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España España · TOLEDO
Críticas de MAFALDA
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Críticas 151
Críticas ordenadas por utilidad
7
15 de abril de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que la película esté narrada por Jack Harper, el héroe superior a los demás por su fuerza y coraje, con una misión definida, aunque el no sea consciente (oblivion significa olvido), no creo que haga la película tediosa, como afirman algunos críticos, sino que le confiere un halo trascendente, épico, que ayuda a empatizar al espectador con él. La añoranza que reflejan la voz y las palabras del protagonista por el pasado, acompañada de unas imágenes espectaculares (creo que los exteriores han sido rodados en Islandia), producen cierta tristeza a la vez que invitan a la esperanza.

De hecho, la importancia que el protagonista otorga a determinados objetos, en especial a los libros (la cita sobre Horacio del libro “Cantos populares de la Antigua Roma”, del poeta y político inglés Thomas Macaulay, resume el mensaje de la historia), refleja que la felicidad está al alcance de nuestras manos dado que está se encuentra en las pequeñas cosas. El cuadro de Hopper así lo rubrica.

Aunque no rechaza la tecnología si demuestra cierta reticencia hacia su uso y abuso y casi es un alegato hacia la vuelta al estado de naturaleza, representado por la rustica cabaña al lado de un lago en la cual, al depositar cuidadosamente sus Ray-Ban y la gorra de los New York Yankees, mientras suena de fondo un viejo disco de vinilo (“A Whiter Shade of Pale”, del grupo británico de rock Procol Harum, convertida en melodía de culto), transforma en hogar.

El relato del futuro postapoliptico está contado de manera acertada porque a la vez que narra el día a día del operario mecánico que se supone es Jack, inserta los retazos del pasado en los que nos va desvelando como se llegó a ese presente, tan frío, y como se avanza hacia ese futuro, en principio esperanzador, en Titán, la luna más grande de Saturno.

La película está repleta de referencias y homenajes a clásicos de la ciencia ficción. Para demostrar que el ataque que ha sufrido la tierra ha sido catastrófico, además de la Luna medio rota, se explaya en mostrarnos las ruinas de los edificios emblemáticos americanos (la Estatua de la Libertad, como en “El planeta de los simios”, el Empire State, el pentágono, el capitolio, el Puente de Brooklyn o el Yankee Studium).

Por una vez, y sin que sirva de precedente, he disfrutado con las maquinas y artilugios que aparecen porque tienen un diseño muy llamativo y elegante, algo que no es de extrañar dado que Joseph Kosinski tiene estudios de arquitectura y eso se nota, sobre todo en el diseño de la casa-plataforma en la que residen Jack y su compañera… ¡alucinante la piscina!

Fantástica la nave en la que se desplazan, sobre todo por la forma de despegar imitando el salto del ángel, un salto estirado ejecutado con la cabeza inclinada hacia atrás, la espalda un poco arqueada y manteniendo los pies juntos de manera que formen una línea recta desde las caderas hasta los dedos de los pies. Al saltar hacia arriba los brazos se extienden hacia los lados hasta la altura de los hombros, manteniéndolos así hasta que el saltador está cerca del agua, momento en el que se juntan por encima de la cabeza y las manos se ponen de forma que entren en contacto con el agua antes que el resto del cuerpo. La nave lo reproduce a la perfección.

Los Drones (yo los llamo los K-Drones por lo malos que son, je, je) son unas pelotas de ceño fruncido y bizcas, que disparan hacia todos los lados, y que, cuando no tienen ángulo de tiro suficiente, sacan a relucir su lado poligonero y se dedican a empujar a las otras naves como si de los coches de choque se tratara.

La película, sin ser una gran historia, me ha resultado entretenida y visualmente muy atractiva. Creo que merece la pena verla (y eso lo dice alguien que no es fan precisamente de este género, lo cual es de tener en cuenta ¿no?).
MAFALDA
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4
27 de diciembre de 2012
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut en la dirección de Oriol Paulo, que se anunciaba brillante, ha quedado en un simple y breve destello. El mérito lo tiene quien haya realizado el trailer de la película porque aquél promete y engancha más de lo que consigue ésta. Misterio poco, terror ninguno y entretenimiento escasito.

