Cuando Lars Von Trier hace una película parece tener claro que el objetivo es impactar al público sea cual sea el modo de hacerlo. Normalmente se escuda en su estilo visual queriéndose alejar así del mainstream comercial y dirigiéndose a un target de público muy determinado; normalmente culturetas, gafapastas y demás fauna modernilla que disfrutan sin duda mesándose la perilla, alabando lo arriesgado de la propuesta y como no, sintiéndose en lo más alto del olimpo de la intelectualidad por saber disfrutar, no como el resto de la masa borreguil, de tan magna obra.

Para esta película, además, Von Trier contó con la inefable ayuda de otro icono de la modernidad, la siempre gritona e insoportable Björk, para la cual se diseñó a medida este engendro y así la niña podría lucirse cantando (¿¿??) y bailando.

Pero no nos engañemos, detrás de tanta aparatosidad lo que se esconde no es más que un melodrama barato, sensiblero y lacrimógeno que busca la complicidad del espectador apelando a sus emociones más simples. Pero para ello se necesita algo más que un cúmulo de desgracias en pantalla. Lo que se necesita es profundizar en los personajes y establecer una coriente de empatía entre la ellos y el público.

El resultado final consiste en un insulto a la inteligencia y a la sensibilidad de los espectadores, con una historia que se desarrolla a trompicones y que exagera tanto en el fondo como en la forma y en sus consecuencias articulándose en numeritos musicales dignos de fiesta final de curso de parvulario. Encima vemos como Björk , entre berrido y berrido, pretende interpretar a una chica que se queda ciega y más parece deficiente que otra cosa.

Pero sin duda, lo que da más rabia es estar en la sala de cine y sentir que, mientras ves a la gente llorar, les estan manipulando de la forma más barriobajera posible y encima vistiéndolo de arte. Definitivamente el horror más vomitivo que Von Trier ha filmado jamás y que debería haberlo condenado al ostracismo cinematográfico para siempre.

Lo mejor: Salvaremos de la quema a David Morse, y eso que tambien da cagalera.
Lo peor: El resto, todo en ella es deleznable.