Como les pasa a las últimas de los Coen, empiezan brillantemente y se desdibujan al final. Parece que no saben como acabarla y cualquier situación surrealista se da por buena.
Geneial Malkovich, al que tendrían que darle un oscar un año sí y otro también.

Magistral la primera parte; el tempo, el marco, el cazador cazado. Pero al último tercio pierde el gas por completo. El final no cuaja, los ingrediente son buenos pero el pastel no sube.
Falta el encuentro Bardem-Brolin, o Bardem-Lee Jones, o los tres a la vez. La cinta gira en torno a este desenlace que no se produce.
Quizás intentan la originalidad no mostrándolo pero el efecto producido es como ir primero en una carrera de fórmula uno y en la última vuelta frenar el coche sin traspasar la meta.

Tecnicamente prodigiosa, es quizás la más lograda de las digitales. Los personajes aunque tòpicos, son atractivos y ocurrentes. El montaje mantiene el ritmo sin decaer. La parte negativa se la lleva el guión, pobre para tan buen material.

Aviso para navegantes; ni lo intentéis. Es una empanada mental que no hay por donde cogerla.

Aviso a los que llegan atraídos por la sugerente banda sonora. No se corresponde con lo que te cuentan; no hay escudos antimateria, ni viajes espacio-temporales, ni puertas a otra dimensión, es simple y llanamente irte por los cerros de Úbeda y luego no encontrar el camino de vuelta.

Aviso a los que tiene un rato ocioso; es preferible optar por un documental de Paquito el chocolatero.

Aviso a los que se sienten atraídos por lo la física cuántica; tampoco tiene nada de cuántico, es simplemente una empanada mental.
Aviso a los que les gustan las emociones fuertes; os dejará helados, no transmite ninguna emoción.

Aviso a los que les gusta llevar la contraria; no hay por dónde cogerla, no podrás decir que la has entendido, o que te parece de culto o que has pillado el mensaje.
Aviso a los que simplemente no siguen las opiniones; lo que realmente te va a parecer es lo que es, una chorrada.
Aviso a los que se sienten felices; ni la veras venir.

Creo que no me dejo a nadie.

Esta película se sube al carro de las de supervivencía. Lo que muestra está ya visto por enésima vez, con lo que el guión no soprende, y lo que es peor, aburre.
Y lo malo, es que las cosas pasan porque sí. No se molestan ni en hacernos un pequeño desarrollo psicológico de los personajes, para que al menos podamos saber porque actuan de la forma en que lo hacen.
¿Enseñan a hacer guiones en la escuela de cine? Pues visto lo visto, parece que en algunas no. Parece que te hacen ir aprendido de casa, y claro, luego le toca sufrirlo al pobre infeliz que se le ocurre ver la película.