Hay veces que uno acude al cine a ver una película y se lleva una sorpresa ya sea para bien o para mal. Son muchos los factores que influyen previamente antes de degustar la cinta en cuestión (tráiler, sinopsis, precríticas, críticas, altas o bajas expectativas, etc.) Como dije anteriormente, hay veces que te llevas una sorpresa y otras veces no. Otras veces presencias más o menos lo que tenías en mente. Pues bien, “El invitado” es una de esas veces en las que te diría que he visto casi con exactitud milimétrica lo que tenía pensado de antemano.

De entrada, os digo que el filme que nos atañe es un thriller de espionaje y acción que bebe bastante de la saga Bourne. En mi opinión, cuenta con varios puntos a su favor: la intriga de los minutos iniciales es muy buena, tiene a Denzel haciendo un papel que le viene como anillo al dedo (para mí es el mejor de todo el reparto), posee un ritmo narrativo muy alto con muchísima acción, tiroteos y peleas atractivas y, por último, su guión es correcto, serio y entendible.

Hasta aquí os he hablado de las cosas a favor, pero ahora toca mencionar las pegas. En su contra hay que señalar que a mitad de película la trama deja de interesarte porque ya se sabe más o menos todo e intuyes como va a terminar la cosa. El metraje tampoco ayuda, ya que es un poco largo para mi gusto. Y he dejado para el final a la puñetera cámara temblorosa que está presente en muchas escenas de acción. A mí, personalmente, esta forma de rodar me mata (sé que está de moda desde hace unos añitos, pero es que me saca de la película. De verdad, es superior a mis fuerzas… vamos que no puedo con ella).

Y por mi parte poco más voy a añadir. Mi recomendación es que vayas al cine a verla si no has visto recientemente muchas cintas de espionaje/acción (en el caso contrario no es que vayas a tirar el dinero, pero tampoco te vas a perder ningún peliculón). A mí no es que me haya desagradado. No, de hecho me ha entretenido bastante bien, pero “Misión imposible: Protocolo Fantasma” o la saga Bourne (por poner algunos ejemplos) me gustaron mucho más que este filme.

Tras haber visionado “Strike Back”, la serie que le precedió, me decidí a ver esta también. Lo cierto es que la miniserie original me dejó muy buen sabor de boca y de esta pues a bote pronto te podría decir tres cuartos de lo mismo. Una de las cosas buenas que tienen la mayoría de las miniseries es que no tienen capítulos de relleno ni marean la perdiz en demasía. Así pues, son muy dinámicas, entretenidas y van al grano desde el minuto 1 (lo cual, sin duda, se agradece).

Como ya me esperaba de antemano, la serie es bastante buena en todas y cada una de sus facetas (guión, interpretaciones y apartado técnico) teniendo en cuenta que es un producto televisivo. Desde luego bien merece la pena verse y, además, si te va el género bélico y de acción, entonces creo que será completamente de tu agrado (a mí, personalmente, me ha gustado muchísimo).

¿Qué te espera en “Strike Back: Project Dawn”? Pues te espera mucha acción (las escenas están bien filmadas y con tiroteos nítidos sin abusar del efecto bullet time), un ritmo narrativo muy acertado (ni es lento ni va a toda pastilla), un guión mínimamente interesante (para mi gusto no lo rematan muy bien que digamos en su desenlace, pero bueno tampoco es que sea algo totalmente desastroso), personajes con los que te identificas (cada uno tiene su propia personalidad, pero todos caen bien), malos malísimos con carisma (excelente, por ejemplo, Liam Cunningham encarnando a un despiadado terrorista del Ira) y, por último, un apartado técnico todo lo bueno que podría ser dado su formato televisivo. En fin, creo que posee cualidades de sobra para pasar un rato estupendo con ella.

No quiero terminar mi crítica sin mencionar un aspecto en concreto de la serie que me ha llamado la atención: el personaje de Scott (Sullivan Stapleton) se pasa media serie follando. Al final se lo tiene uno que tomar a guasa porque el tío es que no tiene ombligo (echa polvos continuamente con toda hembra que se cruza en su camino… la madre que lo trajo. ¡Jajaja!)

Puede que esta nueva entrega de la saga Underworld tenga un guión endeble y que no perfile de manera antológica a los personajes. Puede, pero qué demonios… esta es una de las películas más entretenidas de toda la saga. Os aseguro que si no vais con unas expectativas demasiado altas, entonces saldréis del cine bastante satisfechos. Ahora bien, advierto de que esta es una cinta netamente de acción donde la mitología de la saga ha pasado a un segundo plano o directamente ha desaparecido (vamos que cualquiera podría verla sin perderse en el hilo narrativo aunque no hubiese visionado los tres filmes anteriores).

¿Qué te espera en “Underworld: El despertar”? Pues básicamente, y como he dicho anteriormente, te espera una cinta de acción. Así que prepárate para toda una ración extra de tiros, explosiones, persecuciones, peleas vampiros versus licántropos, y demás cositas propias del género, que harán las delicias de los amantes del cine palomitero. Además, quiero añadir que dichas escenas de acción están bien filmadas y con buenos efectos especiales (tiene algunas secuencias especialmente trepidantes como, por ejemplo, la del ascensor o los combates que tienen lugar en el garaje).

