Es fácil explicar por qué esa cercanía con el cine de Mike Leigh. La fastidiosa división entre géneros (drama, comedia, etc) está de más en sus películas ¿Era "Happy" una comedia, con ese memorable conductor de autoescuela? ¿Por qué uno tenía, pese a todo, esa sensación reconfortante al terminar de ver "La vida es dulce", irónica ya desde el título? ¿Por qué precisamente su película más conocida, "Secretos y mentiras", me parece la menos conseguida, menos fluida, más forzada en su empeño por atrapar al espectador en una historia fuerte?

Esta "High Hopes", desconocida o casi por estos lares, la rodó en 1988, lo cual se percibe por alguna referencia/chiste sobre Thatcher y los cactus, o los yuppies. Como en otras de sus películas sus personajes pertenecen a diferentes clases sociales. Los protagonistas (la pareja que forman Shirley y Ciryl) se relacionan con los secundarios en torno a la madre del segundo, que empieza a presentar síntomas de senilidad. Los encuentros familiares sacan a relucir las miserias de cada personaje, si bien vemos a unos más satisfechos que otros con su vida. Los momentos patéticos suceden a los cómicos, y estos a los dramáticos, como nos ocurre tantas veces en nuestro día a día. Al final de la historia nada grave ha sucedido en sus vidas (¿o sí?). Por eso el final es abierto, pero la sensación que deja la película no es de superficialidad, sino lo contrario. Pienso que esto es lo que ha de buscar el cine de vocación realista.