Con un reparto de mercenarios muy conocido arranca una nueva misión que entremezcla el western con las cintas de acción, al estilo Peckinpah, y con un buen contenido sobre la revolución y la denuncia que ello conlleva; una misión en la que tienen que rescatar a la mujer de un adinerado blanco para ir descubriendo la realidad del caso, un golpe de audacia que se va convirtiendo en una cuestión de ética, y es que la cinta tiene unos valores tratados de una manera aparentemente superficial, pero que van incrementando a medida que se da a conocer ese personaje femenino que no sólo engancha por su imponente físico.
La cinta contiene muchos ingredientes como un terreno desértico complicado, bandidos, leyendas del pasado, viejas amistades, una acción bien rodada, a base de dinamita, en casi todas sus escenas y, aunque sea una historia muy predecible y a estas alturas ya muy vista, es una película bien detallada y estructurada.

Comenzando por un duelo interpretativo de buen nivel, algo comentado hasta la saciedad, una pareja ambiciosa que no quiere ser del montón pero que llevan el camino de serlo, ellos se sienten especiales y quieren cumplir sus sueños; que sus frustraciones no les bloqueen, tener tiempo y libertad, no caer en la rutina ni vivir reprimidos, en definitiva, ser lo valientes que nadie somos.
Una manera maravillosa de despedazar una relación amorosa, sin sensiblería ni cursilerías, para desnudar a sus personajes de modo que no sólo comprendemos sus situaciones sino que somos capaces de interpretar cuales son sus sentimientos en cada momento, por las fases por las que suele atravesar cualquier pareja e incluso a comprender el por qué de sus errores.
Además como se ven influenciados por una serie de testimonios, opiniones, hechos y atuduras, a veces se ven impulsados a hacerlos, otras frenados, un tremendo trabajo sobre una historia
simple y rutinaria para desplegar todo un contenido repleto de mensajes; aparte de los diálogos de todos los personajes, aparece la opinión del director con unos planos que definitivamente dicen más que todas las conversaciones y discusiones del guión, de modo que todo encaja en la historia.
La película sobre romances con un mayor contenido psicológico, y lógicamente sin olvidar todo un golpe que da a una sociedad que poco ha cambiado, o que pocos han intentado cambiar; una historia que en todo momento da que pensar, se puede estar de acuerdo o no con cada situación, puede resultar incluso cansina o repetitiva; pero es una película con un contenido muy por encima de todos los cutres romances, con un final que te deja atónito y con ganas de bajar el volumen del audífono; puede que sea la mejor de la historia del cine romántico por contundencia y crudeza, aunque sobre todo por el mensaje que transmite extrapolable a la época actúal y a cualquier pareja, o a cualquier persona, puede llegar a plantear el futuro de muchas relaciones, incluso habrá roto algunas...
Pena que la crítica comercial haya vendido esta cinta de un nivel incalculable como el "reeencuentro de la pareja de titanic", la imagen mediática puede dañar mucho este material de alta calidad.

Cuando una película trata sobre la vida de artistas siempre va a tener muchas posibilidades para entretener y si se trata de un grupo de negros que tocaban blues y rock and roll en la época dorada, pues mucho más... música, dinero, coches, mujeres, alcohol y drogas aparecen en este relato que tiene mucho que contar pero precisamente al final este es su problema, que no puede contarlo; aunque está bien ambientada y se deja ver con facilidad, al final me queda un vacio, no me parece que esté bien estructurada, algunos hechos pasan rápido, otros no aparecen, ni siquiera el contenido dramático transmite y ninguna de las actuaciones llega a parecer una estrella de la música negra, no llega su sentimiento; incluso la banda sonora falla no por calidad sino por repetición.
Aún así, aunque no seas fan de esta música, es aconsejable verla porque tiene un transfondo racista interesante.

Con un guión simplón y una historia de cine de verano, se va pasando a una parodia, una basura voluntaria, con un humor gamberro y sarcástico sin caer en la vulgaridad.
Lo mejor de la cinta es la grabación enérgica para que la simplicidad sea más entretenida y tenga un ritmo frenético que va dando paso poco a poco a la parodia universal, se ríe... de todo, incluyendo, como no, del cine actual haciendo una cinta exagerada y ridícula, con referencias no sólo al cine policíaco o de acción, sino también al western o al terror juvenil.
Aunque hay que reconocer que todo lo ocurrido desde el comienzo tiene un sentido y hace que el guión sea más complicado de lo que parece, se termina haciendo larga y cansina, el desastre que propone se vuelve en contra de la esencia y se convierte en un arma de doble filo, un arma fatal.

Unos difuntos recientes en un pueblo tranquilo reciben la compañía de una familia de chiflados de ciudad a los que intentan ahuyentar... una película que mezcla correctamente el humor con el terror para obtener un resultado válido para todos los públicos, con unas actuaciones lógicamente forzadas para que todo tenga sentido, unos escenarios secundarios de dibujos y una dirección magnífica, con una imaginación desbordante en la que supuso el salto a la fama del genio Burton, una apuesta arriesgada que le salió de lujo y que le ha permitido grabar con total libertad en todos sus proyectos posteriores.
La película mantiene un ritmo propio de la situación, chispa, un giro clave en el baile de calipso y un bioexorcista, un personaje desaprovechado que parece estar ahí simplemente para unir todas las piezas de esta historia de fantasía.