Robert Guédiguian es un director al que sigo con afición, por su narración costumbrista de ambientes humildes, de clases medias trabajadoras, y sus conflictos políticos y sociales. Esta última película nos plantea el dilema de una persona que siente agredida y a la vez quiere ser coherente con los principios que han guiado su vida y su lucha sindical. Una película con poso, que hay que degustar a posteriori con una buena tertulia (o un nuevo visionado) por los temas de debate que se nos ofrecen

La última película de Pablo Trapero me ha impactado y me ha gustado más de lo que esperaba. La historia de estos sacerdotes, estas personas comprometidas en un barrio marginal, descrito y reflejado con un gran realismo, está narrada con ritmo, con veracidad y con sentimiento. La historia es cruda, real, no aparece suavizada: para mucha gente la vida es dura, y el director no lo esconde. Pero junto a ello aparecen personas capaces de entregar su vida por cambiarlo, de compartir las condiciones de vida con los habitantes del barrio y ayudarles en su lucha.
Muy recomendable

Coincido en varias de las opiniones leídas o escuchadas: se trata de una película a priori menor, con una historia previsible. Pero creo que la construcción del guión y, sobre todo, la del personaje que interpreta Ricardo Darín, la salvan, por encima de la media de otras comedias por el estilo.
Una cinta que nos ofrece un cuadro realista (más allá de las anéctodas puntuales que encauzan la historia y que no tienen más sentido que ese) sobre los problemas de la convivencia, pero también de la solidaridad, a pesar de la barrera del idioma. Solidaridad por encima de las molestias y distorsiones que nos provoca el otro, anteponiendo su condición de igual.
Por otro lado, un personaje que se nos hace entrañable, a pesar de sus rarezas, a pesar de ser un ermitaño solitario, inmune a cualquier intento de acercamiento. En mi opinión, Ricardo Darín mejora cualquier película que interprete; en ésta hace que de un aprobado raspado pasemos a un notable. La emoción contenida que envuelve a su personaje, la barrera que éste pone ante los demás, sus manías, su profunda humanidad alejada de cualquier arquetipo, se nos encuentra recreada en un personaje de una forma creíble, humana; soberbia interpretación, como siempre.

Una de mis grandes pasiones es poder realizar un cine forum, salir de ver una película y poder comentarla, intercambiar puntos de vista, compartir visiones e interpretaciones. Y nos encontramos ante la mejor película que he visto últimamente para poder ver en cine forum, en compañía, para poder entablar conversación al finalizar.

El director no nos presenta una película maniquea, con buenos y malos; los buenos, no parecen serlo tanto, y tienen diversas caras, como todos, y como ocurre con los personajes (casi todos) "negativos". Un médico solidario, que no parece prestar igual atención a su familia, jóvenes de cuya situación o sentimientos nadie parece querer o poder preocuparse...

Con lo que nos encontramos compartiendo o no puntos de vista con los personajes, con unos y otros: es aceptable la violencia, el utilizarla para evitar un mal mayor, el responder a una agresión, la venganza, cuidamos de nuestros jóvenes, estamos atentos a su situación y necesidades, se pueden culpabilizar ciertos comportamientos? Estos y otros muchos interrogantes nos presenta esta película, realizada para poner sobre el tapete todos estos temas. Para mí una gran película

Película muy divertida. Me gusta Woody, todo lo que hace, aunque reconozco que tiene películas mejores y menos buenas, pero esta es de las mejores. Humor excelente, gran guión, diálogos ágiles y divertidos. Merece la pena. Además, al finalizar, cosa que no me había pasado muchas veces en un cine, todo el público (sesión sábado tarde en VO, sala llena) ovacionó la película