Ultimamente Netflix nos propone películas con argumentos variados y visto desde un punto de vista cinéfilo de bajo presupuesto. Pero dan resultado. Entretienen. Son fáciles de encasillar en cosas tan coherentes y fantásticas que se pasa volando la hora y media de metraje. Los actores... algunos muy conocidos otros no tanto, pero no se ve en ningún momento falta de respeto hacia el espectador, como un buen refrán antiguo " A buen entendedor pocas palabras bastan".

A simple vista tiene algo de intriga en los primeros cinco minutos, después se convierte en un tema recurrente con poco guión y además poco solvente. Jamie Foxx ha caido en la trampa de lo simple y burdo. La película adolece de un guión con coherencia, no hay nada relevante e incluso diría que es demasiado irreal, aunque el toque sea la corrupción policial y la mafia.

La película cuenta más el desenlace final de aquellos héroes checoslovacos que hicieron lo que ningún comando puedo hacer, eliminar un alto mando nazi en plena guerra. Posiblemente la película en manos de un guión un poco más detallado en los echos y un director un poco más aderezado en las lindes de guerra podrían haber sacado una pizca más de intriga. A favor tiene todo lo demás, las puestas en escena son buenas, los combates son bastante reales, sin exageraciones balísticas y el vestuario y la transformación de la ciudad están llevadas con esmero. Los actores cumplen incluso los desconocidos. La película es buena por que sin aspavientos ni motivaciones partidistas intenta ponerte en la piel de aquellos héroes que iban a una misión imposible con lo puesto y Macgiver no aparece...

Fácil puesta en escena con un guión simple, sin muchas ataduras y mucho menos algo que te haga pensar en cosas extravagantes. Todo transcurre en la Segunda Guerra Mundial, en un corto espacio de tiempo, no nos traslada a nada en especial, es la simple historia de amor en plena guerra. Los actores en su posición natural, no son tampoco papeles que les exija mucho. Está claro que no es de la mejores de Zemeckis y mucho menos la mejor de Brad Pitt. Marion Cotillard no es a lo mejor la que hubiese sido la perfecta espía, pero como ocurre con Brad tampoco es necesario un desarrollo simpático en los papeles, es un guión simple y conciso. Sorprende un poco el final, pero la película adolece de un poquito más de espionaje...

Como viene siendo habitual desde hace ya unos años, el cine hollywoodiense nos tiene ya acostumbrado a producir películas sacadas de historias ficticias de cómic y de juegos. En Prince of Persia creo honestamente que no han faltado a los cánones del juego con sus piruetas, saltos imposibles, etc. La historia está bien enlazada, el decorado es brutal, las puestas en escena son espectaculares. Esta película no pasará a los anales de la historia como de las mejores películas, pero en honor a la verdad decir que es mala, mentira. Es un juego y no entiendo como los críticos de cine, que son de cine, la califican como mala cuando es simplemente una adaptación de un juego en la gran pantalla. Es verdad que otras han dejado mucho que desear, pero esta es una de las mejores hasta el momento.