Jaume Balagueró nunca ha sido santo de mi devoción. Sus películas se dividen entre lo irregular ( Los sin nombre), lo aburrido (Frágiles) y lo directamente irregular, aburrido y malo (Darkness).

Uno de los principales problemas en sus films es sin duda una tendencia clara a no dominar los tiempos en la narración. Siempre partiendo de una idea original , Balagueró se pierde en subtramas inútiles y casi siempre ofrece finales forzados, precipitados y pésimos.

Por eso uno se acerca con cierto escepticismo a esta historia para no dormir. Y más cuando esta serie se estaba empezando a parecer peligrosamente a Masters of Horror, es decir, caspa a toneladas.

Pero vete a quí la sorpresa. Parece que Balagueró encuentra el timing adecuado en este mediometraje. Se deja estar de pseudomiedo psicológico y nos ofrece un auténtico tour de force de tensión, gritos, sangre y angustia. Más cercana a "La Matanza de Texas" que al thriller sobrenatural, la película se beneficia de un guión directo, de ritmo trepidante y de unas actuaciones más que correctas. De acuerdo que tiene algunas lagunas argumentales, pero siempre se detectan a posteriori, una vez ya nos hemos recuperado del susto. Por eso la cinta es tan efectiva, porque consigue que nos abstraigamos del análisis y, simplemente, pasemos miedo, mucho miedo.

Lo mejor: Que realmente consigue dar mal rollo
Lo peor: Alguna carencia argumental