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Voto de LennyNero:
3
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Documental
En sus 200.000 años de existencia, el hombre ha roto el equilibrio de casi 4.000 millones de años de evolución de la Tierra. El precio a pagar es considerable, pero es demasiado tarde para ser pesimistas. A la humanidad le quedan diez años escasos para invertir la tendencia, concienciarse de la explotación desmesurada de las riquezas de la Tierra y cambiar el modo de consumo. Yann Arthus-Bertrand, con sus imágenes inéditas de más de 50 ... [+]
5 de junio de 2009
40 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy a menudo, en cuanto a gustos gastronómicos se refiere, se incurre en cuestionar el motivo por el que los catalanes le ponen tomate a los bocadillos. Dejando de lado el factor cultural está el concepto de la sustancia. Efectivamente un bocadillo de jamón puede que este bueno, pero es el tomate el que le da la cohesión, la textura necesaria, la gama de sabores necesarios para hacer de un manjar sencillo una experiencia sensorial placentera y satisfactoria.
El producto que nos ocupa sería el perfecto ejemplo de lo mentado anteriormente, un dechado de buenas intenciones cuya misión de alertar conciencias es claro, pero que sin embargo adolece de aquello que podría haberlo alejado del mero documento de carácter informativo para convertirlo en una pieza documental de mayor interés, un ingrediente llamado talento.
A pesar de estar concebido con una estructura clásica (inicio, nudo, desenlace) que debiera facilitar el desarrollo de la exposición, el film nunca consigue encontrar el tempo adecuado, lastrado fundamentalmente por un deficiente arco narrativo donde hay una descompensación absoluta entre las partes narradas, y tambien por razones meramente estilísticas en lo cinematográfico.
Mediante el ya un tanto gastado recurso de la voz en off poética se suceden una serie de planos paisajísticos aéreos de impecable factura y que por momentos llegan a una belleza original mediante una abstracción estética que llega a recordar a ciertas imágenes vistas en la película Solaris de Tarkovsky. Sin embargo esto acaba por ser la excepción a la rutinaria concatenación de paisajes mediante travellings circulares que acaban por hastiar debido a la exasperante reiteración de los mismos. Un recurso que acaba por convertir a Home en poco menos que en un álbum fotográfico de parajes exóticos. Una dirección que hubiera podido tornarse interesante mediante una apuesta arriesgada como prescindir de la voz narrativa y fiar el mensaje a un montaje más dinámico y arriesgado.
No obstante no cabe achacar enteramente la culpa a lo visual, ya que el guión sobre el que se sustenta la razón de ser del film es posiblemente la fuente de la poca capacidad de atracción que genera. No sólo nos hallamos ante una voz monocorde y ausente de pasión, sino que por momentos cae en una especie de didactismo pseudocientífico basado en citar largas batería de datos, palabras técnicas como manglares e intercalarlas con delirantes e innecesarios momentos de presunto lirismo poético cuyas metáforas podrían ser más producto de adolescentes con la vena romántica exacerbada que de guionistas profesionales. El error no está sólo en lo desafortunado de lo escrito sino en los presuntos cambios de tono en modo random que consiguen desconcertar y a la vez se muestran incapaces de mantener un mismo tono a lo largo de un metraje, porque no decirlo, excesivamente largo. (sigue en spoiler)
El producto que nos ocupa sería el perfecto ejemplo de lo mentado anteriormente, un dechado de buenas intenciones cuya misión de alertar conciencias es claro, pero que sin embargo adolece de aquello que podría haberlo alejado del mero documento de carácter informativo para convertirlo en una pieza documental de mayor interés, un ingrediente llamado talento.
A pesar de estar concebido con una estructura clásica (inicio, nudo, desenlace) que debiera facilitar el desarrollo de la exposición, el film nunca consigue encontrar el tempo adecuado, lastrado fundamentalmente por un deficiente arco narrativo donde hay una descompensación absoluta entre las partes narradas, y tambien por razones meramente estilísticas en lo cinematográfico.
