Cuando hay una buena película de aventuras, de buenos y malos bien señalados, para evitarme ese trabajo que es tener que pensar, procuro disfrutarlas rápido. Reconozco que he pasado un buen rato con esta última de la serie, dentro de ese ambiente de tristeza por la despedida que se respira en gran parte del metraje.
Tiene el ritmo, los efectos especiales y la estructura habitual de la serie, con un buen trabajo de actores ya conocidos y la aparición corta pero impactante de Ana de Armas, que no desentona en absoluto.
No creo que abandonen esta mina de oro que significa 007. Muchos necesitamos desenchufar de vez en cuando con este tipo de cine. Es obvio que hay que cambiar estilos y mensajes casposos, porque la sociedad ha cambiado desde el origen de la serie. pero con un par de buenos o buenas guionistas las pequeñas dificultades serán superadas.

Espectacular serie sin concesiones, violenta, brutal a veces, que no deja un momento tranquilidad. Recuperamos al director Urbizu, autor de parte de los mejores thrilers hispanos, en toda su dimensión, sin dejarse nada en el tintero.
Dos temporadas distintas, que interesa ver por su orden, con una trama bien llevada y unos actores en su buena línea habitual.
Ningún problema si se le ocurre hacer una tercera. Un acierto de Movistar.

Preciosa dura y descarnada película japonesa, donde una familia imposible muestra la realidad de un país donde tampoco se permite el fracaso y la marginalidad.

No hay concesiones, no hay belleza en un film que retrata el fracaso. Solo la encontraremos en las relaciones entre personas que aun viviendo en la miseria más absoluta, deciden repartir lo poco que tienen, apoyarse frente a una sociedad que no les dará ninguna oportunidad.

O tal vez sí.

Parte de una idea curiosa y su desarrollo es bastante loco. Relata a una familia mafiosa un tanto particular, con trazos satíricos de comedia negra. Me ha enganchado y al ser corta la he seguido con interés, aunque haya veces que hay que tener imaginación para aceptar sus soluciones descabelladas.
La protagonista ha sido un descubrimiento para mí, y asume el papel de hija de mafioso con credibilidad. Los secundarios consiguen un producto estimable y recomendable de ver y disfrutar. Solo me preocupa la normalidad con que tomamos la violencia, y la posible desdramatización de algo tan peligroso como la Mafia.

Se supone que es la última película de un maestro llamado Robert Redford, y con todos los respetos no está a la altura del personaje a homenajear. Me ha parecido lenta y previsible, e incluso en algunos momentos no sé si el propio actor se la llega a creer.
Y eso que está bien acompañado y el resto del elenco está a buen nivel, pero no hay que meterse en google para saber qué le pasará al buen señor a partir de la mitad de la película, ni cual será el final de la misma.