Un video clip veraniego, un breve bocado de estío, muy bien hecho, pero poco original, donde lo que más destaca es nuestra amiga Sheryl, que sale guapísima y dan ganas de hacerla un pijama de saliva.

Surferos, fiesta nocturna en las playas de Hawaii, cascadas refrescantes en medio de la selva, un video que te hace añorar los veranos que vivimos y los que imaginamos vivir.

Esta podría ser una perfecta canción del verano, pero nunca lo fue, era demasiado buena.

Un video que ya forma parte de la historia de la música.
Allá por 1985 Michael Jackson y Prince se disputaban el trono de rey del pop, no vieron que se avecinaba una reina que, al estilo de Juego de Tronos, les arrebataría todos los titulares.

Ella era Madonna, que venía de hacer una película erótica titulada "Un cierto sacrificio", locuras de juventud que luego corrigió...por el contundente medio de comprar y destruir todas las copias del film que pudo encontrar.

Pero no nos despistemos: el video clip merece mucho la pena y debe verse ineludiblemente, marca el comienzo de una artista que, nos guste o no, ha sido de los más influyente en las últimas décadas.

PD: Si además de verlo quieres jugar con el tema, te recomiendo el juego de Nintendo "Elite Beat Agents" donde unas naufragas se marcan una gran versión mientras tú sigues el ritmo a golpe de puntero.

Las comparaciones vuelven a ser odiosas...
Leo y releo por todas partes que esta saga en la sustituta de Star Wars, que es mucho "mejor" porque es de un director "prestigioso", un tío que esta "de moda", ¿en serio?

Vale, pues por comparaciones, ¡por mi que no quede!, vamos a comparar Dune 1 con La Guerra de las Galaxias 1.
A juzgar por sus anteriores películas Villeneuve quiere ser "trascendente" por eso nos sermoneó con sus primeras cintas, luego nos hizo bostezar con "La llegada" y nos hizo añorar a Ridley Scott con Blade Runner.
George Lucas, en cambio, nos quería divertir, ¡y vaya si lo consiguió!

Lo que más atraganta de Dune es sin duda la repelente pareja protagonista: Chalamet y Zendaya, los has visto en más anuncios de colonias que en el cine, seguro.
En cambio, la pareja de Star Wars son Ford y Fisher, un rudo carpintero metido a actor y una conflictiva hija de una estrella de cine, dos personas con carácter...no hay color.

¿Los FX?, sí, vale los de Dune están muy bien, pero no es nada que no hayamos visto ya. En cambio los FX de La Guerra de las Galaxias fueron algo completamente nuevo, una revolución, nos dejaron con la boca abierta.

En cuanto a la historia, Dune es la película de los ¿por qués?, no entiendes porque este personaje traiciona, o por que ese otro se cabrea, o porque esa otra quiere tal cosa. Nada que ver con Star Wars, donde la claridad y la sencillez eran la norma y los personajes tenían unas motivaciones claras.

No es nostalgia, es que nos quieren vender la moto.

No te dejes engañar, la absoluta protagonista de la serie, una radiante Siobhan Cullen, te roba el corazón, incluso a veces te sientes identificado con ella, pero no le des más vueltas, ella es mala, pero mala, malísima.

El primer episodio te deja un poco frío, pero en el segundo la serie ya va tomando cuerpo y la trama sobre quien mató a la alemana te va enganchando a la vez que coges cierto cariño a la psicópata de Elvira.

El cine y las series casi siempre nos dan una visión idílica de la Irlanda rural (música celta, cerveza negra, borrachos simpáticos, recuerdos de El Hombre Tranquilo...) no esperes encontrar nada de eso en esta serie, los tópicos vuelan por los aires y no te quedan ganas de visitar el pub del pueblo, los vecinos de Elvira son despreciables, casi merecen morir.

Una serie original y diferente que destaca entre toda la papilla homogénea y blandita que nos sirven por la pantalla en los últimos años, no hay nada políticamente correcto en ella... y eso se agradece.

Desde que debutase con la vergonzosa "Acción Mutante" Alex de la Iglesia ha sido uno de los niños bonitos de la crítica española.
A los críticos y a los periodistas del Mass Media, tan finos ellos, les divertía la caspa y la pose canallesca de este director de Bilbao. El talento era lo de menos. Alex demostró saber nadar y guardar la ropa, obtuvo cargos importantes dentro del cine español, su aventura americana se saldó con un tremendo fracaso, pero sus incondicionales ya se ocuparon de borrar esa parte de su historia.

Alex es un director bastante tremendamente sobrevalorado, pero por lo menos mantenía una constante, era consecuente con sus diatribas.
Ahora va y dirige un producto para el público más pijo al servicio de Telecinco...desde que el grupo Dover dejo el rock para dedicarse a la música bakaladera no habíamos visto una bajada de pantalones de esta magnitud.

Pero hay algo que no ha cambiado desde aquella lejana "Acción mutante", ninguna de las dos tiene gracia.