Un inicio prometedor, por la desaparición de la muerta, se convierte en una historia tediosa, lenta y que no termina de arrancar. La larga estancia en al instituto anatómico forense, buscando asustarnos supongo, lo que consigue es envolvernos en un sopor pegajoso del que solo sales hacia el final de la historia. Pero tampoco es que éste sea brillante, que no lo es, porque hacia la mitad intuyes quien puede estar detrás y el resto se lo saca el director de la manga puesto que no da ninguna pista a lo largo de todo el metraje. No hay piezas que encajar, las acopla a la fuerza porque él lo vale.

El caso es que las actuaciones no son malas, exceptuando a Belén Rueda que entre el botox de su inexpresivo rostro, su excesiva delgadez, que da grima, y la baja calidad de su interpretación, no pasará a la historia del cine por esta película. Ni siquiera como cadáver ya que la escena en que aparece su cuerpo es una copia descarada de Laura Palmer en “Twin Peaks”.

En fin, que me ha decepcionado bastante. ¡Menos mal que tenemos el alisado japonés de Coronado!
MAFALDA
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10
16 de febrero de 2009
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por encima de los dilemas morales que plantea esta película, destaca la historia de amor entre el adolescente y la mujer que le dobla la edad: Una relación sensual, romántica, secreta y tanto más intensa cuanto más prohibida.
Un amor en el que los dos protagonistas, buscando cosas distintas, convergen en un punto que los unirá para siempre aunque su unión física dure apenas un verano (“con ella descubrí que hay amores eternos, que duran lo que dura un corto invierno”).
El niño-hombre que despierta a los sentidos y al que una fuerza que aún no sabe interpretar le empuja hacia la mujer tan hermosa, tan terrenal, tan huidiza. La mujer, dura, orgullosa, que suple con voluntad de hierro y dedicación absoluta a su trabajo su ignorancia, y que encuentra en el adolescente una puerta para entrar en el maravilloso mundo que los libros te abren con cada línea, con página. La complacencia de él ante el interés de ella. El asombro, la admiración y la curiosidad de ella. Y como después la separación no es capaz de romper esos lazos tan fuertes que, sin ellos saberlo aun, los han unido de por vida.
Cuando se vuelven a encontrar (el como futuro abogado, ella como acusada por crímenes contra la humanidad) se abre una nueva brecha que les sigue impidiendo el acercamiento físico pero que no rompe el acercamiento emocional. Se quieren pese a las acusaciones, los reproches, la culpa, la duda y el resentimiento. Ese amor tan fuerte marca la existencia de ambos y su empeño en negarlo solo consigue unirlos más pese a ellos mismos.
El trasfondo de esta historia (tan romántica, trágica y dulce a la vez) es duro pero está presentado sin sentimentalismo lo cual es de agradecer. Analiza la culpa, la complacencia ante situaciones horribles que muchos conocían y pocos combatieron, el arrepentimiento y sobre todo la expiación: ¿Existe realmente la reinserción?; ¿existe el perdón público?, y sobre todo, ¿existe el propio perdón?. Preguntas todas muy difíciles de responder.
Por tanto, sigo quedándome con la historia de amor que tanto me conmovió, que tanto me emocionó y que me recuerda a este poema:
“Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber,
ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento.
Todo lo cambia el momento cual mago condescendiente,
nos aleja dulcemente de rencores y violencias.
Sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes.
El amor es torbellino de pureza original,
hasta el feroz animal susurra su dulce trino.
Detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros.
El amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño.
Y al malo sólo el cariño, lo vuelve puro y sincero.
De par en par la ventana, se abrió como por encanto,
entró el amor con su manto como una tibia mañana.
Al son de su bella diana, hizo brotar el jazmín,
volando cual serafín al cielo le puso aretes,
y mis años en 17, los convirtió el querubín”.
“Volver a los diecisiete” (Violeta Parra)
MAFALDA
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8
3 de julio de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"No sé como una película de coches y carreras ha podido emocionarme, pero lo ha hecho. No me gusta conducir, pero Ryan Gosling consigue que parezca algo romántico y hermoso.

No entiendo como una historia en la que unos mafiosos crueles y sin escrúpulos, empeñados en dejar a su paso un reguero de cadáveres sanguinolentos, puede resultar poética, pero lo es. ¡Pura poesía urbana! Es pausada e impetuosa, dulce y salvaje, tierna y muy dura. Me recordó a “Collateral”, de Michael Mann, por el aura de tristeza que envuelve a los personajes y que no los abandona hasta su muerte.

