Jane Campion nos lleva de nuevo al mundo medieval, de los grandes vestidos con encajes exuberantes, porcelana lujosa, lenguaje poético, etc. todo lo que usualmente puede haber en estas películas, para mostrarnos una historia ya contada, pero con un tratamiento muy irregular y sin la pasión que se requiere para este género.
El film inicia, con un ritmo lento, lo que auguraba que se trataba de una entrada a una película espectacular, Abbie Cornish siempre con su toque especial para darle ese glamour, elegancia y encanto de su personaje, pero siguiendo con su metraje pasa de tener un ritmo lento atrayente a ser monótona sin objetivo, la historia de “amor” que se forja entre John Kets y Fanny es más un conjunto de situaciones apagadas, sin vida, con un desinterés total.
Lo que debió ser (y además lo que prometía), un romance mágico para el recuerdo eterno, y lo que ha salido es una serie de eventos forzados para crear un ambiente ¿romántico?, que termina por cansar al espectador.
Dista años luz a películas inolvidables de esta realizadora como El Piano (su máximo logro), film que adoro, pero aquí no ha logrado captar la esencia de la historia, dejándose llevar por banalidades que no vienen al caso. Lo que sucede es que este tipo de films están hechos para agradar a la mayoría, incluso hasta para colocar situaciones de melodramáticas a melosas, hasta llegar a lo cursi y los clichés típicos, no digo que necesitara estos recursos baratos para ser mejor, pero de haberlos usado me habría parecido menos tediosa de lo que es.
Las actuaciones por lo menos algunas si son magnificas, Abbie Cornish, tiene un papel muy elegante, decisivo, atrayente, a cada momento levanta la película con su carisma y belleza, Ben Whishaw no me ha convencido del todo, creo que se ha quedado al margen de su personaje no expresa nada, se supone que su papel debe transmitir poesía y no lo consigue, y la mejor interpretación sin duda es la de Paul Schneider, creando un personaje muy fuerte, convincente, cómico en ocasiones.
No puedo dejar de alabar la destreza artística de la película, con un vestuario espectacular, que ante la obvia perdida completa de sus personajes por la actitud casi somnífera del guión, se convierte en el verdadero protagonista de la historia, su dirección artística igualmente muy bien cuidada, además de poseer una estupenda fotografía, su banda sonora tampoco me ha convencido del todo, a pesar de tener ciertas melodías muy bellas.
En fin una estrella que no brilla, apagada completamente.
Lo mejor: el vestuario, la fotografía, Abbie Cornish, Paul Schneider,
Lo Peor. La tediosa progresión de la trama, Ben Whishaw, Jane Campion no es la misma que en El Piano.
Nota 5 /10

Maravilloso y emocionante melodrama romántico basado en la historia de un arquitecto vanguardista cuya obra no es reconocida como es debido a causa de la corrupción que rodea el mundo de la arquitectura. Lo que mas se puede destacar de esta cinta es que emociona como pocas; contiene tantos sentimientos contenidos en su argumento que llega al límite de extasiar al espectador, así somos testigos de la sensación de impotencia ante la injusticia cometida contra el verdadero arte, por culpa de la peste mafiosa que cubre la verdad utilizando recursos tan poderosos como la prensa y la opinión pública, para justificar sus fines. Un "David" se enfrenta ante un "Goliat" invencible, y en medio de todo este asunto, un melodrama apasionante cargado de romance, descrito con la buena sazón del Hollywood clásico que tanto adoramos los cinéfilos. Gary Cooper está inmenso al igual que Patricia Neal.
Obra maestra clásica incuestionable.

Comedia adolescente de culto tan ochentera e innovadora como se les permita decir a los que vivieron en esa época. Un sábado común y corriente en un salón de detención escolar reúne a cada pilar de la estructura colegiala americana media, el nerd, la princesa popular, la friki irresponsable, el deportista y el delincuente, expuestos en un solo ambiente donde toda concepción social desaparecerá ante un mismo propósito. No es la típica comedia americana de adolescentes hot y final feliz, a pesar de que en un principio probablemente fue creada con ese fin, aquí hay mas contexto social, hay mas critica de la que se podría pensar, es un verdadero estudio de los estereotipos escolares y su catarsis tras un evento común; pese a todo esto a "El Club de los Cinco" le falta ese plus para jactarse de ser única y una comedia perfecta, porque es verdad que entretiene y posee momentos espectaculares, también nos deja la sensación de que podría haber dado más de si, pero en general es una buena comedia americana muy por encima de la media de este género que actualmente esta pisoteado por un montón de basura. Interpretaciones acertadas, destacando a Judd Nelson y Ally Sheddy.

