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España España · Pamplona
Críticas de Meroe
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Críticas 138
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
Kado: The Right Answer (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2017
6,6
26
Animación
6
29 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay algo especial en el primer anime del año que se visiona, y es que tanto si se trata de una serie muy buena o muy mala esa siempre será la primera impresión, el foco con el que compararemos los siguientes que vengan. 2016 trajo al mundo series como Re:Zero, Yuri on Ice y Mahou Shoujo Ikusei Keikaku y solo por eso consideré que el pasado año se cerró con un balance notablemente positivo; aún así de un tiempo a ésta parte no dejo de tener la impresión de que ese plus de calidad en los animes que mantenía a sus seguidores fijos en la pantalla se está perdiendo, desaparece poco a poco. Suele suceder en el mundo del arte: cuando la demanda entra por la puerta, la calidad sale por la ventana. En otras palabras, para complacer a un público cada vez mayor se sacrifica la singularidad por un afán mercantil.

Curiosamente ese no es el caso de Seikaisuru Kado. Es posible que esté equivocada pero no he encontrado en ésta serie, ni en su argumento ni en sus personajes ni siquiera en su desarrollo nada que me recuerde a un anime anterior, ninguna fuente en la que parezca haberse inspirado. Nadie podrá decir de ésta serie que fue creada para agradar al gran público. Es original y muy diferente a los últimos animes que he visto, pero por desgracia eso es lo mejor que puedo decir de ella.

Todos hemos visto decenas de películas americanas en las que un ser de otro planeta aparece en nuestro mundo con el propósito de entablar contacto con la raza humana, con mejores o peores resultados; pero hasta donde yo sé muy pocos animes se han centrado en éste tema: en el impacto social que provocaría la aparición de una especie extraterrestre en nuestro mundo, aunque aparentemente no hicieran nada (vease La llegada, con una virtuosa Amy Adams). ¿Cómo no iba a intrigarme una serie cuyo argumento cita que un ser de otro universo aparece en un aeropuerto de Japón dentro de un cubo gigante de material totalmente desconocido?

Tras un primer capítulo sumamente emocionante e intenso las esperanzas prometían una historia profunda e inteligente, quizás con un trasfondo filosófico, político o sociológico. Pero el resultado es un anime muy mediocre que a pesar de todos sus mensajes (principalmente patrióticos) finalmente se define como una serie sin sustancia. Es especialmente triste, porque poseía cualidades para ser un anime que permaneciera en la memoria, aunque sólo fuera por su originalidad. El desarrollo es relativamente lento para una serie de tan sólo doce capítulos, pero dada la complejidad del argumento ésta característica me parecía bastante aceptable, atractiva incluso. Sin apenas acción, la historia focaliza en las reacciones humanas ante la aparición de éste maravilloso ser cuyas verdaderas intenciones no nos son desveladas hasta el penúltimo capítulo. Y ahí radica el gran problema de Seikaisuru Kado: que su desenlace es tan abrupto y desagradable que de un plumazo desmerece todo el camino recorrido hasta entonces. Un camino quizás algo lento y parco de emoción, pero muy interesante y digno. Seikaisuru Kado me ha hecho recordar una realidad de toda historia: tan importante es él desenlace como el nudo.

El argumento nos sitúa en el aeropuerto de Haneda un luminoso y ajetreado día de verano; la gente nerviosa corriendo de aquí para allá, los pilotos de buen humor se preparan para otro vuelo tranquilo y agradable, solicitan permiso para el despegue, el avión se dirige a la pista. Entonces aparece un extraño objeto que rápidamente comienza a crecer en el aire, y desciende hacia la tierra mientras todos los ojos cercanos están fijos en él: un cubo gigante. Los más asombrados son los pasajeros y la tripulación del vuelo que estaba a punto despegar, que ven cómo un titánico cubo que se materializó de la nada crece y desciende peligrosamente sobre ellos, para finalmente caer sobre ellos, envolviendolos en una extraña materia que los absorbe. La noticia pronto se hace viral. Todos se preguntan cómo ha ido a caer en Haneda un extraño cubo de dos kilómetros cuadrados, qué es y, sobre todo, porqué ha venido. Los altos mandatarios por el contrario centran su prioridad en descubrir el estado de las personas dentro del avión, aparentemente sepultado por el objeto extraterrestre. Todo es confusión y desconcierto. De pronto sobre la cima del cubo emerge Shindo Kojiro, negociador del gobierno de Japón y uno de los pasajeros desaparecidos que hace la presentación de la criatura que aparece tras él: Yahakui Sashunina, un ente que dice desear entablar contacto con el gobierno japonés. Tras asegurar que ningún ser humano ha sufrido daño alguno cuando el cubo (a quien Yahakui Sashunina denomina “Kado”) cayó sobre el avión, ambos vuelven dentro de Kado dándole al gobierno japonés tres horas para preparar una reunión en la que Sashunina explicará la razón de su llegada.