Hay escenas tan brutales y desgarradoras, como la de los dos personajes principales en el ascensor, que te encogen el corazón y te hacen removerte incomoda en tu butaca. Pero no se regodea en la pena, ni en el desencuentro, ni juega con falsos sentimentalismos. Al final cada uno sigue con su vida, en esa ciudad o en otra, aunque un poco más tristes y bastante más solos”.

Las palabras anteriores forman parte de mi crítica sobre “Drive”, una de mis películas favoritas, cuyo guión escribió Hossein Amini, el mismo que ahora se estrena como director con “Las dos caras de enero”.

Con su agradecimiento, en los títulos de crédito, a Anthony Minghella y Sydney Pollack se ganó mis simpatías porque supone un reconocimiento merecido a quienes mejor han adaptado una novela de Patricia Highsmith al cine: “El talento de Mr Ripley” ese personaje con tantas aristas a quien admiro y respeto.

Una atractiva y enamorada pareja norteamericana, un joven, también norteamericano, que trabaja como guía y que vive de estafar a turistas ricas, un marco incomparable, la Acrópolis griega, deseo, celos, mucho alcohol y cigarrillos, son algunos de los ingredientes de esta receta que tanto recuerda al cine con sabor clásico.

No hay carreras, ni gritos, la violencia es contenida y la extrema tensión que se alcanza se refleja en el rostro de los protagonistas y, sobre todo, en la evolución de su comportamiento según avanza la historia.

Relaciones equívocas y abiertas, dilemas morales, personajes imperfectos con numerosos claroscuros que pasan, sin ningún pudor, del sentimentalismo más blando al cinismo más descarado. Patricia, ya lo sabemos, siente debilidad por los malos. Experta espeleóloga acostumbrada a adentrarse en las cavidades más escondidas del alma humana para dejar patente que cualquiera, en circunstancias extremas, es capaz de lo mejor y de lo peor.

Gama cromática de amarillos y tonos tierra para ambientar una historia que se inicia en Atenas, discurre por Creta y finaliza en Estambul. Calor asfixiante, por la época estival, para acompañar a una atmosfera más asfixiante aún por la tensión que va entrelazando la vida de los tres personajes principales.

El universo de Patricia Highsmith magistralmente llevado a la pantalla.

Las notas de Alberto Iglesias hacen el resto.
MAFALDA
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10
16 de febrero de 2010
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
PRECIOUS



¡Por todas las chicas preciosas del mundo!. Si alguna vez alguien te hizo sentir gorda, fea o tonta aprende de ella.



Su historia supera a cualquiera: Abusos sexuales por parte de su padre; maltrato físico, verbal y psicológico regalo de su madre; burlas e insultos de sus compañeros de colegio… ¡Ese es su día a día con solo 15 años!.



A veces cree a su madre cuando le grita que solo es una mancha fea de grasa negra; a veces se convence de que todo lo que le pasa sucede porque realmente es estupida; otras piensa que le gustaría estar muerta…



Pero, pese a todo y pese a todos, tiene ilusiones y no consiguen destruir sus aspiraciones: Quiere estudiar, ser buena madre, encontrar un novio de verdad. Aunque sabe que no es guapa y que esta gorda siempre adorna su aspecto ora con un collar de plástico con cuentas de colores, ora peinándose el flequillo cada noche. Y cada vez que algo malo le sucede, lejos de dejarse abatir sueña. Y en sus sueños se libera de todo lo malo y lo feo: Hay música, luces brillantes, vestidos hermosos y un apuesto chico que la quiere tal y como es. Y mientras sueña, aunque empiezan a pasarle cosas buenas, le siguen ocurriendo cosas horribles, pero no se deja abatir.



Es una aventura por el lado más sórdido de la vida humana y a la vez una historia de superación y lucha increíble. Con una música fantástica y algunos secundarios de lujo que bordan sus papeles (¡madre mía Lenny Kravitz, con enfermeros así quien no querría ir al hospital!). Después de ver a Mo`nique, esa madre que se gana tu odio eterno desde el primer segundo que aparece en pantalla, entiendes perfectamente porque Penélope Cruz nunca ganará el Oscar como secundaria este año…¡no le llega ni a la suela de los zapatos!.



Como dijo Einstein: “La imaginación supera al conocimiento. El conocimiento es limitado, pero la imaginación moldea el mundo”. La imaginación de Precious es su tabla de salvación.



Sin lugar a dudas creo que es una de las mejores películas de este año (aunque solo estemos en febrero).
MAFALDA
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