Dos tercios de la película son tediosos. Cámaras con escenas en las que no se ve nada. Creo que el director pretendía que la audiencia se confiara y se relajara antes de dar el susto final. Pero lo que consigue con tanta NADA es aburrir. Pierde toda credibilidad del falso documental. La primera sabías que no era cierta pero también sabías porqué había una cámara. En esta no. En la primera había una cámara enfocando mucho y en esta hay muchas cámaras enfocando nada. Me parece que hacia el final los acontecimientos se suceden demasiado abruptamente... se tropiezan entre ellos, no te da tiempo a saborear la historia de miedo que hay detrás.
ME asusté al final y lo pasé mal por el bebé, pero me aburrí durante casi toda la cinta. Estuve a punto de salir del cine. Y eso yo no lo hago NUNCA.