Una imagen vale mas que mil palabras, esta frase es la idonea para esta película y para el mestre Kubrick. Como bien digo solo se puede balbucear despues de ver este filme que te deja en un estado de profunda excitación reflexiva de muchas horas de duracion, sobre todo a los que nos gusta practicar el deporte de riesgo del razonar, es decir, aunque acaben las imágenes, la película tu cerebro sigue dándole vueltas, intentando descubrir un secreto que parece estar herméticamente encerrado como si solo los iniciados pudieran liberarla de su cómoda prision y admirar su belleza. Fuera ee todo esto habría que recalcar algo indiscutible como la fuerza con que la banda sonora irrumpe en las escenas o el poderoso silencio melodioso, los grandes pero que muy grandes actores y como no lo que todos sabemos el mejor director nunca visto.