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7
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68.525
Fantástico. Aventuras. Drama
Primera parte de la adaptación al cine del último libro de la saga Harry Potter. Es una continuación de la historia recogida en "El misterio del príncipe". Una misión casi imposible cae sobre los hombros de Harry: deberá encontrar y destruir a los últimos horrocruxes para poner fin al reinado de Lord Voldemort. En el episodio final de la saga, el joven hechicero de 17 años emprende con sus amigos Hermione Granger y Ron Weasley un ... [+]
28 de noviembre de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece una mera casualidad pero las aventuras cinematográficas de Harry Potter, que comenzaron con “La piedra filosofal” (2001), justamente van a terminar una década después con “Las reliquias de la muerte: parte II” (2011). Un total de ocho largometrajes en diez años componen esta saga ideada por J. K Rowling, y por su haber han pasado directores de diversa índole como Chris Columbus, Alfonso Cuarón, Mike Newell y David Yates. Tras mencionar estas simples premisas, me pregunto si las películas de Harry Potter han aportado algo al panorama cinematográfico de la última década.
Pero vayamos por partes. Es turno para hablar de “Harry Potter, las Reliquias de la muerte: parte I” (2010), la penúltima entrega basada en las novelas de la escritora inglesa. Albus Dumbledore, el inteligente y bondadoso director de Hogwarts, ha fallecido, y Voldemort, más poderoso que nunca, está aprovechando los momentos de desconcierto para introducir a sus temibles Mortífagos dentro del Ministerio de Magia. El caos, la incertidumbre y el miedo pueblan la historia, la cual comienza con Ron, Hermione y Harry despidiéndose de sus seres queridos para iniciar un viaje con un destino incierto.
Desde sus primeros compases, la nueva película de Harry Potter se esfuerza por mantener un pulso narrativo fluido y veloz, con un devenir de escenas que probablemente estén entre los mejores momentos de toda la saga cinematográfica. Resulta extraño que un director responsable de ese bodrio titulado “La orden del Fénix” (2007), ahora sea capaz de filmar una eficiente y modélica película de aventuras, con una factura técnica impecable y un grupo de actores secundarios que aportan trascendencia y formalidad al conjunto dentro del subgénero al que pertenece esta película.
Pongo la mano en el fuego al decir que todos estamos hartos de escuchar que una nueva entrega es mucho más oscura que su predecesora. Frases como ésta se han convertido en un elemento de propaganda más para vendernos una nueva película perteneciente a una saga. Sin embargo tengo que reconocer que esta consigna tan ramplona se ejemplifica perfectamente en “Las reliquias de la muerte: parte I”. Pese a estar hablando de una historia focalizada a un público infantil y juvenil, la película se inmiscuye en situaciones tétricas y violentas. Con esto no quiero decir que Yates se haya convertido en un adepto a Park Chan-wook. Hay que recordar que estamos hablando de Harry Potter, y no hablo de violencia sucia y extrema, sino de dureza implícita. Aunque bien es verdad que las películas han ido evolucionando progresivamente con respecto a este asunto, como si creciesen a la vez que los incondicionales de la saga incorporados desde la primera película. Y es que Harry, Ron y Hermione ya no son los críos que correteaban por los pasillos y mazmorras de Hogwarts.
Pero vayamos por partes. Es turno para hablar de “Harry Potter, las Reliquias de la muerte: parte I” (2010), la penúltima entrega basada en las novelas de la escritora inglesa. Albus Dumbledore, el inteligente y bondadoso director de Hogwarts, ha fallecido, y Voldemort, más poderoso que nunca, está aprovechando los momentos de desconcierto para introducir a sus temibles Mortífagos dentro del Ministerio de Magia. El caos, la incertidumbre y el miedo pueblan la historia, la cual comienza con Ron, Hermione y Harry despidiéndose de sus seres queridos para iniciar un viaje con un destino incierto.
