¿Por qué? ¿Por qué después de una dignísima primera parte vienen con ésto?
Desgraciadamente, ésta secuela de Scary Movie tiene más bien poco del sentimiento de la primera.
Aquí reina lo absolutamente absurdo, reiterando de forma cansina una y otra y otra vez el tema del sexo y la asquerosidad gráfica.
Pueden resultar graciosas las imágenes o la creatividad de algunas escenas y parodias, pero en general no llega a provocar lo que provocaba la primera: carcajadas y descojone.
Anna Faris sigue en su línea y no decepciona, pero el guión no es salvable y la localización acaba aburriendo, y mucho.
Si bien la historia no es nada buena, las actuaciones podrían solventarla. Pero no. Los demás actores son un reciclaje de la primera entrega y por mucho que se esfuercen son únicamente pasables, con alguna excepción.
La realización aquí es incluso más mediocre y los efectos de baja calidad se notan aún más, lo que conjuntamente con los demás puntos negativos forman bastante poca satisfacción.
A los fans no les resultará mala, a la gente como yo, que podemos soltar neuronas de vez en cuando, les resultará mala y si algún exigente la ve podría echar ascos de ella hasta hartarse.
Pero, ¡no todo es malo! Tiene sus momentos y en puntuales escenas puedes echarte unas buenas risas.
Eso sí, cuidadito con el dinero que te gastas.