En “Escondidos en Brujas”, Martin McDonagh construye un thriller interesante en el que, a través de las dudas existenciales de los protagonistas, añade importantes dosis de humor negro y un leve matiz filosófico. Además, la película, como su nombre indica, se desarrolla en Brujas, haciendo de la ciudad una de las protagonistas de la experiencia.

Nos encontramos frente a una propuesta que se hace fuerte en su sólido guion, gracias a las interesantes conversaciones que mantienen los personajes y al desarrollo de una trama que funciona bien de principio a fin. En cuanto a las interpretaciones, las actuaciones de los protagonistas son convincentes, con Colin Farrell y Brendan Gleeson dotando a sus personajes del carisma necesario para que funcione su historia.

Quizás no sea una película para todos los paladares, ya que aquellos que esperen acción a mansalva y no disfruten de unas conversaciones trabajadas con toques de humor negro, pueden no conectar con la experiencia. Por lo demás, “Escondidos en Brujas” es una cinta muy notable que me resulta recomendable. Una película bien rodada, con una ambientación que goza de encanto y con un desarrollo interesante y divertido, lo que hace que me parezca merecido el aroma a película de culto del que se la ha ido dotando desde su estreno hasta estos momentos.

“El hombre del norte” nos presenta una experiencia cinematográfica con poderío desde un punto de vista visual, pero bastante más vacía en cuanto a contenido argumental. La nueva propuesta de Robert Eggers me ha dejado más frío de lo que esperaba. La cinta cuenta con una ambientación atractiva, lo que hace que, tanto conmigo como con otros espectadores, tuviera todas las papeletas para resultar muy disfrutable, pero a la hora de la verdad el guion no me ha enganchado, y lo que se mostraba en pantalla ha terminado por ser una sucesión de imágenes que no me decían nada en particular.

A pesar de lo que comento, me parece una película correcta, en la que destacan ciertas actuaciones como las de Alexander Skarsgård y Anya Taylor-Joy (más por su protagonismo y presencia física que por un desarrollo de personajes que no es demasiado palpable). Además, a nivel puramente audiovisual, es una producción con calidad, contando con una buena fotografía. Por lo demás, y haciendo referencia a lo que ha provocado que la cinta no termine de engancharme, nos encontramos con un guion tremendamente irregular, cargado de conveniencias, que no consigue construir en ningún momento un argumento realmente interesante, lo que hace que el espectador pueda no llegar a conectar con la supuesta épica de lo que se nos pretende contar. Además, su ritmo pausado fomenta que sintamos que la duración es excesiva para lo que se nos cuenta.

“El hombre del norte” es una película de acción y aventuras disfrutable, pero a mí no me ha convencido del todo. En ocasiones es salvaje e impactante, pero también es una experiencia fría, incluso en sus escasas escenas de acción. Una propuesta que intenta ser contundente, pero que no llega a resultarme interesante, quedando muy lejos de sus expectativas iniciales y pareciéndome pretenciosa.

Película intimista sobre lo que significa luchar con las circunstancias que nos impone la vida y aceptar los sueños frustrados, tratándose tales temas en una ambientación como la Norteamérica rural, a través de un protagonista cuya vida circula entorno a los rodeos y la doma de caballos. El resultado es completamente recomendable, tratándose de una película profunda, para aquellos que buscan en el cine algo más aparte de entretenimiento puro.

Su ritmo pausado puede hacerla no recomendable para todos los paladares, pero el desarrollo consigue ser interesante por los temas y situaciones que plantea. Destaca la actuación de Brady Jandreau en el papel protagonista, y también la fotografía, con unos paisajes cargados de belleza. Todo lo mencionado compone una cinta muy bien rodada que oscila entre el notable y el sobresaliente.

Al leer la sinopsis de “Begin Again” podemos llevarnos la idea errónea de que se trata de la típica cinta romántica con tintes de comedia que será agradable de visionar pero que no aportará nada en especial. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La película que nos ocupa combina drama, comedia y algo de romance para crear una cinta ligera y agradable que huye de los estereotipos de este tipo de historias, dejando de lado convencionalismos para ofrecer una propuesta completamente recomendable.

El argumento se sigue con interés de principio a fin y, aunque quizás cuenta con un final un poco abrupto donde todo se cierra demasiado rápido, la historia que se nos cuenta es bonita y resulta muy satisfactoria. Destacan unas actuaciones solventes, donde sobresalen en especial Keira Knightley y Mark Ruffalo, convincentes y carismáticos en sus papeles. También debo mencionar la banda sonora, que es fantástica, dentro del estilo de música de cantautor independiente que se trata en la trama.

“Begin Again” consigue no ser la típica comedia romántica a la que estamos acostumbrados, planteando una historia algo más profunda, sin dejar de lado unas buenas dosis de diversión. Una película agradable y bonita que, en conjunto, es muy notable.

Tras la “Space Jam” original, estrenada en 1996, la franquicia regresa con “Space Jam: Nuevas Leyendas”, una cinta familiar que, aunque agradable, se muestra irregular y falta del carisma que sí atesoraba la original.

La parte que mejor me funciona de la película es en la que empiezan a aparecer los Looney Tunes, generando un tramo de metraje que goza de todo el encanto, y gran parte de la diversión, que se espera al volver a ver a tales personajes dentro de su propio mundo de animación. Sin embargo, el resto de la cinta está llena de altibajos y de decisiones que no necesariamente favorecen a la experiencia. A continuación, detallo algunos puntos que no me han convencido del todo:

- La película tarda un poco en arrancar, en parte porque se le da un protagonismo inicial a los personajes de carne y hueso que lastra el ritmo de la trama. Hay demasiado énfasis promocional en lo bueno y lo importante que es Lebron James en el mundo del baloncesto, pero su discurso general, aunque no está mal, no llega a calar del todo.

- Algo similar ocurre con el villano (encarnado por Don Cheadle), que en la primera mitad de película protagoniza algunos tramos excesivamente extensos, que terminan por no aportar demasiado y añadir una cierta pesadez al ritmo de lo que se nos narra.

- El partido de baloncesto, que es una pieza clave del argumento, y ocupa gran parte del metraje de la segunda mitad de película, no funciona todo lo bien que debería. Lo que comento se debe a que el encuentro es largo, pero toman más protagonismo en él los trucos y trampas de videojuego, llenos de potenciadores y de escenas fantasiosas donde todo vale, más que el baloncesto como tal. Todo ello provoca que el espectador asista con algo de indiferencia a un partido espectacular a nivel visual, pero carente del interés y la tensión que debería generar un partido de baloncesto que además resulta tremendamente predecible.

En resumen, “Space Jam: Nuevas Leyendas” termina por ser una propuesta pasable pero mediocre. La película aporta un nivel de entretenimiento aceptable para construir una película agradable para toda la familia, pero por el camino resulta demasiado irregular y la diversión se difumina más de lo que debería. Hay demasiados factores mejorables, donde, además de lo ya mencionado, vemos que la propuesta es excesivamente larga en cuanto a duración, no resulta especialmente original a pesar de su colorida puesta en escena, e incluso le falta gran parte del carisma que atesoraba la aventura original de 1996.