Tal y como lo he escrito suena majestuoso e interesante, de hecho lo es. Seikaisuru Kado pronto pone las cartas sobre la mesa generando misterio por sí misma aunque tal y como he dicho no existe drama alguno, tan solo la expectativa por descubrir el auténtico propósito de Yahakui Sashunina y el observar cómo reaccionarán los personajes, la gente, ante el ser extraterrestre que dice haber venido para ayudar a que la humanidad prospere. El misterio que desarrolla el anime es una sola pregunta que, eso hay que valorarlo, se mantiene en pie a lo largo de toda la serie: ¿Es amigo o enemigo?

La natural desconfianza generada se enrarece cuando Yahakui Sashunina entrega al gobierno japonés y ante cámaras de todo el mundo el Wam, una fuente de energía inagotable. Y más adelante, cuando presionados (amenazados) por la ONU el gobierno nipón debe entregar el milagroso objeto por el supuesto balance mundial, Yahakui Sashunina vuelve a alterar el equilibrio de poderes al mostrar cómo crear un Wam, de tal modo que cualquier persona, en cualquier parte del mundo, puede hacerlo. Tan sólo es el principio.

(Sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Meroe
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My Hero Academia (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2016
7,5
2.852
Animación
7
27 de agosto de 2017
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Alguna vez habéis puesto la mano en la cabeza de un niño y habéis acariciado su pelo como tantas veces hemos visto hacer en los animes? Hasta que no sientes el deseo sincero de hacerlo no sabes realmente qué simboliza. Se trata desde luego de un gesto dulce y cariñoso, pero además de ello implica protección y nostalgia: a través de ese contacto que no llega a ser una caricia le estamos pidiendo o bien que no crezca más o que, si lo hace, conserve esa personalidad que nos ha hecho quererle. En mi caso se trata de la humildad, y es que no hay nada en el mundo que me enternezca más que un espíritu humilde. ¿Qué tiene ésto que ver con Boku no Hero Academia? Pues que éste es el anime que más me ha enternecido de cuantos he visto. Por su dulzura y sencillez, por su humor efervescente y sus personajes entrañables. Por la ternura empapada de un espíritu joven con la que nos cuentan la historia. Porque cada vez que Deku aparecía en pantalla sentía deseos de acariciarle su espeso cabello verde y pedirle de corazón que no cambiara nunca.

Boku no Hero Academia es una serie divertida, cómica desde todo punto de vista. Pero más allá de esa atmósfera de humor amarillo que todos los que hemos crecido con series como Dragon Ball conocemos, lentamente se va asomando una sensibilidad tierna e infantil como el propio protagonista, un carácter sencillo y humilde que se nos presenta con la mayor jovialidad y valentía pero sin pretensiones de ningún tipo. No sé de qué mejor modo puedo expresarlo: Me he enamorado de Boku no Hero Academia.

No se trata del amor embriagador y fiel que siento por Fullmetal Alchemist: Brotherhood; ni el amor oscuro que le profeso a Death Note; tampoco se trata de un amor retorcido y complejo (Neon Genesis Evangelion), ni dulce y masoquista (Puella Magi Madoka Magica). Como a todo otaku hay animes que me atraparon en sus magnéticas redes en cuanto los vi, y por muy diferentes que sean entre sí cada historia que ocupa un hueco en mi interior se caracteriza por la intensidad: están en mi top porque lograron impactarme con su singularidad. Todo lo contrario a lo que he sentido mientras veía Boku no Hero Academia, que me ha enamorado sin esforzarse, tan solo con su humildad cálida, alegre y naive. Ha despertado en mi una ternura sincera y sosegada como pocos animes antes. Porque no tiene máscaras, no oculta nada.