De verdad que estos tres monos son las personalidades más frías que he visto en mi vida, bien lo determina Nuri Bilge Ceylan: “ni expresan nada, viven sus vidas al correr del viento, todo en sus vidas va pasando lentamente", pero tan lentamente que me ha llegado el aburrimiento en la mitad y la he dejado de ver, luego al terminarla de ver me he quedado en las mismas, cuando parecía que por fin se elevaba, otro plano largo de la siguiente escena la volvía a hacerla caer.
De este tipo de cine minimalista he visto muchísimas obras maestras, películas que están entre mis favoritas, pero el riesgo que se corre al realizar películas así es que puedan gustar demasiado (si se logra la conexión total con la historia), o caer en el aburrimiento, pues este film ha terminado al revés.
Bilge Ceylan cincela sus personajes como si fuera una pintura de oleo, se nota el arte de la realización de los cuadros, pero es igual que estar viendo esa misma perfecta pintura por casi dos horas, no se mueve, no hacen nada, nada, nada, nada, nada, eso es lo que es: una pieza de arte estática, tratar de verla por dos horas seguidas puede llegar a cansar mucho.
En realidad hay momentos muy buenos e impactantes (las escenas del hermano muerto son espectaculares) pero son tan pocos que no logran levantar el film, el cual se queda estático, y esas dos horas se hacen una eternidad.
En realidad entiendo el realismo que quiso colocarle Bilge Ceylan a esta película, pero lo que no comprendo es porque darle un tratamiento tan frio... es decir, escenas más crudas le hubieran dado más impacto al metraje y así sacar de la pesadez a cualquiera, porque repito, el argumento es fascinante, y en el desarrollo del guión también es comprensible el objetivo de Bilge Ceylan, pero su frio tratamiento no me ha gustado.
Bueno, eso sí, la fotografía es espectacular, ese tono amarillo pastel que inunda el film se hace grandioso, las actuaciones son buenas pero destaco la grandísima interpretación de Hatice Aslan.
Nota: 5/10

Por ser una Obra Maestra absoluta de aquellas que no permiten ser cuestionadas, Clint Eastwood nos introduce en esta historia inolvidable llena de todo tipo de emociones y sentimientos, los cuales se hacen presentes hasta en el más mínimo detalle de su magnífica realización.
Por ser la última indiscutible merecedora del Oscar a Mejor Película, demostrando así que es una de las películas más importantes de la década y de la historia.
Por conectarse con el espectador en un nivel sobrehumano, además de introducirnos dentro de sus hermosos planos gracias a una magistral labor de dirección del Maestro Clint Eastwood, uno de los mejores directores de la historia del cine. Un vacio crudo inunda su metraje por la intima y cruda relación entre sus personajes, pero luego es llenado completamente por la sobriedad de su guion, que consigue momentos sobrecogedores tan impactantes que ninguna película hasta ahora ha logrado transmitir.
Por crear un ambiente desolador en su historia y exprimir hasta el punto de sofocación todas las cualidades perfectas de esta obra maestra, por ser un golpe seco al alma humana y penetrar en lo más profundo de los sentimientos y sufrimientos de sus personajes, y conseguir uno de los finales más impactantes y bellos de la historia del cine.
Por tener sublimes actuaciones que rozan la maestría a cada momento, Por Hilary Swank cuyo papel se siente hasta lo más profundo del ser y nos regala miles de emociones en tan solo un segundo del metraje. Por Clint Eastwood, como actor logra con solvencia una interpretación dura y cruda a cada momento, Por Morgan Freeman que además de realizar la mejor interpretación de su carrera lleva consigo el toque dramático único que le da al film ese sentido especial.
Por tener una excelente banda sonora que se acopla perfectamente a las bellas imágenes que van sucediendo en el transcurso del metraje
Clásico instantáneo absoluto; “Obra Maestra” es poco para describir esta belleza que quedará en el recuerdo eterno de todo espectador que tenga el privilegio de visionarla.