Oliver Stone ha decidido adaptar a la gran pantalla una novela de Don Wislow. Fiel (o no) adaptación, debe tenerse en cuenta lo que el Sr. Stone ha conseguido: mantenernos interesados durante todo el trayecto sin que en este ocurra nada destacable.
Es una película dura, pero no dura de escenas: dura de contenido. Es realista, o como el título, salvaje. En ella prima lo esencial y lo básico. No busquen escenas de acción impactantes, ni giros inesperados de guión, ni personajes memorables (a excepción del de Benicio Del Toro), ni diálogos apabullantes. Aquí lo importante es el film en su estado más puro.
Así pues, Salvajes no es una película al uso.No es un largometraje fácil de recomendar ni de explicar. No es un thriller. No es una película de acción... Es una historia de amor, un film noir sobre qué seríamos capaces de hacer por amor aderezado con una visión modernista de la marihuana y la mafia mejicana.