Si recordáis la película Los Increíbles, en ella Síndrome se revela como uno de los villanos más interesantes de la factoría Pixar al confesar que su objetivo final es hacer que los ciudadanos adquieran sus creaciones, lo que les otorgaría habilidades cuasi idénticas a los de los superhéroes y así "…Cuando todo el mundo sea Superhéroe nadie lo será". Los Increíbles mostraba una valiosa lección: Nunca se debe menospreciar el rencor de un niño, menos aún cuando éste es un genio. Bien, ya volveré luego con éste carismático villano. Boku no Hero Academia toma como base la posibilidad de que prácticamente todos los seres humanos de la Tierra nazcan con poderes asombrosos, cada cual más extraordinario. Desde volar, la telequinesis y la super fuerza hasta desarrollar las habilidades fisiológicas de un animal, pasando por dominar algún elemento o la invisibilidad. Por supuesto nadie puede elegir el poder que su cuerpo desarrollará, si bien a lo largo de la serie se explica que siempre hay alguna predisposición genética, incluso la posibilidad de recibir los dones de ambos progenitores.

Lo que Síndrome maquiavelicamente predijo para su propio mundo no se corresponde con el de Boku no Hero Academia. Aquí, donde el 80% de la población mundial ya nace con poderes especiales, los Superhéroes no solo no han dejado de existir sino que han hecho de sus poderes su profesión. A éstas alturas todos sabemos que no todo aquel que tiene un don especial lo emplea para el bien; de lo contrario no existirían los villanos ni, por ende, los héroes. Así que en el mundo de Boku no Hero Academia para contraatacar a los diversos malhechores con poderes que pululan por las calles, ser Superhéroe se ha convertido en un trabajo. Más allá de nombres pomposos y ropas brillantes los Superhéroes se han convertido en los bomberos, los policías, las fuerzas del orden que protegen a los ciudadanos del crimen. No todos quieren ni pueden convertirse en Superhéroes, pero el que lo consigue goza de fama y fortuna hasta el fin de sus días; de ahí que muchos jóvenes se sientan tentados a seguir los pasos de sus gloriosos ídolos, como All Might: el más querido y poderoso de entre todos los héroes.

Midoriya Izuku (o Deku) ha crecido admirando a All Might desde lo más profundo de su buen corazón, y desde pequeño soñó con convertirse en Superhéroe para parecerse a él. Pero Deku nació con una característica muy poco favorable para su tiempo: no tiene singularidad, no tiene poderes. Tal que los Squib en el universo de Harry Potter, aunque se trate de casos muy raros las personas como Deku son consideradas casi como deficientes; se les acepta pero con una mirada de reojo, algunas veces con falsa condescendencia, la mayoría de las veces con superioridad. Y nadie representa mejor éste papel que el matón Bakugo Katsuki (Kacchan), antiguo amigo de la infancia de Deku y el tipo de persona por el que existe la frase “con amigos como tú, ¿quién necesita enemigos?”. La vida tampoco es justa en éste extraordinario mundo, y una mala persona como Katsuki posee un poder que genera admiración allá donde va mientras que el inocente Deku se limita a observar a sus ídolos y a tomar notas con mente experta (poderes, variantes, puntos debiles…). Nunca tendrá una particularidad y lo sabe, pero se resiste con todas sus fuerzas a la idea de abandonar sus sueño de entrar en la academia UA para Superhéroes donde también irá Kacchan.

(Sigue en spoiler)
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Meroe
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Hibike! Euphonium (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2015
6,9
102
Animación
7
17 de agosto de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No os dejéis engañar por el título que he escogido para ésta reseña. Es cierto que he encontrado más acidez en Hibike! Euphonium que en todos los animes anteriores que he visto, pero me refiero a esa clase de acidez deliciosa que agradeces encontrar en los pasteles de limón o frutos rojos, por lo general tan saturados de azúcar. Esa clase de acidez que hace que te relamas de placer y envíes unas silenciosas gracias al pastelero; y es que a veces el no saber puede darte sorpresas muy agradables.

