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España España · Pasajero 58
Críticas de floïd blue
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Críticas 2.213
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
1
9 de octubre de 2023
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La de Walt Disney es la buena. Esta es penosa. Comprobarlo. Una cosa está clara, sólo el Señor de Nottingham (Alan Rickman), el gobernador de Juan Sin Tierra, es el que vale. Imagínense el nivel. Debo decir que Alan Rickman me encanta en Un plan perfecto, película del 2012, en el que hace un papelón, por eso le respeto. Siguiendo con el tema, aún me hago cruces tratando de entender cómo Lady Marian prefiere al guaperas de Robin de los bosques. Evidentemente está hechizada por la bruja. El Señor de Nottingham merecía salirse con la suya. Guerrero más pintado, más duro, más atractivo, más auténtico, más hombre que Robin, que es casi casi un imberbe, un modelo de pret a porter, de pose delicada y mirada afectada.

Cómo se puede ver, el Señor de Nottingham se asemeja al capitán Garfio en ideas malévolas, muy tiránico; eso sí: algo neurótico, pero por culpa de los inútiles que le rodean. Estos villanos son el alma de cualquier aventura, sin ellos no hay nada, como aquí, que no hay nada sin el malo. Robin está en Babia, en el país de los Sueños, vive con su gente en los árboles del bosque de Sherwood organizando guateques y tómbolas. Es un McGyver, maquina y crea infraestructuras como nadie para una vida más fácil. La historia se puede confundir con el cuento de Peter Pan en dibujos, pero ni mucho menos es Peter Pan. Ya quisiera. Donde tú vayas yo iré, donde tú pisas, yo pisaré. Qué gran muchacho era Peter Pan y que panoli este Robin (vaya rollo malo bañándose en bolas en la poza, al lado de la cascada, a la vista de la amada para que quede impresionada. Eso, en las películas, lo hacen las mujeres, por lo menos antaño, y el que miraba era él, el muy picarón. Hoy día ya no sé si estará permitido, habrá que preguntarlo a la ministra de Igualdad porque igual el tío va a la cárcel).

Robin además también inventa defensas en la ciénaga donde luego habitaría el bueno de Shrek. Diseña con pura estrategia para desbaratar cualquier ataque enemigo. Pero el Señor de Nottingham es mucho señor y Robin no es más que un soñador enamorado hasta que se da cuenta que al fin y al cabo, vive en una ciénaga donde pueden rodearle sin piedad y fastidiarle el día. Robin es una ametralladora disparando flechas, y tiene a su lado al sarraceno negro, el sempiterno Morgan Freeman, el Dios emérito, y al cura gordo, un virtuoso y catador oficial de las bebidas espirituosas, aún así, Robin es flojo y vulnerable. Esta es una película zafia, tonta, a veces grosera, ñoña, chapucera, infantiloide, no apta para amantes del cine, ni de aventuras asombrosas, ni para conquistadores, ni para espíritus inquietos y soñadores como el de Peter Pan. Se echa de menos a Errol Flynn, apuesto galán de los de siempre que sube enteros ante esta pantomima.

Robin y el sarraceno (Kevin y Morgan, ambos) tenían que haber ido cantando por el bosque, en marcha alegre a la cabeza de los suyos, brincando y bailando como luego aparecerían en la película de Shrek, y así podría haber sido una película maravillosa.
floïd blue
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2
3 de octubre de 2023
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este cine de autor que va de colegas, colegas curtidos, auténticos héroes americanos, es cine de esparcimiento que funciona sobre todo a nivel recaudatorio por su carácter blockbuster de amplia cobertura social. En este caso voy a reflexionar sobre esta estúpida película pero a nivel personal. Y lo voy a hacer debido a que creo que es necesario exponer determinados contrapuntos. Empezaré diciendo que por el hecho de estar protagonizada por cuatro cowboys ya mayorcitos no la convierte en absoluto en una película sobre la vejez, según entiendo. Ni mucho menos. Lo sería si se viera o quisiera expresar que un viaje a la luna representa metafóricamente las dificultades que se encuentran las personas mayores a la hora de desenvolverse en sociedad, o sea, que conseguir algo, un beneficio, una mejora, se torna inalcanzable. Esta película no trata de eso.

