Notable y con suspense esta "Master class" de Hitchcock sobre su trama enfermiza en plano secuencia y Technicolor, con sus debidos cortes escondidos, de no ser así, se hubiera podido estrenar en el teatro. La película empieza en todo lo alto, para después llevarte por la senda que desea Sir Alfred. Como modesto espectador, te dejas llevar porque así es como está planificada y uno puede apreciar la magnitud de técnicas aplicadas.
La interpretación está a la altura de lo esperado en un escenario y de James Stewart, que decir... Carisma en sus gestos y diálogos que controla y a su vez imanta al espectador.