'Mother' es uno de los mejores kdramas que he visto, y alcanza unas cotas muy altas sin repetir clichés, con un buen desarrollo y una sensibilidad maravillosa. Es un remake coreano del original que es japonés y mi regla para esto suele ser ver antes la producción original, pero en esta ocasión tuve que hacer una excepción por varios motivos.

El primero es su director, Kim Cheol-kyu, que ya venía de fascinarme con otro de mis kdramas favoritos -aunque con un espantoso episodio final- 'Flower of Evil' y otra producción notable como es 'Chicago Typewriter', ambas con gente del talento de Yoo Ah-In o Moon Chae-woon como protagonistas.

El segundo es su guionista, Jung Seo-Kyung, colaboradora habitual del gran Park Chan-wook que ha firmado trabajos de la talla de 'The Handmaiden' y 'Sympathy For Lady Vengeance'. Por lo que la adaptación iba a tener un toque especial sin duda.

Y el tercer motivo era su reparto con Lee Bo-Young, una actriz que siempre que la he visto me ha gustado mucho, y la pequeña Heo Yool que realmente hace un trabajo extraordinario. La relación y química que se crea entre ellas es realmente genial.

El resultado es excelente, con cosillas en su guion que podrían haberse mejorado pero que quedan totalmente opacadas por todas las virtudes que muestra. Es una oda a la maternidad repleta de madres de todo tipo y de relaciones materno-filiales que emocionan a cualquier espectador. Su grandeza es tan universal que sería uno de los dramas coreanos que más recomendaría para gente no iniciada en este mundillo. Se puede decir claro: dentro de los kdramas es una obra maestra a la altura de 'My Ahjussi'.

Es difícil negar que 'Beyond Evil', uno de los kdramas más aplaudidos del año, tiene sus grandes momentos pero yo me pierdo un poco en su esfuerzo constante por sorprender y sus excesos melodramáticos. Agota que sea tan descaradamente manipuladora en sus giros para "engañar" al espectador, pero entiendo que justo por esos excesos muchos la han amado. No negaré que la he disfrutado hasta cierto punto y que hay momentos que me parecen muy logrados, pero el conjunto está lejos de encandilarme. Prefiero las obras más sutiles, se puede construir una buena trama que te mantenga enganchado y tenga un buen desarrollo sin forzar el cliffhanger en cada final de episodio. Incluso se pasan tanto con la música en momentos emocionales o clave que llega a ser algo molesto. ¿Recomendable? Viendo lo que ha gustado diría claramente que sí, pero está lejos de la excelencia que se le atribuye por algunas voces. Merece también la pena por el estupendo duelo interpretativo entre Yeo Jin-goo y Shin Ha-kyun que es, sin duda, lo mejor de la serie.

Menuda sorpresa con 'Deep Blue Night' de Bae Chang-ho. Cine coreano de los 80' con esencia propia y una vitalidad y energía cautivadoras. El mito del sueño americano desde la perspectiva de dos inmigrantes coreanos en un camino de autodestrucción arrebatador, y con un final tremendo. Me hallo gratamente sorprendido porque no había encontrado nada similar a esta película dentro del cine coreano de esta época, donde otras lucen técnicamente limitadas y narrativamente anacrónicas, aquí encontramos una película diferente que retrata de forma innovadora la época, la cultura y posee un mirada audaz. Estéticamente es bastante más atractiva que sus coetáneas por lo que puedo entender que Bae se convirtiera en el director más exitoso de los 80, es definitivamente el paso adelante adecuado que el cine coreano necesitaba en ese momento. He visto otros grandes clásicos y se sienten caducos por llegar tarde y con unas influencias tardías, algo que se entiende por el propio contexto histórico de Corea pero que no justifica que haya que apreciar más las obras por ello. Sin embargo, aquí encontramos motivos de sobra para entregarnos apasionadamente a la propuesta. Incluso si los diálogos en inglés dejan que desear o pueda haber elementos bastante mejorables, esta podría ser una de mis películas coreanas favoritas anteriores al nuevo régimen democrático, y este motivo es más que suficiente para darle el cariño que se merece. Totalmente recomendada. Además intentaré indagar más en esta etapa dorada de un director que tocó la cima y posteriormente se fue apagando hasta no hacer prácticamente películas por no contar con el apoyo económico suficiente.