Elegí Hibike! Euphonium antes que otros muchos animes de mi lista por mi senpai, aquel cuyas opiniones sigo con creciente interés. Tras visionar el precioso anime Shigatsu wa kimi no uso me costaba comprender que en su lista de animes del año Hibike! Euphoniumsuperara por varios puestos a la feerica historia de Arima Kousei y Miyazono Kaori, y llegó un momento en que esa curiosidad se convirtió en una duda casi obsesiva. ¿Por qué un anime sobre unos chicos que tocan en una banda supera a la radiante historia de amor entre un genio del piano y una violinista alocada? He ahí la primera sorpresa que nos tiene reservadaHibike! Euphonium: éste no es un anime sobre música. Es cierto que la historia cuenta cómo un grupo de jóvenes se unen a la banda de su instituto con la lejana meta de llegar hasta las competiciones nacionales, pero eso no es más que la pequeña e insignificante punta del iceberg.Hibike! Euphonium es mucho, mucho más que eso.

Ahora me doy cuenta que colocar en la misma balanza a Shigatsu wa kimi no uso y Hibike! Euphonium sería como hacer lo propio con Death Note y Fullmetal Alchemist. ¿Cómo decidir cuál de las dos es mejor serie? No tiene caso compararlas, la respuesta a esa pregunta vendrá a través de los gustos personales de cada uno.Your lie in April y Hibike! Euphoniumno pueden compararse, porque mientras que el primer anime representa un mundo de ensueño centrado en dos personas que no conciben la vida sin música, el segundo es básicamente una visión  realista y chispeante de la adolescencia. Tan chispeante que a veces roza el cinismo, pero de un modo adorable.

La historia sigue a Oumae Kumiko, una niña de mentalidad abierta y precoz que empieza con ilusión un nuevo año escolar desde cero: nuevo colegio, nuevas metas y nuevos amigos, o casi. Para su sorpresa Kumiko descubre que en su misma escuela ha ido a parar Kousaka Reina, una antigua compañera de la banda con quien Kumiko se siente violenta, ya que sus últimas palabras hacia ella no fueron demasiado cordiales. En la vida de Kumiko también continúa Shuichi, un viejo amigo de la infancia que ya empieza a mirar a la joven con otros ojos, si bien ella lo ignora… o finge ignorarlo. Aparte de éstos fantasmas del pasado todo es nuevo en la vida de Kumiko, tal y como ella deseaba. Solo que a sus dos nuevas amigas, Katou Hazuki y Kawashima Sapphire (que aunque nadie lo hace prefiere que la llamen Midori) les gustan tanto los instrumentos musicales que deciden entrar a formar parte de la banda del instituto, arrastrando por inercia a Kumiko, que no tenía pensado volver a formar parte de una banda musical. Y así Kumiko vuelve a tocar el Eufonio, Hazuki se enamora de la tuba y Sapphire elige el contrabajo; y como el destino tiene caminos inescrutables a la banda también se unen Reina con la trompeta y Shuichi con el trombón, amén de varios miembros de primer año.

