Magnífico y a la vez pasional western, que nos muestra con un crudo realismo como los celos pueden llegar a consumir a una persona, hasta el punto de cometer la más atroz imprudencia.
Al frente del reparto, un Glenn Ford en sus años de esplendor cinematográfico encarna el papel de Jubal, un enigmático vaquero que sólo busca un trabajo con el que sobrevivir, congeniando pronto con su benefactor Ernest Borgnine, el propietario del rancho en el que trabaja, marido de una atractiva y maliciosa mujer, (Valerie French), que junto a un notable Rod Steiger, arrastrará a ambos hombres hacia una situación límite que pondrá a prueba la amistad mantenida hasta entonces.
Junto a ellos, completan el reparto la guapa Felicia Farr, un por entonces desconocido Charles Bronson, el eterno villano Jack Elam, y Noah Beery Jr, un rostro habitual en la pequeña pantalla, (Los casos de Rockford, Colombo).
Una película sólida y bien construida que merece la pena visionar.

Siguiendo la estela marcada en los últimos años gloriosos del western, éste nos regaló algunas películas menores, aunque de buena calidad, y buena prueba de ello es este western repleto de suspense e intriga policial, ademas de acción y diversas sorpresas.
Al frente del reparto nos encontramos a un cincuentón, (aunque en muy buena forma física), Charles Bronson, ya en el ocaso de su carrera, interpretando brillantemente a un agente encubierto, que ha de desentrañar unas misteriosas muertes a bordo de un oscuro tren.
Junto a él su guapa mujer Jill Ireland pone la nota femenina en el reparto, acompañada de un buen elenco de secundarios como Ben Johnson, (Raíces profundas), el televisivo Ed Lauter, (El Equipo A, Hart y Hart), el recordado Richard Crenna, (el coronel Sam Trautman de la saga Rambo), y el también recordado Charles Durning, (el "apuesto" pretendiente de Tootsie), que ayudan a la película a mantener su nivel.
Muy entretenida y de buena calidad, totalmente recomendada para aquellos que sean aficionados al género, o para otros que quieran descubrirlo.

Notable película bélica que supuso la primera y única participación de Rock Hudson, y George Peppard, dos galanes del "Star system" Hollywoodiense de aquellos años, que ya por aquel entonces, se encontraban en horas bajas.
Hudson tenía en su haber un buen puñado de buenas películas, y contaba con el beneplácito del gran público, en su mayoría femenino, pero el paso de los años y la rápida madurez, le obligaron a refugiarse en títulos menores, aunque de cierta calidad como es esta película.
A Peppard por su parte, después del enorme éxito conseguido con la lacrimógena "Desayuno con diamantes", la fama se le había indigestado de tal manera que, incomprensiblemente, quedó relegado de ser un galán a pasar para muchos, a un actor del montón.
Aunque algo pretenciosa y en ocasiones fallida, la película se deja ver gracias también a sus logradas secuencias de acción, y a la participación de secundarios memorables como el británico Nigel Green, o Guy Stockwell.

Correcto aunque menor western dirigido por el gran John Sturges, (Los siete magníficos, El último tren de Gun Hill), donde Clint Eastwood retoma una vez más el papel de pistolero errante y rudo, enfrentado esta vez a un despiadado aristócrata que planea una brutal caza contra un provocador revolucionario llamado Luís Chama, (John Saxon).
Una buena oportunidad de ver a dos buenos actores enfrentados entre sí, Clint Eastwood y Robert Duvall.

Exitosa y muy violenta serie televisiva de los 80, que lanzó a la fama a su recordado protagonista, el guaperas Don Johnson, (quien fuera marido de la actriz Melanie Griffith), y que se mantuvo en antena durante cinco destacables temporadas.
Y es que la serie no podía ser menos popular y atractiva, debido a la gran cantidad de bellos panoramas que ofrecía para el espectador.
Soleadas playas, guapas chicas en bikini, lujosos coches, y trajes y vestidos carísimos, compensaban unos guiones repetitivos y no demasiado talentosos que unidos a una pegadiza música, y logradas secuencias de acción, atrajeron a millones de espectadores de medio mundo, logrando una fama más que considerable.
Don Johnson brilló con luz propia en esta serie, al igual que su compañero Philip Michael Thomas, pero como suele suceder a los héroes de la pequeña pantalla, éstos quedaron pronto relegados a telefilms de bajo presupuesto y películas de ínfima calidad.
En fin, así es la vida. Aunque después de todo, sus respectivos personajes, Sony Croquett y Ricardo Tubbs pasarán a la historia por ser los "polis Armani" por excelencia de los años 80.