Y no trata de eso porque sabemos que las dos películas anteriores que había hecho el ínclito Sr Eastwood habían fracasado en taquilla y no quería volver a pinchar. Tocaba pues hacer una nueva y no fallar esta vez, entonces para ello recurrió a los clásicos héroes de casa que en una aventura imposible subirán al cielo y más allá para… por ejemplo… salvar al mundo —en especial a los EEUU, que en definitiva es el mundo—. Un valor seguro, un argumento con posibles, como los matrimonios amañados. Hasta ahí bien. Sigamos teniendo en cuenta lo siguiente: Primero, el señor Eastwood llevaba 4 años casado con Dina Ruiz, una tía 35 años más joven que él. Segundo, la película empieza viéndosele a él, en su papel de piloto retirado, en el garaje de su casa iniciando carantoñas a su mujer para el apaño ocasional. Entonces... ¡Por favor, en el 2000 no se te podía ocurrir hablar a Clint de la vejez! ¡Estaba en su segunda juventud! Estaba eufórico y presentando batalla sin descansar. Hablar de la vejez es ajeno a esta película en todos los sentidos.

Partiendo de esta aclaración y siguiendo con la sinopsis, Clint, con cuatro amigos y compañeros del alma ya más que jubilados, deberá subir a la lanzadera espacial para arreglar un satélite que él mismo diseñó y programó. Nadie más puede hacerlo... mira tú por dónde; era un satélite de hacía 40 años y sólo él puede meterle mano. Con esta premisa ya ves que todo lo que siga a continuación no serán más que chorradas inmensas. Y no puedo evitar hacer una comparación sobre esta estupidez. Supongamos que la radio que tuvo mi abuelo, una radio del año de Maricastaña heredada de su padre, se le estropeara en aquella época, entonces no le hubiera quedado otra por la misma regla de tres que llamar a la NASA para que le enviaran al mismísimo Marconi para arreglarla, porque hoy día al no existir radios tan antiguas, nadie podría arreglarla.

Por favor, insisto, no le hables de vejez a Clint porque con estos guiones de su cosecha demuestra que estaba en la flor de la vida. ¡Destilaba imaginación por todos los poros de su piel! La película se basa en ese argumento y no tiene más, no es simpática, no tiene intriga, ni emoción, ni se hace entrañable en nada. Al revés, William Devane masticando chicle todo el rato me estaba poniendo nervioso.

Sigue la sinopsis, por ahondar un poco más en el tema, diciendo que el satélite es ruso. Error. Era el satélite de Clint que resulta que se lo habían apropiado los rusos en plan okupa. Yo me pregunto, si los mismos rusos se habían hecho con él porque tenían las instrucciones, ¿por qué tenía que ir Clint con sus colegas a arreglarlo? Pues para molar y tirarse el rollo ante el respetable, ni más ni menos. Siento ponerme así con dicho personaje, pero ha sido alguna alabanza hacia la película que he leído por ahí que me ha sentado mal en las tripas y por eso no puedo más que afirmar que esta película es una auténtica imbecilidad, la mires como la mires. Tal vez si hubiera ido con ellos Jerry Lewis habría quedado más lógica.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
floïd blue
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6
29 de septiembre de 2023
19 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que es malucha la película pero no se puede actuar en contra suya. El guion a la hora de hacer chistes no son más que clichés y según avanza un paso más la introducción, más se hunde en el barro. El caso es que logra dar el siguiente y seguir para adelante. Cuando el espectador ve que esta gente vuelve a reunirse para otra misión, supone que estarán más cascados, que perderán algo de originalidad, que unos se habrán ido y otros se incorporarán al equipo, pero lo que espera es que aún así la franquicia se mantenga a flote. Se olerá también que con esta 4ª parte estarán llegando ya al término de sus vidas activas y que, por tanto, el colofón tendrá que ser digno al menos, pero no es así, con lo presentado no ha habido una superación.