Lo que empieza siendo una actividad puramente recreativa, diversión y poco más, pronto adquiere tintes serios cuando el nuevo profesor de música rehúsa darles ninguna clase hasta que el nivel general no sea lo bastante bueno. Su voz es suave y amable pero su decisión, firme. Probablemente ésta sea la primera sorpresa real de Hibike! Euphonium, que deja tan descolocados a los espectadores como a los jóvenes músicos que se miran unos a otros, confusos. A todos les pareció entretenido entrar en la banda de música del instituto pero de pronto se encuentran con un maestro que les exije mucho más de lo que en principio estaban dispuestos a dar, obligándoles a decidir hasta qué punto quieren entregarse a sus instrumentos, hasta qué punto desean competir a escala nacional, tal y como ellos mismos decidieron (a la ligera, todo hay que decirlo). Aún detestándo a su profesor por su falta de tacto, los jóvenes elijen esforzarse y dedicarle tiempo y energía a la banda. Personalmente encontré egoísta y poco ética la actitud del joven maestro, que pone la música por encima de sus alumnos -a quienes, desde mi punto de vista, nunca consideró como tal- pero dicha actitud despierta el deseo real de los chicos por integrarse en la orquesta. Con esfuerzo, práctica y sacrificio todos mejoran lo suficiente para que el maestro les honre con sus clases. Pero entonces surge el siguiente elemento que provoca tensión en el heterogéneo grupo: son demasiados para los oficialmente permitidos para competir, de modo que hay que hacer exclusiones. El maestro, en su tendencia a hacer las cosas de forma poco ortodoxa (ésta sí que me pareció una decisión correcta y justa), opta por no seguir las normas de antigüedad y así elegir a los integrantes de la orquesta que irá a las competiciones por su valía, por su talento musical.

Después de haberse esforzado tanto, de hacerse a la idea de llegar hasta el final, nadie quiere quedarse fuera de la banda. Tensiones, envidias, chismorreos de instituto… todo se pone sobre la mesa en ésta historia tan certera como sustanciosa sobre la esencia adolescente. Hay veneno, malos pensamientos, pero también inocencia y dignidad.

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Meroe
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Food Wars! Shokugeki no Soma (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2015
7,5
539
Animación
7
20 de julio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que Shokugeki no Soma me ha decepcionado en el sentido estricto de la palabra. Es cierto que es un anime muy entretenido, con una historia de desarrollo rápido y divertido, y además posee ese chispeante y atractivo toque que te hace desear ver el siguiente capítulo. Todo eso es cierto y sin embargo… no es lo que me esperaba. Procuro no empaparme de demasiadas opiniones antes de visionar cualquier serie, pero sí hay un otaku en la red cuya opinión y juicio me han servido como guía en éste último tiempo; y gracias a él descubrí animes tan sumamente interesantes como Rokka no Yuusha, Selector Infected Wixoss y la reciente Mahou Shoujo Ikusei Keikaku. Pues bien, éste chico vende Shokugeki no Soma de una forma apasionada, alegando que sus batallas culinarias poseen una esencia tan emocionante como la de cualquier anime de acción, y con esa atrayente premisa decidí que Shokugeki no Soma sería mi siguiente anime. De ahí mi decepción que, si bien ligera, no deja de ser una decepción.

Ciertamente el gran atractivo de Shokugeki no Soma son las luchas culinarias entre el protagonista y los diversos personajes que se va encontrando en su camino hacia el éxito, y cada una de ellas te mantiene en vilo hasta que Soma finaliza su explicación de cómo ha creado semejante obra maestra de plato que hace que los que los jueces se retuerzan de placer. Y no importa que lleves viendo cada programa de Masterchef desde sus inicios y que por tanto sepas sin lugar a equívocos que solo por su basto emplatado ningún chef de renombre ni profesor aceptaría catar los platos de éste muchacho, y tampoco importa que sepas que es muy poco verosímil cocinar a un nivel tan alto sin tener unas nociones básicas de cocina; que el anime se disfruta igual. La decepción por mi parte ha venido por ese aura de infantilismo y sencillez que envuelve toda la historia.

Al contrario que Yuri on Ice ésta no es una historia humana centrada en los problemas y dilemas de un joven que lucha por llegar hasta lo más alto en su campo superando sus propias barreras. Ni mucho menos. Shokugeki no Soma es una comedia con mayúsculas donde el protagonista es el héroe de la función: valiente, descarado y muy seguro de sí mismo, y desde sus inicios pesa en el ambiente la certeza de que pase lo que pase Soma vencerá a todos sus oponentes y se hará con la gloria. En muchos sentidos me ha recordado a la exitosa serie One Punch Man, con la diferencia de que en éste caso su protagonista me ha caído infinitamente mejor que Saitama.

