Serie que empece a ver hace dos años y que justo este año después del confinamiento y de un 2021 un poco raro para muchos, Netflix saca su segunda y por lo que je leído última temporada...

He de decir que esta segunda temporada es un poco más larga cada capítulo que su antecesora, cosa que se agradece, ya que en su primera temporada nos quedamos con ganas de más, ahondar más en los personajes secundarios y en definitiva un guión más abundante que embarque la problematica de la discapacidad mental y la homosexualidad en las personas que lo padecen.

Con un humor ácido y una dirección y actuación más que sobresaliente de Ryan O'Connell, es una serie rápida de ver, que es actual y lleva estos temas con un buen argumento e hilo conductor.

Una serie importante con temas que muchos desconocíamos y las vivencias del propio director, actor, guionista. Lastima que Netflix decida no renovarla más, tal vez será por la poca repercusión que ha tenido su segunda temporada.

Muy recomendable si quieres reír, llorar y pensar un rato.