Me revienta que nos engañen. Live-action dicen.... mentira podrida. Este remake de El Rey León es, nuevamente de animación, pero con las técnicas digitales y fondos live-action. Para que me entiendan los que dicen que está hecha con animales reales en vez de dibujos: estos animales también son animados, más falsos que carracuca pero con la tecnología actual, que permite que parezcan reales. Como los dinosaurios del parque jurásico, vamos, esos que sabemos que no existen, pero lo parece.

Por lo demás, este remake es vergonzante. Un plano a plano contínuo, donde cuando se introduce una nueva escena o un nuevo elemento es para ir a peor y con la única idea de llegar a las dos horas, en un añadido de 30 minutos que sólo ralentiza la acción y aburre a las ovejas.

En suma, absolutamente hecha por el vil metal, todos los logros de la original aquí son fotocopiadas sin piedad. No, este no es un remake "libre" como el de "Dumbo", gustase más o menos. Este remake es una copia descarada, plano a plano, al estilo Gus Van Sant en "Psicosis" o Haneke en "Funny Games". Y como en aquellos dos experimentos, aquí salimos con la cara de tonto de haber visto lo mismo, pero sin la magia del original.

Esperen a que esté en plataformas digitales. No merece la pena más.

Tras un más que correcto "Con la pata quebrada", Diego Galán volvió por sus fueros y pretendió hacer una secuela, centrándose esta vez en el hombre. Me apetecía la idea de verlo, sin duda. Pero precisamente porque me vendían que iba a analizarse la visión que el cine español dio del varón, no por otra cosa.
Y lo que se ve, es otra cosa. Lo del varón de vez en cuando lo repescan, a lo largo de los 90 minutos de metraje, pero en realidad se centran en la historia de España en el siglo XX. Que si la guerra, que si el franquismo, que si la carestía, que si la llegada del mercado de consumo, que si la llegada de la democracia, que si el primer divorcio, que si la mili y los objetores de conciencia, que si el movimiento LGTB...… eso no es hablar del hombre, es hablar de cualquier cosa menos del hombre. Es una especie de historia global de la España del siglo XX. Y no especialmente afortunada.
Además, la voz de Carmen Machi muy bien, pero los textos paupérrimos.

Lo siento por el difunto Diego Galán. Mereció despedirse con su película anterior.

Veo la serie en Prime Video y me pregunto qué es, así que le doy al primer capítulo. Sorpresa al ver que es de los zafios creadores de La que se avecina, y más sorpresa todavía al ver que esta serie no tiene nada que ver con la otra, salvo lo coral de la propuesta.
Esta es una serie blanca, que parece casi de Antena3, una especie de "Allí Abajo" rural. Y aunque quieren, no pueden. No consiguen la sonrisa que uno debería echarse con ella.
Los paletos están muy caricaturizados. Demasiado. Los urbanitas muy etiquetados. Demasiado. Pocas ideas y mucha fórmula. Y claro, la serie, al tercer capítulo, la dejas como ha sido el caso en mi casa.

Millán está para matarlo. Quizá Ingrid Rubio se salva. Lo de Areces empieza a ser ya "hacer de Areces".

La película contiene un gran número de testimonios realmente interesantes sobre el perdón, desde lo mayor, -genocidas y terroristas perdonados por sus víctimas- hasta lo menor -el cornudo que perdona a su mujer y no le importa que lo abandonase en su momento, perdonándola-.
Pero es absolutamente insatisfactoria por dos razones:
1. una cosa es que nos hablen de la fuerza del perdón, que nos la ilustren con ejemplos reales, que hagan hincapié en lo benéfico para el espíritu que es el perdón..... y otra que la vinculen a ir a misa, a rezar el rosario, etc, etc. El perdón puede concederse como signo de inteligencia y civilización, sin necesidad de que medien creencias autoimpuestas o no.
2. El nexo de unión entre las distintas historias y entrevistas es el supuesto rodaje de una penosa película -lo único que es ficción y ha habido que currarse realmente- que está mal se mire como se mire: pésimamente interpretado (leñe.. lo del frutero es como para echar la papa), pésimamente rodado, pésimamente montado, pésimamente fotografiado.... en fin. UNA PENA.

Lo que son las cosas. Esta película se estrenó con cierto éxito en Italia, no abrumador, pero sí importante. Y a los pocos meses, surgió en las carteleras "BIG", con Tom Hanks, que es básicamente la misma película.
¿Coincidencia? Posiblemente, porque parece improbable que los americanos pudiesen hacer una copia de la película italiana en tan poco tiempo, pero no deja de resultar curiosísimo que así fuese.

En todo caso, CUANDO FUI MAYOR es una comedia muy divertida, con un buen Renato Pozzetto que brilla en sus primeros momentos como niño convertido en adulto y luego se adocena en el papel. Todo lo que rodea la película es más verosímil que BIG, las cosas como son, pero también menos elegante.

Una película que hay que ver, porque nos revela mucho sobre la mercadotecnia del cine.