Mediante el ya un tanto gastado recurso de la voz en off poética se suceden una serie de planos paisajísticos aéreos de impecable factura y que por momentos llegan a una belleza original mediante una abstracción estética que llega a recordar a ciertas imágenes vistas en la película Solaris de Tarkovsky. Sin embargo esto acaba por ser la excepción a la rutinaria concatenación de paisajes mediante travellings circulares que acaban por hastiar debido a la exasperante reiteración de los mismos. Un recurso que acaba por convertir a Home en poco menos que en un álbum fotográfico de parajes exóticos. Una dirección que hubiera podido tornarse interesante mediante una apuesta arriesgada como prescindir de la voz narrativa y fiar el mensaje a un montaje más dinámico y arriesgado.
No obstante no cabe achacar enteramente la culpa a lo visual, ya que el guión sobre el que se sustenta la razón de ser del film es posiblemente la fuente de la poca capacidad de atracción que genera. No sólo nos hallamos ante una voz monocorde y ausente de pasión, sino que por momentos cae en una especie de didactismo pseudocientífico basado en citar largas batería de datos, palabras técnicas como manglares e intercalarlas con delirantes e innecesarios momentos de presunto lirismo poético cuyas metáforas podrían ser más producto de adolescentes con la vena romántica exacerbada que de guionistas profesionales. El error no está sólo en lo desafortunado de lo escrito sino en los presuntos cambios de tono en modo random que consiguen desconcertar y a la vez se muestran incapaces de mantener un mismo tono a lo largo de un metraje, porque no decirlo, excesivamente largo. (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Este es (amén de otros errores ya convertidos en lugares comunes de los documentales ecologistas de buenas intenciones como la falta de rigor en los datos, la asunción de teorías como verdades absolutas y un cierto gusto por el sentimentalismo facilón) el mayor problema del film, su falta de capacidad de síntesis para transmitir el mensaje deseado. Un film que sumerge, durante la mayoría de la exposición, al espectador en un panorama negro y desesperanzador para resumir sus propuestas de cambio en unos escasos minutos donde se recitan, en forma de mantra poco original y resabido, una serie de soluciones que no aportan nada original por ya conocidas.
Precisamente por ello uno tiene la sensación al acabar su visionado de no haber asistido a nada nuevo y, precisamente por ello, con un escepticismo ante el mensaje que es justo el efecto contrario que pretendía conseguir el film. No deja de ser curioso que un film que pretende alertarnos sobre el suicidio colectivo que está cometiendo la humanidad no consiga ser capaz de elaborar un discurso sintético y efectivo, un discurso que en cambio resumía mejor un producto en las antípodas de este como era The Matrix, donde el agente Smith resumía en pocas palabras cual era el ser cuyo comportamiento era equiparable al de los humanos: un virus y que por tanto sólo tenía un destino, su aniquilación por un bien mayor. No se pretende pues que Home de soluciones tan extremas pero desde luego sí algo más que palabras bonitas y ecologismo light.
Precisamente por ello uno tiene la sensación al acabar su visionado de no haber asistido a nada nuevo y, precisamente por ello, con un escepticismo ante el mensaje que es justo el efecto contrario que pretendía conseguir el film. No deja de ser curioso que un film que pretende alertarnos sobre el suicidio colectivo que está cometiendo la humanidad no consiga ser capaz de elaborar un discurso sintético y efectivo, un discurso que en cambio resumía mejor un producto en las antípodas de este como era The Matrix, donde el agente Smith resumía en pocas palabras cual era el ser cuyo comportamiento era equiparable al de los humanos: un virus y que por tanto sólo tenía un destino, su aniquilación por un bien mayor. No se pretende pues que Home de soluciones tan extremas pero desde luego sí algo más que palabras bonitas y ecologismo light.