Ja, ja, ja, ja, ja,.. .pero ¿qué fuma la gente? En estos tiempos de epopeyas deportivas, donde campeonar es lo máximo, los directores de esta cosa se cuelgan todas las medallas y baten todos los records. Plusmarca a la pretenciosidad, a la pedantería, a la cursilería y sobre a la mezcla olímpica. Seis o siete historias mezcladas en coctelera sin que durante mucho tiempo se sepa por qué.

Records aparte, la verdad es que aciertan con la banda sonora, la escenografía es impresionante y tanto vaivén del argumento te mantiene la mente ocupada y entretenida. Y venga va, admitámoslo, el mensaje final, aunque un pelín forzadillo, no les queda del todo mal. Peores ratos hemos pasado en un cine.

El tal Sánchez Arévalo merece mis elogios. En esta película se le va la pinza, se le desdibuja el guión y la credibilidad se desquebraja por todos lados. Pero no importa. Igual que el equipo de fútbol que sale alocadamente al ataque y se lleva la goleada al contragolpe. El mérito de la propuesta ahí queda. Echarle atrevimiento es lo que tiene, que a veces sale bien y otras no. Aquí un batiburrillo de ideas originales no terminan de cuajar. Pero no importa, el rato pasado vienda esta película fue de todo menos aburrido. Y la próxima película de este tío iremos a verla con nuevas esperanzas.

De lo mejorcito de Disney en mucho mucho tiempo. Infantilona, cursi y con discurso moralista, para no perder las señas de identidad de la factoría, pero con un guión mucho menos simple que los habituales y un ritmo entretenido cuando no alocado. Para mi sorpresa, incluyen algún chiste sólo al alcance del público adulto y... esto sí que es inaudito, la banda sonora mola!. La combinación de folklore californiano y los guiños a ET y Star Wars está bastante lograda. No se hizo larga, lo que hablando de Disney es todo un logro.
Stitch es posiblemente el personaje Disney más simpático en mucho tiempo.

Un niñito huérfano al que le quieren meter en un orfanato. Qué penita. Una niña huérfana que no encuentra sentido a su vida. Qué penita. Una antigua estrella del cine que envejece en el olvido. Qué pena. Qué penita madre mía qué penita. Qué carita de pena que ponen los tres. Y que vocecillas de pena. Como lloran, hay que ver.

Empeñado en hacernos sentir todas las penas del mundo, el director se monta un pastelón, aburrido, soso, insustancial,.. que la única pena que da es no haber dedicado la tarde a otra cosa.

Pues el caso es que el libro me impresionó bastante. No por estar bien escrito, ni evidentemente por la tonta historia de amor. Los romances juveniles me resultan insufribles. Pero la metáfora social que subyace está magníficamente expresada. Terroríficamente expresada, porque terror es lo que sientes según lo lees.

De la película no esperaba mucho. Me acerqué por simple curiosidad. ¿Cómo habrán diseñado el distrito 11? ¿Y el capitolio? ¿Y a Katnis...?. Y bueno,...decepcionantes algunos detalles pero en general la adaptación me pareció correcta.. Como la historia ya me la sabía, la verdad es que no me preocupé demasiado de seguir el guión, así que no opinaré más.

Por cierto, lo de mover la cámara a toda velocidad, por dios, que se prohíba pronto. Qué mareo.