Yukihira Soma es un joven cocinero que trabaja junto a su padre en el minúsculo restaurante “Yukihira”, que a pesar de su pequeño tamaño atrae a un gran número de clientes dada la calidad de su cocina, y además cuentan con el espectáculo de los juicios culinarios (por llamarlos de algún modo) donde una persona cata dos platos, uno de Soma y otro de su padre, y elige al mejor… y hasta ahora Soma acumula 589 derrotas. A pesar de esos momentos de frustración el chico es muy feliz en su pequeño mundo, y su mayor deseo es convertirse en mejor cocinero que su padre y heredar la dirección del restaurante. Pero su progenitor tiene otros planes para él y le inscribe en la más prestigiosa escuela de cocina de Japón, Tootsuki, donde tan sólo el 10% de cada promoción consigue graduarse. Soma, tan sobrado como siempre, acude con cierto desdén a dicha escuela creyendo que su dilatada experiencia en las cocinas de su padre le impulsarán muy rápido hacia la cima de Tootsuki. Pero pronto se da cuenta de su error. Todos los alumnos son excelentes cocineros, muchos de ellos con un amplio conocimiento de la gastronomía de diversos países -cosa que él ignora por completo- y algunos con tanta o más experiencia que él en restaurantes. El prometedor joven pronto comprende que hacer que un plato tenga muy buen sabor es solo el comienzo. Un cocinero también debe preservar la excelencia de la presentación, el olor que ofrece, respetar el producto con el que trabaja, mantener la mente en un estado de concentración y alerta… en fin, cosas que todos los que vemos Masterchef conocemos como la palma de la mano. En teoría, claro está.

Pero el anime se llama Shokugeki no Soma, es decir, “Las Batallas Culinarias de Soma”, porque se da la novelesca circunstancia de que en ese prestigioso colegio la forma final de terminar con un enfrentamiento entré dos personas (lo cual incluye alumnado, profesores, y demás personal) es con una batalla culinaria. Primero se presentan las demandas de ambos oponentes, después se elige la temática de lo que se va a cocinar y posteriormente los contrincantes cocinan el mejor plato que puedan, el cual es catado por unos jueces -su cifra siempre es impar para evitar empates-; y por supuesto el que pierda se atendra a las consecuencias. Posiblemente ésta fuera una regla establecida por el Consejo de Administración de la escuela, cuyos miembros son los diez mejores cocineros de Tootsuki; ya que de éste modo se aseguraban de conseguir siempre lo que desearan, presionando a sus competidores. Una dictadura que me ha recordado vagamente a la impuesta por Kyruin Satsuki (Kill la Kill). Al igual que en la Academia Honnouji, en Tootsuki también predomina la ley natural de que el pez grande se come al pequeño. Hasta que llegó Soma.

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Meroe
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Anohana: The Flower We Saw That Day (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2011
7,6
1.446
Animación
8
10 de julio de 2017
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué esperáis de los recuerdos? Yo deseo que al mirarlos me devuelvan un reflejo de la persona que fui, para entender la persona que soy ahora y, al mismo tiempo, me preparen para la persona que voy a ser. Parece sensato, parece maduro, pero lo cierto es que a veces me duele el pensar lo rápido que desaparece todo. Me duele el pensar en todo lo que he perdido con los años y que ya nunca recuperaré, porque ya no soy una niña. No sólo es que todo cambie con el tiempo (en parte por las arraigadas normas sociales, en parte por la propia naturaleza de la vida), es que aunque queramos retomar algunas cosas del pasado la tarea es un hecho inútil, y es que nosotros mismos ya no somos las personas que eramos entonces. De niños vivimos en la creencia de que nuestra existencia es eterna, y con ella todo lo que nos rodea ¡he ahí la ilusión más bella y trágica del ser humano! Y cuando esa ilusión se desvanece lo único que nos queda es seguir adelante, como adultos.

Aún así la mente humana es benévola y preserva en la memoria los recuerdos, generalmente atados a emociones, nuestros más preciados tesoros. Es importante visitar los laberintos de la mente de vez en cuando y revivir aquellos tiempos en que eramos otras personas y, al mismo tiempo, no lo eramos. Recordar es determinante para nuestra vida, y casi siempre va de la mano del bienestar. Sin embargo a veces ocurre que durante esas dulces visitas aparece el crudo elemento de la pérdida, y eso nos ata a la certeza de que hay cosas en nuestro pasado que nunca volveremos a tener, a tocar o a vivir. A veces recordar duele, en lo más profundo.

