Karate Kid tiene su gracia y entretiene bastante. Puede que vista hoy resulte demasiado ochentera, pero en su momento fue todo un boom y un enorme éxito así que algo debe tener cuando gusta a tanta gente, sobre todo jóvenes.

El personaje del sr. Miyagui es emblemático y difícil de olvidar. El otro protagonista irrita un poco, la verdad.

Esa mezcla de filosofía y artes marciales funciona a la perfección y fue todo un acierto en su momento. La fórmula del éxito.

Película delirante y muy divertida acerca de un don nadie a quien confunden con Jesús.

El tema de la peli se las trae, pero polémicas aparte resulta amena y sumamente entretenida con puntos de humor muy buenos y casi surrealistas.

Me atrevo a decir sin pudor que estamos ante la mejor filmación de los Monty Pyton.

Un Mesías de pacotilla -muy bien interpretado, por cierto-, nos deleita con situaciones desternillantes y con unas canciones estupendas. Todos los números derrochan un humor muy sano, tanto que es casi imposible verla sin echarse unas risas.

El ritmo de la narración es muy ágil y la peli está muy bien construida, es consistente y resiste un gran número de visionados.

Film de obligada visión para los amantes del género cómico. Una comedia universal que puede verse hasta la saciedad.

La mejor de su género.

Me sorprende la nota media tan baja que se le condece a este film la cual, a mi juicio, no debería bajar del 8. Supongo que la controversia del tema que trata y la estética marcadamente hippie y setentera suponen un lastre y por eso no es tan bien valorada, pero a nivel musical es insuperable y el ritmo narrativo es prodigioso.

Este excelente musical que me marcó en mi juventud gracias a su acercamiento a la vida de Jesús pero, sobre todo, por su magnífica banda sonora.

Se trata de un film arriesgado, que fácilmente podría haber caído en el ridículo, pero en cambio se sostiene como un gran musical repleto de enormes canciones y de grandes momentos.

Bien es cierto que el tiempo no perdona y que, vista hoy, el film da muestras de su edad puesto que tiene una estética marcadamente setentera, pero con todo y con eso, ha envejecido mejor que otras pelis del mismo período.

Así que nada, mi valoración es muy positiva, la peli engancha y tiene momentos cautivadores y muy buenos.

A destacar la sección musical, con interpretaciones portentosas.

Garbo, majestuosa. No se me ocurre nada mejor para definir esta película.

Los amores y desamores de la reina de Suecia con un soldadito español ganan prestigio y carisma gracias a la majestuosa presencia de la inmortal Garbo.

No termino de creerme el personaje del caballerete español, pero ciertamente, el film tiene momentos mágicos que lo subsanan. La pareja contrasta y tiene cierta gracia, pero sobre todo porque ella está esplendorosa y sublime.

Garbo, en la mejor época de su carrera.

Un conmovedor e inspirado retrato acerca de la vejez y sus consecuencias sobre el espíritu, interpretado por una pareja de actores en estado de gracia aunque un poco cursi por momentos.

Esta peli me trae muchos recuerdos y, en concreto, se me viene a la memoria los veranos que pasaba en casa de mis abuelos, de modo que el film para mí tiene un valor sentimental ajeno al cine en sí mismo. Por otra parte, se trata de un largometraje cuidado y que plantea conflictos muy actuales. El desafío que consiste en afrontar la vejez con una cierta dignidad y sin caer en la desesperanza ni en la soledad.

Los conflictos intergeneracionales que se mantienen encubiertos pero que amenazan con estallar en cualquier momento sostienen en gran medida este metraje.

Ambos actores protagonistas están muy inspirados y, realmente, uno llega a cogerles cariño a esta pareja de entrañables abuelitos.