para el que todo tendría una explicación, desde los fenómenos naturales hasta las relaciones sociales (esto lo vemos en la burla que dedica a su madre por la explicación que ésta daba acerca de las tormentas: el canto de los ángeles). Pero los sueños de la razón generan monstruos. El punto vital de la película está en las reflexiones en torno al papel jugado por el propio Lenin en la historia y los debates en torno a la necesidad de la violencia como acelerador de los procesos históricos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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10
13 de abril de 2010
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástico trabajo, difícilmente superable en casi todos los sentidos. Partiendo del punto de vista estético considero que el montaje es de un gran valor, llevando a cabo experimentos poco vistos antes. Una buena fotografía y unas actuaciones que sólo pueden ser tan buenas al nacer de una gran libertad de acción dejada en manos de los actores y de una excelente dirección (por supuesto ambas cosas no son contradictorias). Entre las actuaciones quisiera destacar la de Stuart Graham, quien aparece como funcionario de prisiones. Sus modales impasibles y movimientos rutinarios, su expresión fría y su dolor contenido llegan a poner los pelos de punta en varias ocasiones. Ni que decir de la conversación entre Bobby Sands (Michael Fassbender) y un párroco católico (Liam Cunningham) con 17 minutos en el mismo plano. Este es el punto cumbre del film, donde se canaliza toda la fuerza que va ganando progresivamente y desde donde llegamos al final conocido por todos, ahí está el "quid" de la cuestión. Este es uno de los puntos donde Steve McQueen se encumbra como un genial director, interesado en ir más allá (diría en la verdad, pero ésta es algo tan relativo que sería pretencioso por mi parte utilizar semejante palabra). Es un film atrevido porque, entre otras cosas, viene a desmitificar en cierto sentido la mitologizada figura de Bobby Sands. Y es que el director se niega a hablar de justicia o injusticia, más bien habla de sentimientos, miedos* y creencias**. Desde el mismo momento de su muerte Sands consiguió lo que pretendía: convertirse en un símbolo de la lucha armada, centrar la atención pública mundial, mostrar a los británicos como sádicos intransigentes y provocar una ola inmensa de alistamientos al Ejército Republicano que insufló aire durante varios años más al movimiento.

Al mismo tiempo el director muestra una imagen de los leales al Reino Unido inflexible e inquebrantable (aunque vemos un ejemplo de debilidad). Podemos llegar a entender como en un contexto de agudos marcos de referencia la misma presión social puede empujar a los individuos a actuar de un modo impensable en condiciones normales. La película contiene fragmentos de discursos de Tatcher, quien siempre actuó de un modo firme, completamente falta de compasión, transformando las llamadas a la humanidad de Sands (busca la compasión, cómo ella dice) en odio o, cuanto menos, repugnancia promoviendo la más absoluta supraindividualidad.

La película viene a intentar aportar cierta claridad sobre un tiempo muy oscuro de la historia reciente de Europa. Los individuos que vemos en el film son deudores de unos agudos marcos de referencia firmemente asentados en la mentalidad de la sociedad norirlandesa durante largo tiempo, los procesos en los que participan parecieron imparables e inevitables, tal y como quiere mostrar Sands con su determinación. Por fortuna las cosas en Irlanda del Norte son muy diferentes hoy por hoy.
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davilochi
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7
17 de junio de 2011
24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva entrega de la serie de seís películas que Cristi Puiu planea llevar a cabo bajo la etiqueta de "Seis películas sobre los suburbios de Bucarest", un homenaje a los "Seís cuentos morales" de Eric Rohmer. En mi caso ha sido un trabajo largamente esperado, consciente de que éste es un director que tiene muchas cosas que decir. A estas alturas lo ha demostrado de sobra. "Aurora" es una película interesante que, en su fidelidad a lo que viene caracterizando al nuevo cine rumano (largos planos secuencia, escasas conversaciones y altas dosis de realismo) quizás ha quedado simplemente en eso, en un buen trabajo, que no es poco. Para alguien que sienta una mínima curiosidad por la psicología humana es innegable que la actuación de Cristi Puiu -que en esta ocasión aparece como actor principal, además de director- resulta adictiva, de tal manera que uno se aferra a la pantalla en busca de nuevos detalles de la realidad personal de ese individuo atormentado al que interpreta. Desde luego ha sido toda una sorpresa descubrir esta faceta de Puiu como intérprete, ya que, aunque para algunos pueda resultar una sorpresa tras ver su actuación, basta con buscar alguna de sus fotos en google para comprobar que sí, es capaz de sonreir. No hay duda: un papel inquietante, bordado de manera magistral hasta el punto de que se convierte en el sostén fundamental del film, de principio a fin. Salvando las distancias, hasta cierto punto me recuerda al Javier Bardem de "Biutiful", que me perdonen los groupies y fans.

La historia que Puiu nos propone es la de un hombre cualquiera, un producto típico de la sociedad contemporánea: un hombre con formación, inteligente, padre separado de dos hijas y en el paro. Hasta aquí todo normal. La única diferencia es que para Viorel, el protagonista, estos últimos sucesos han supuesto un profundo trauma frente al que a duras penas consigue salir adelante. Desde el principio constatamos que tiene una amante, seguramente separada también, y desde ese mismo comienzo nos resulta difícil entender cómo ha sido posible que un hombre profundamente atormentado haya conseguido las atenciones de una mujer tan sugerente como Clara Voda. El protagonista construido por Puiu tanto en su guión como en su interpretación resulta inquietante para la persona con más estómago: parco en palabras, amigo de la soledad, autoritario, maniático, perfeccionista, meticuloso... El espectador siempre espera ver salir de él una palabra más, algún gesto humano, una mirada impotente, cierta cercanía para con aquellos con los que se encuentra a lo largo del film; sin embargo, Cristi Puiu nos muestra a un hombre implacable, consciente de cada uno de sus actos, tanto que duda y tiembla ante lo que hace, pero lo hace; un hombre al que la vida ha llevado ante un callejón sin salida y no dudará en continuar adelante hasta darse de bruces contra la pared.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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