Por si todo lo anteriormente descrito te sabe a poco, pues tenemos otro aliciente más para visionar el filme: Kate Beckinsale. La señorita Beckinsale sigue estando de muy buen ver con sus 38 años a cuestas y, además, le sienta como un guante estar embutida en cuero. Fue una verdadera lástima que no hubiesen eliminado la bruma en la escena donde sale de la cápsula de criogenización…

Y poco más voy a añadir antes de terminar con mi crítica. Únicamente mencionar que un servidor entiende perfectamente a todo aquel espectador que quiera ver cine más elaborado, o sea, cine donde el guión posea la capacidad para hacerte reflexionar y donde las interpretaciones de los actores levanten admiración por su calidad. Lo entiendo perfectamente (por supuesto que yo también lo deseo). Sin embargo, lo que no entiendo, ni entenderé nunca, es que hace nadie buscando eso en una película como “Underworld: El despertar”.

A mí, personalmente, me atrae bastante el género bélico y de acción. Así pues, esta miniserie ya tiene mucho terreno ganado de antemano para ganarse mi simpatía. No obstante, quiero aclarar que no sólo me ha parecido buena por mis gustos cinéfilos, sino porque lo es de verdad: el apartado técnico está perfecto para tratarse de un producto televisivo, los actores no desentonan ni un ápice en sus roles y el guión es interesantísimo (tiene, por ejemplo, una vuelta de tuerca bestial en el desenlace del capítulo 2). Además, te hace estar impaciente por ver los siguientes capítulos y ya se sabe lo que eso significa...

Puede que el guión peque de tópico con capturas de rehenes por parte de extremistas islámicos, rescates arriesgados por parte de las fuerzas especiales y sucias conspiraciones políticas. Tal vez, pero qué podemos ver hoy en día que sea bueno y totalmente original a la vez… pues eso. Además, incluso posee su pizca de intriga que arrastran desde el primer episodio (la muerte de los dos soldados británicos). Intriga que por cierto, y dicho sea de paso, la cierran de forma impecable para mi gusto.

La acción transcurre en varios lugares como Iraq, Zimbabue o Afganistán y prácticamente con los mismos protagonistas. Los episodios tienen de todo (conspiraciones políticas, fugas de una cárcel, peleas, tiroteos, etc.) Así que la verdad es que son muy amenos y se te pasa el tiempo volando mientras los ves. Quizás el que más me gustó fue el último, el de Afganistán, pero los otros dos tampoco estuvieron nada mal.

Y por mi parte poco más me queda por añadir. La miniserie me ha gustado mucho y me parece un buen producto en líneas generales. Os la recomiendo a todos y recordad que hay una segunda temporada llamada “Strike Back: Project Dawn”. No quiero terminar mi crítica sin hacer mención a la lapidaria frase que le suelta el mandamás de la inteligencia americana al jefe de Porter: «La política de hoy de Estados Unidos es la política de mañana del Reino Unido»… se puede decir más alto, pero no más claro.

El primer contacto que se tiene con esta serie es muy positivo porque tiene un episodio piloto muy poderoso (el cual atrae y resulta interesante). El comienzo es muy parecido al de la serie "John Doe" (en ella, el protagonista también aparece enigmáticamente en medio de un bosque, desnudo y totalmente amnésico. La única diferencia sería que Kyle no tiene ombligo). ¿Quién es Kyle? ¿Un extraterrestre? ¿Un cyborg? ¿Una especie de supersoldado creado mediante ingeniería genética? Estas son las primeras preguntas que te haces nada más ponerte a ver la serie. Desde luego el punto de partida es muy sugerente y te aseguro, tras haberla visto en su totalidad, que tejen una historia harto interesante que gravita sobre ese enigma.

El personaje protagonista, Kyle, cae simpático desde el minuto 1. Resulta gracioso verle con esa cara de flipado contemplando las cosas más triviales de la vida diaria (prácticamente es como si fuera un recién nacido de 16 años). También es muy gracioso cuando usa la voz en off en primera persona para explicar las cosas que le pasan. Y no acaba ahí su encanto, ya que Kyle es un portento en las matemáticas y la informática, con una actividad cerebral mayor que la de cualquier ser humano, y posee una condición física que envidiarían incluso los atletas más laureados de la historia de las olimpiadas. Ah, que se me olvidaba, el tío también es la caña dibujando y, además, lo hace de una forma bastante singular... vamos que sólo con su protagonista esta serie ya capta tu atención por completo.

¿De qué va la serie? Pues de forma muy esquemática te diría que es una acertada mezcla de ciencia-ficción, intriga, comedia, drama y acción. Esta mezcolanza hace que sea muy entretenida y que se deje ver bastante bien. Y por si esto no fuera poco, te aseguro que no aburre en ningún momento y, además, resuelven satisfactoriamente la mayoría de los enigmas en su momento justo (todo un lujo tratándose de una serie pues hay infinidad de productos que marean la perdiz hasta salirse de madre por completo).

Y poco más voy a comentar. Únicamente me queda por deciros que no os preocupéis porque sea una serie protagonizada por adolescentes, ya que ñoñerías hay las justitas. No es uno de esos típicos productos de adolescentes en el instituto donde te saturan con sus estupideces pastelosas sobre el amor y sobre perder la virginidad (como mucho habría 2 o 3 capítulos en toda la serie que podríamos incluirlos en esa vomitiva temática).