Pues muy bien 'Squid Game', una suerte de 'Battle Royale' al estilo 'Alice in Boderland' de la mano de Hwang Dong-hyuk (Silenced). Tiene buen pulso narrativo, bastantes giros, muertes que sorprenden y un resultado redondo en general. El reparto da la talla. Hay un par de cameos sorprendentes y, en ese reparto repleto de personajes interesantes, un grandísimo hallazgo: Jung Ho Yeon. Excelente en su rol con un personaje que se roba el show por momentos, auguro futuro para esta modelo que da el salto al mundo de la interpretación. Si tuviera que criticar algo señalaría que ese final abierto que da pie a una segunda temporada podría haberse evitado con un final cerrado, pero como ante el vicio de pedir (en este caso de hacer más temporadas) está la virtud de no dar (ignorar lo que venga después) podemos pasarlo por encima. De anunciarse otra temporada si se mantiene el director dirigiendo todos sus episodios, seguiré en el barco. En caso contrario, para mí estas casi 10 horas son más que suficientes. Muy recomendable, se disfruta y se sufre a partes iguales.

'Drive my car' es la mayor cumbre que ha alcanzado el cine de Hamaguchi hasta el momento. Una obra en la que se condensan elementos presentes en muchas de sus primeras películas, como la introducción del teatro que era el alma de 'Intimacies', la infidelidad de 'Passion' o la complejidad emocional de 'Asako I y II.

Por lo que tengo entendido, la obra se inspira en un relato de Murakami pero difiere bastante del mismo. Dentro de sus tres horas de duración podemos diferenciar claramente dos partes separadas entre sí por un salto temporal. La primera hace hincapié en plasmar la peculiar relación entre el protagonista y su mujer, con un tono sensual por momentos que le sienta muy bien. Esta parte introduce la complejidad emocional que rige su relación y que será la base para las segunda parte, que ocupa prácticamente las dos horas posteriores del metraje.

En esta segunda parte es donde se introduce por fin al personaje principal femenino, una mujer joven poco habladora y muy diligente con su trabajo con la que el protagonista conectará a través del dolor y de las cicatrices que han marcado sus vidas, creando entre sí un vínculo que conseguirá calmar y consolar el dolor que ambos arrastran de una forma muy íntima y sincera.

Hamaguchi ya había usado el coche -o el metro- en otras de sus películas como espacio íntimo para desarrollar conversaciones profundas, pero aquí está en otro nivel. Especialmente interesante el uso del propio silencio para intensificar las pocas palabras que se recitan en ciertos momentos. Hamaguchi siempre maneja esto de una manera que resulta cautivadora.

La integración de la obra de teatro es un elemento muy interesante, tanto por el carácter multilinguístico de la obra como por la forma en que exprime la posibilidad de introducir personajes secundarios que alimentan la trama principal. Los ensayos y la ejecución de la obra se llevan algunos de los mejores momentos de la película, especialmente con la mujer coreana muda que interpreta mediante el lenguaje de signos.

Todo esto hace que las 3 horas de metraje transcurran con una velocidad pasmosa, a diferencia de lo que ocurría en 'Happy Hour' donde los minutos pesaban más. Sorprendentemente, no es una película densa pero tiene un calado emocional muy profundo. El contraste entre la complejidad emocional y la sencillez con la que va poco a poco liberando ese nudo es maravillosa. El estilo de Hamaguchi, especialmente en esas conversaciones sin cortes donde los diálogos y el silencio se dan la mano, me resulta completamente arrebatador.

Es, sin duda, una de las mejores películas japonesas actuales que he visto en mucho tiempo.