Estoy viéndola y no puedo parar, salto, hago punto, calculo raíces cuadradas y matrices, y con la cabeza hago movimientos espasmódicos, un mono entra con su tanque a través de la pared y me roba los libros de Stephen Hawking. Goran Breogovic toca la trompeta y caen las bombas alrededor. Las trompetas se apoderan de la tierra y cae una lluvia de ausonia con y sin alas. Tragedia. Se rompen los vasos del Ikea que acabo de comprar y timbran a la puerta. Es Calimero. Dice que le molestan las trompetas y se va al sótano. Llora porque lo han engañado los de Jazztel y le han puesto un adsl de tres megas. Llega un Negro y le explica que esto no es una película, que es el mundo real, y que Gran Hermano solo tiene en común con la vida real que Mercedes Milá es igual de humana que Rajoy. Calimero se hace del servicio secreto para así poder espiar a Kusturica y saber qué desayuna para poder patentarlo. Calimero lo averigua y se suicida. Fin.