Hay que ser muy fan de esta gente para no condenarla como un auténtico bodrio. Jason Statham es un actor que en lo suyo siempre da el cien por cien así que se le aprecia. Sylvester ha sido un fantasmón en sus personajes, y bastante chuleta (que lo hace bien), así se le conoce y se le reconoce con que ahora no le vamos a traicionar. Lo malo es cuando empiezas a comprobar que todas estas películas, ya sean del género policíaco con unidades especiales, de misiones imposibles, bélicas, de artes marciales con chinos graciosos, de mafias con controles atómicos, incluso de las peores de Steven Seagal (de un género inclasificable lleno de mezcolanzas), pues lo peor es cuando pierden sus señas de identidad y te das cuenta con toda la pena del corazón, que se parecen las unas a las otras en la acción como si estuvieran calcadas.

Tiro, a cubierto, tiro, machetazo, tiro, tanda de enemigos eliminados, otra tanda y así todo en un lío tal que quitando a nuestros queridos amigos (y el siempre Reserva de Último Recurso como actor: el gran Andy García), adviertes finalmente con ese gran pesar señalado, que la rubia oriental de la peineta no sabes a qué ha venido, que Megan Fox es clavada a Pilar Rubio y temes que aparezca Sergio Ramos por la esquina con los niños, que Dolph Lundgren tiene un estropajo en la cabeza como melenita y apenas ha participado, y que si son capaces de que... (lo pongo en el spoiler porque es fortísima la secuencia)... Pues... apaga vámonos. El caso es que... por los méritos adquiridos en sus historiales... Por las ganas... Y por lo viejos tiempos... No puedo suspenderlos.
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floïd blue
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5
26 de septiembre de 2023
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
William Holden, excelente y muy querido actor, demuestra aquí cómo gracias a un tratamiento realizado por un buen psicoanalista, justo a tiempo, en esa temprana edad laboral, se puede enderezar la vida por el buen camino. Mal iba el pobre Holden escapando de las garras de la policía y del alcaide carcelero tras su errática vida de ladrón y asesino. Pero le llega la ocasión del tratamiento justo al encerrarse en la casa de Lee J Cobb, un tipo serio y con aspecto de sabueso; nada menos que psiquiatra y profesor.

El drama está servido y de ahí no sales. Tiene su punto álgido, el menos álgido y otros regulares, pero lo malo es que Lee J Cobb le mete una cháchara al pobre Holden de agárrate y no te menees. Holden, todo excitado por la huida e ir con la novieta y los colegas en plan matón, no se da cuenta dónde ha ido a parar.

Como hay gente para todo, alguno se creerá eso de las buenas palabras de un profesional para convencer al descarriado. Yo no me lo creo pero Lee J Cobb con esa presencia, dice que es así, y como sabe más que yo, me callo. Para mí me digo en silencio que el que nace cochino muere marrano y ya está.
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floïd blue
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8
26 de septiembre de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gene Barry protagonizó tres series; dos de ellas con conexiones. La primera ésta, El agente Burke, durante los 60, y en los 90, el remake: El detective millonario. Entremedias, en los 70, hizo El aventurero, a base de episodios de cariz desenfadado de media hora. El agente Burke es una serie policiaca en la que aparece como el capitán de Homicidios con el detalle que es un policía millonario. Todos lo saben e incluso explican que en vez de dedicarse a la vida contemplativa e ir soltando cuartos sin duelo alguno, prefiere seguir trabajando en su profesión porque es lo único que sabe hacer. Eso sí, en vez de ir en coche patrulla va en su Rolls con chófer, tirándose el rollo; como aquel famoso investigador: Banacek; aunque Banacek tiraba más a la serie mencionada El aventurero.

La serie del agente Burke presenta casos de asesinatos con un excelente plantel y un buen montaje. Luego vendrían series del estilo en los que los protagonistas iban más en plan duro: Kojak, Las calles de San Francisco, etc. Cada episodio de esta dinámica serie era un caso que terminaba resuelto. Víctima, sospechosos, y entre ellos, el asesino. Y el agente Burke, con la serenidad que infundía ese actor, era el potente hilo conductor de la corriente alterna hasta que se hacía la luz y caía la pieza.
floïd blue
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