Norman y Claire Spencer (Harrison Ford y Michelle Pfeiffer) son un matrimonio feliz. La hija de Claire, Caitlin (Katharine Towne), fruto de una relación anterior, se marcha a la universidad, dejando a su madre sola en una inmensa mansión de Vermont (mientras Norman continúa con sus estudios científicos) quien empieza a espiar a sus vecinos. De repente, una serie de fenómenos extraños empiezan a sucederse: la cara de una mujer se refleja en la bañera, la radio se pone en marcha por si sola, las puertas se abren y se cierran inesperadamente y una foto enmarcada se cae y vuelve a caer. Claire se pregunta ¿por qué?, mientras trata de convencer a los que le rodean de que no miente ni se está volviendo loca. Si, su mejor amiga, Jody (Diana Scarwind), trata de entenderla y ayudarla, y Norman insinua que todo está en su imaginación, pero la continua aparición del fantasma de la mujer, cuya cara le resulta familiar, fuerzan a Claire a investigar por su cuenta, descubriendo la más terrible de las pesadillas.