En la segunda temporada, y para mi sorpresa, todo había cambiado. Eva Farmiga, aparte de estrella, había pasado a ser coproductora. La matrícula del mercedes, que en la primera serie era MBF-604, cambió en la segunda temporada. También el motel perdió parte de su encanto. Como ejemplo, baste decir que el "no vacancy", que en la primera temporada el "no" aparecía fundido, en la segunda resplandecía. También todo parecía más ordenado y limpio. Así que simplemente ni siquiera acabé de verla. Simplemente pensé que la serie había vendido su alma al diablo.

Ang Lee, Oscar al mejor Director, se lo merece de largo. Suraj Sharma hace un papel impresionante. La película mezcla espiritualidad y realidad con admirable medida. La recomiendo a cualquiera que todavía no la haya visto.

Un grupo de jóvenes degenerados que se dedican, sin más, a joder a todos los que se les pongan por delante. Da igual quienes sean, la cuestión es, precisamente, joder. El final de la película es impresionante: cuando parecería que el protagonista se haya curado se advierte que no, en absoluto, vuelve a ser el de siempre. Y además cuanta con la conmiseración del aparato político.

En la película, y bajo tres momentos básicos: la prehistoria, un viaje a la Luna y otro a Neptuno, se cuenta en realidad algo muchísimo más profundo. No existe el espacio, ni el tiempo, todo son ilusiones que nos creamos nosotros mismos. En la prehistoria, unos orangutanes golpean un tótem y descubren la inteligencia. En el futuro, el hombre se ve a si mismo como bebé y como anciano, al mismo tiempo.