Una gran película sobre la educación en un instituto en Eslovenia. El director desde el principio no toma postura y el discurso es cada vez más plural reflejando diferentes puntos de vista: el alumnado, los compañeros profesores, la directiva del instituto, los padres y madres, el entorno, etc...
El director parece que filma sin trípode y el cuadro tiembla continuamente tal vez para acentuar el aire documental. El nuevo profesor de alemán al que el alumnado califica de “nazi” hace una enorme interpretación.
Totalmente surrealista la reunión de la directiva del colegio con los progenitores de los alumnos, da la impresión de que con gente tan egoísta la mejora educativa es una tarea imposible.
En resumen una película que gustará mucho a los profesores de secundaria y bachillerato por mostrar un universo tan complejo y con tantos frentes.

Interesante película que nos muestra este episodio sangriento de la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista de la población civil aislada durante tres años en Leningrado y donde murieron un millón de civiles la mayoría por la hambruna.
Las escenas en blanco y negro de la desolación de los habitantes sitiados por la nieve y sin electricidad ni agua son impresionantes. El racionamiento de 125 gramos de pan al día como único alimento. La voz en off de la protagonista a través de un diario nos revela la praxis cotidiana en un infierno cada vez más atestado de cadáveres y de desesperación.
Podría calificarse la película de road movie donde la protagonista abandona su casa en el centro de la ciudad para tras múltiples incidentes acceder a la ciudad difusa para tener el reencuentro final con su padre médico alojado en una fábrica en el extrarradio.

Película agradable de ver. La directora nos muestra la mafia rusa en provincias con un cierto aire decadente, felliniano incluso. La protagonista no se entera de nada a pesar de estar todo el día en contacto con estos personajes violentos, macarras de pueblo. La música de jazz americana la va a salvar a Masha y la alejará de las tragedias de la Rusia profunda. La ambientación es correcta y la interpretación de la protagonista niña muy buena. También hay una galería de secundarios bien trazados.
En la sinopsis se nos enfatiza sobre el regreso de Masha ya de adulta al pueblo pero este apartado es irrelevante en el grueso de la película. La conclusión que en cierto periodo en Rusia si no te metías a mafioso estabas destinado al fracaso, era el signo de los tiempos.

La película comienza con una gran dosis de violencia policial, un exceso policial de una brigada antidisturbios contra un ciudadano con aspecto más de demente que de peligroso asesino. A partir de este suceso se nos muestra el carácter trastornado de muchos de los agentes y como no quieren atenerse a la normativa de prevención de riesgos laborales.
Es como si la violencia fuera una droga de la que no pueden prescindir. La película tiene un planteamiento notablemente diferente pero el resultado es algo insustancial. En muchos momentos posee la textura de los telefilms de sobremesa. Le falta un guion más elaborado, no pasa de aparentar ser un piloto de una futura serie.

Parece ser una producción italiana de 2020 y está ambientada en 1883 en Reino Unido. Comienza con una música horrible que acompaña los títulos de crédito. Me sorprende que siendo una producción italiana hablen en inglés. El comienzo es lento, desesperante, con conversaciones irrelevantes.
Un guion bastante aburrido con muchas referencias a personajes de la época. El tema de la película generaba bastantes expectativas pero el resultado es muy mediocre.
Aunque todos los aspectos formales de ambientación y fotografía estén cuidados no hay manera de enderezar la película.