No conocía a la directora Lone Scherfig, pero a raíz de la historia real como la vida misma que nos muestra, merece la pena seguir sus pasos.

La directora, deja introducirnos en la vida cotidiana de unos personajes, más que en la historia de un maníaco depresivo con impulsión al suicidio. Convivimos con ellos y nos da la potestad para poder juzgar a los personajes y sus hechos, tampoco es la finalidad de la película. Creo que el mensaje es que en la vida hay que agarrarse y aprovechar los buenos momentos y estar preparados para los no tan buenos, encajándolos como nos enseñan los personajes de ésta película.

Tragi-comedia, verdaderamente Lone lo consigue.

Por cierto, el papel que desempeña Mads Mikkelsen, es el mejor que le he visto hacer, ya que siempre en Hollywood lo encasillan en personajes mediocres y descafeinados.