He aquí uno de esos raros casos -rarísimos- donde una secuela llega al nivel del original filme (si no es que lo supera).
Es cierto que Insidious (2010) había dejado el listón alto: gran cantidad de buenos sustos, una conseguida tensión y momentos tan siniestros que rozaban el escalofrío. Pero, contra todo pronóstico, y a pesar de las malas críticas recibidas y a Expediente Warren -del mismo director y claramente superior- haciéndole sombra, ha conseguido no sólo mantenerse firme, sino también superar el guión de la primera y barajando, si cabe, incluso más sustos.

Increíble ese giro de guión y cómo se las han arreglado para que, después del final de la primera, todo tuviera sentido. Aplaudo la imaginación de los guionistas.
Si, además, le añadimos un toque un poco más siniestro, lo aderezamos con un par de sustos más y de paso nos las arreglamos para incluír golpes de humor, sale un producto de terror la mar de majo que socabará el aliento de más de uno durante casi todo su metraje.

¿Contras? Sí, quizá su atmósfera en diversos puntos de la película, a veces muy colorida y notoriamente menos agobiante que la "grisácea" de la original. Ésto difiere mucho de lo que nos encontramos a medida que avanza el filme ya que, de hecho, me parece incluso más siniestro que el anterior.
No es tan seria como su "hermana" Expediente Warren, ni tan bien hecha ni con tan conseguidos sustos, pero se encuentra muy por encima de las películas de género a las que nos tienen tan acostumbrados.
Por supuesto, a la gente que no le haya gustado un pelo la primera y/o que odie las tramas sobre fantasmas no le va a gustar. Que no pierda el tiempo escribiendo en filmaffinity, entonces.

Saludos!!