Ésta película no es una de las mejores de Hitchcock, repite el cliché de algunas de sus películas con el leiv motiv de inocente-acusado-injustamente-que-ha-de-limpiar-su-nombre-y-nadie-le-cree-y-además-es-puteado-por-los-malos, pero a pesar de ello no hay muchos directores que sepan llevar este argumento a buen puerto y el mejor de ellos es Hitchcock, sin duda alguna.
Las mejores interpretaciones las encontramos en los secundarios del film, con momentos de humor negro muy buenos y la dosis de suspense exacta que llega al clímax en ese final en la Estatua de la Libertad.
No es extraordinaria pero se deja ver,más por el savoir fer de Hitchcock que por la historia en sí.