Los misterios de la promoción publicitaria son insondables ¿Por qué se anuncian a bombo y platillo ñordos como Epic movie? O lo peor ¿ Por qué grandes películas como Más Extraño que la ficción son ninguneadas?

Mira que era fácil promocionarla, simplemente con la tópica frase: "Del director de la nominada por la academia "Monster's Ball" ( o "Descubriendo Nunca Jamás" ) ya se llamaba la atención sobre ella.

Aunque la verdad, casi mejor que haya sido así, porque aguantar un multisalas lleno y oír opiniones del tipo "no he entendido nada neng" o bien "vaya mierda de película" me hubiera puesto de bastante mala leche.

Admitámoslo, "Más extraño que la ficción" no es un film apto para todos los paladares; su argumento metalinguístico de confrontación, entre el demiurgo creador ( en este caso escritor ) y el destino de sus creaciones podría crear más de un apagón en cerebros mononeuronales.

La propuesta es arriesgada (aunque no del todo original. Este tema ya aparecía en la novela "Niebla" de Unamuno), no solo por el argumento en sí, sino porque arriesgarse a jugar a ser Charlie Kauffman sin serlo, podría haber deparado un auténtico horror.

Por suerte, el polifacético director Marc Foster, sale victorioso del envite, ofreciéndonos una honda reflexión sobre el destino de las personas y el control que ejercemos en nuestras vidas.
Esto se consigue, en parte, gracias a la tremenda credibilidad de un excelente reparto, empezando por un serio y contenido Will Ferrell, una desgarradora Emma Thompson y un Dustin Hoffman que cumple con creces en su papel de secundario de lujo. Pero la que se erige en reina indiscutible de la función es Maggie Gyllenhaal. Su actuación llena de matices, frescura y emotividad eleva el listón de calidad de la película. Es realmente vergonzante que ninguno de los actores ( ni en ninguna otra categoría ) tuviera nominaciones en los oscars de este año.

Sólo le pondría un pero al film; su final es bastante decepcionante para lo que se nos propone durante el resto del film. Curiosamente en eso coincide con la valoración de Dustin Hoffman sobre el libro de Emma Thompson: el final convierte en simplemente bueno lo que podía haber sido genial.

Lo mejor: Que arriesga y consigue sus propósitos
Lo peor: Que no tenga el reconocimiento que merece