AnoHana me ha hecho recordar mi niñez. Mejor dicho, me ha hecho recordar que mi infancia es un tiempo pasado, una época de felicidad que nunca volverá a mi, y me ha puesto triste. Si, he llorado con éste anime, he llorado lágrimas amargas, por mi y todo lo que he perdido. Después de todo ¿Quién no ha perdido cosas -y a personas- con el tiempo? ¿Quién no desearía volver atrás y revivir ciertos momentos?

Éste anime es el retrato de un grupo de cinco adolescentes corrientes, como miles de jóvenes y prometedores japoneses aún por abrirse al mundo. Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo son jóvenes, enérgicos, tienen una vida fácil, un entorno que los apoya y todo un futuro por delante. Naturalmente todos ellos se conocen desde niños… pero si por casualidad  se encontraran por la calle fingirian no verse; o quizás se mirarian con desdén los unos a los otros, valorando lo diferentes que se han vuelto sus vidas. Ya no son amigos, dejaron de serlo muchos años atrás. Al mirarlos ahora cuesta creer que hubiera un tiempo en el que Jintan, Yukiatsu, Anaru, Tsuruko y Poppo fueran un grupo inseparable que se hacían llamar los Super Peace Busters, que tuvieran una base secreta en el bosque y que vivieran mil y un aventuras como solo los niños pueden disfrutar. Tan solo la infantil y adorable Menma, la última integrante del grupo, recuerda vividamente esos días felices y lamenta en lo más hondo que sus viejos amigos se hayan vuelto unos extraños. Pero no hay mucho que la dulce niña puede hacer, ya que murió diez años atrás y ahora sólo puede ser vista y oída por Jintan, a quien todos toman por un pirado y un fracasado. Incluso el propio muchacho cree en un principio que la Menma que ve es el fruto de su mente desquiciada por la culpa, el hastío y los videojuegos. Sin embargo la actitud cristalina y natural de Menma pronto le hace comprender que su visión es un verdadero fantasma y, como tal, si continúa en el mundo de los vivos es porque ha dejado un asunto pendiente. Lástima que ni la propia Menma sepa porqué está ahí, así que dependerá de Jintan descubrirlo para que la joven pueda trascender. Pero no estará solo, y es que sus nuevos movimientos hacia el pasado de Menma y los Super Peace Busters llaman la atención de los antiguos integrantes del grupo; si bien no todos reaccionan igual… ni todos se creen que Menma siga estando entre ellos.

Poppo, el más entusiasta y alegre de todos, confía plenamente en su antiguo líder y está encantado con ese viaje hacia los recuerdos. Anaru lleva enamorada de Jintan desde niña, y aunque se esfuerza por aferrarse a su vida adolescente actual -amigas, móvil y ninguneo a su madre- bastará una mirada hacia Jintan para que ella se olvide de todo y le siga, aunque se enfade consigo misma. Mucho más complejo es el caso de Yukiatsu, ahora un intelectual centrado en entrar en la Universidad, que desprecia profundamente a Jintan y le congratula ver a su antiguo líder tan perdido y hundido. Tsuruko también tiene la vista fija en su futuro universitario y es con diferencia a la que menos le importan los nuevos acontecimientos, ya que para ella su vida es ahora.

Así, aparentemente tenemos un heterogéneo grupo de jóvenes formado por dos bandos: uno (Jintan, Anaru y Poppo) feliz por iniciar un viaje hacia su pasada niñez y el otro (Yukiatsu y Tsuruko), que considera que los que se quedan anclados en el pasado son gente fracasada a la que mirar por encima del hombro. Pero las apariencias a veces engañan. Aunque traten de ocultarlo con todas sus fuerzas a todos les afectó la repentina e inesperada muerte de Menma, la cual no solo provocó que los amigos se separaran cada vez más los unos de los otros, sino que individualmente les marcó de por vida. Todos llevan dentro la sombra del remordimiento.

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