Desde sus primeros compases, la nueva película de Harry Potter se esfuerza por mantener un pulso narrativo fluido y veloz, con un devenir de escenas que probablemente estén entre los mejores momentos de toda la saga cinematográfica. Resulta extraño que un director responsable de ese bodrio titulado “La orden del Fénix” (2007), ahora sea capaz de filmar una eficiente y modélica película de aventuras, con una factura técnica impecable y un grupo de actores secundarios que aportan trascendencia y formalidad al conjunto dentro del subgénero al que pertenece esta película.
Pongo la mano en el fuego al decir que todos estamos hartos de escuchar que una nueva entrega es mucho más oscura que su predecesora. Frases como ésta se han convertido en un elemento de propaganda más para vendernos una nueva película perteneciente a una saga. Sin embargo tengo que reconocer que esta consigna tan ramplona se ejemplifica perfectamente en “Las reliquias de la muerte: parte I”. Pese a estar hablando de una historia focalizada a un público infantil y juvenil, la película se inmiscuye en situaciones tétricas y violentas. Con esto no quiero decir que Yates se haya convertido en un adepto a Park Chan-wook. Hay que recordar que estamos hablando de Harry Potter, y no hablo de violencia sucia y extrema, sino de dureza implícita. Aunque bien es verdad que las películas han ido evolucionando progresivamente con respecto a este asunto, como si creciesen a la vez que los incondicionales de la saga incorporados desde la primera película. Y es que Harry, Ron y Hermione ya no son los críos que correteaban por los pasillos y mazmorras de Hogwarts.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Puedo parecer un excitado seguidor de la saga, y en cierta medida así es porque formo parte de las innumerables personas que disfrutaron con los libros además de ir a los estrenos cuando una de las películas se estrena por las carteleras. Pero aún así hay que reconocer ciertos errores de bulto. Es inútil que vayas a ver la película con esperanzas de disfrutar y estar entretenido si no has visto los anteriores filmes. Se trata de una pieza dentro de un conjunto de películas, y como tal es necesario haber visto o recordado las predecesoras.
Y el otro aspecto negativo a señalar no es tan obvio y redimible. “Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte I” empieza como una exhalación, pero lamentablemente esa apuesta tan arriesgada tiene consecuencias negativas. Y es que a mitad del metraje la película sufre un enorme bajón en el ritmo. El cambio es tan abrupto, y las escenas tan pesadas, que es calcado al libro. Me refiero al momento en el que los tres protagonistas se ven obligados a deambular por el bosque, huyendo de Voldemort.
Uno sale del cine realmente confortado, aunque con cierto poso agridulce al darse cuenta que, disminuyendo el metraje en situaciones prescindibles, podrían haber hecho “Las Reliquias de la Muerte” en una sóla película. Como eso ya no tiene solución más allá de los insultos que podemos soltar a los ejecutivos de la Warner, “Las Reliquias de la Muerte: parte I” deja sentadas las bases para lo que podemos encontrarnos en la última y definitiva película de la saga. Y tiene muy buena pinta.
Andén 42.
Y el otro aspecto negativo a señalar no es tan obvio y redimible. “Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte I” empieza como una exhalación, pero lamentablemente esa apuesta tan arriesgada tiene consecuencias negativas. Y es que a mitad del metraje la película sufre un enorme bajón en el ritmo. El cambio es tan abrupto, y las escenas tan pesadas, que es calcado al libro. Me refiero al momento en el que los tres protagonistas se ven obligados a deambular por el bosque, huyendo de Voldemort.
Uno sale del cine realmente confortado, aunque con cierto poso agridulce al darse cuenta que, disminuyendo el metraje en situaciones prescindibles, podrían haber hecho “Las Reliquias de la Muerte” en una sóla película. Como eso ya no tiene solución más allá de los insultos que podemos soltar a los ejecutivos de la Warner, “Las Reliquias de la Muerte: parte I” deja sentadas las bases para lo que podemos encontrarnos en la última y definitiva película de la saga. Y tiene muy buena pinta.
Andén 42.