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67.866
Ciencia ficción
Finales del siglo XXI. Un grupo de científicos y exploradores emprende un viaje espacial de más de dos años en la nave Prometheus a un remoto planeta recién descubierto, donde su capacidad física y mental será puesta a prueba. El objetivo de la misión es encontrar respuesta al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra. (FILMAFFINITY)
3 de julio de 2012
452 de 538 usuarios han encontrado esta crítica útil
Él dirigió "Alien", no cabe duda. Y quien vea el extraordinario documental "The Beast Within: The Making of 'Alien'" verá que la película es realmente de Ridley Scott, en el sentido de que fue él quien terminó dando cuerpo y forma a la legendaria obra maestra. En el documental queda meridianamente claro que tanto el director inglés como el productor David Giler son conscientes de la calidad de la película y cuáles son los elementos que hacen que funcione tan endemoniadamente bien. Sin embargo, no era su proyecto; fue un director contratado. Aportó a la cinta todas sus capacidades pero no más. Sus dos siguientes películas, ya con el poder que le dio el éxito de "Alien", sí fueron carísimos y personales proyectos, "Blade Runner" y "Legend". Ambas fracasaron estrepitosamente. Viendo peligrar su continuidad como director mainstream de Hollywood, abandonó su enfoque autoral y se asimiló a la cadena de producción de porquerías comerciales. Solo rescato algunos pasajes de "Gladiator", que es muy mala, el nervio narrativo y la tensión de "Black Hawk derribado", el tercer acto de "Hannibal" y la digna "American Gangster". Y así llegamos a Prometheus tras pasar por el espanto de "Robin Hood".
A Scott siempre le ha fascinado “2001: Un odisea del espacio”. A mí solo lo hizo a mis 16 años. Prometheus fue anunciada por él mismo nada más y nada menos que como “2001 con esteroides”, para que quedara clara la magnitud del film que nos estaban preparando. "Dosmilunizar" o "Bladerunnerizar" el universo Alien NO es una buena idea. Pero, bueno, veamos qué ocurre.
Y la película llamada a jugar en la liga de "2001", "El planeta de los simios" y "Alien" es… Una mierda. No es ciencia ficción, es basura para las multisalas 3D de los centros comerciales. O son todos los responsables de la película muy, muy tontos, o nos han engañado de la forma más sinvergüenza, que como sabéis, es lo que ha pasado.
Alguien pensó que Damon Lindelof estaba cualificado para escribir ciencia ficción. No hay miedo, no hay tensión, no hay atmósfera, no hay desarrollo dramático, solo no-personajes estúpidos haciendo y diciendo cosas estúpidas en situaciones absurdas e inverosímiles, donde todas las preguntas se subrogan a las previsibles secuelas. Es un episodio piloto del autor de la colosal tomadura de pelo que es "Lost". De alquien que piensa que es "cool" amontonar enigmas "ad nauseum" y no explicar nunca ninguno.
Marc Streitenfeld compone una sorprendente e inquietante partitura muy sutilmente inspirada en la de Goldsmith y llamas a Harry Gregson-Williams para que escriba un tema feísimo y anticlimático que se hace el lamentable protagonista. ¿Hola?
Si muestras TODO lo relevante, visual y temáticamente, en los trailers, ¿qué te queda? Relleno que no son sino conversaciones para tontos.
Una estrella para la alucinante fotografía de Dariusz Wolski, y otra para el diseño de producción y los maravillosos efectos visuales.
A Scott siempre le ha fascinado “2001: Un odisea del espacio”. A mí solo lo hizo a mis 16 años. Prometheus fue anunciada por él mismo nada más y nada menos que como “2001 con esteroides”, para que quedara clara la magnitud del film que nos estaban preparando. "Dosmilunizar" o "Bladerunnerizar" el universo Alien NO es una buena idea. Pero, bueno, veamos qué ocurre.
Y la película llamada a jugar en la liga de "2001", "El planeta de los simios" y "Alien" es… Una mierda. No es ciencia ficción, es basura para las multisalas 3D de los centros comerciales. O son todos los responsables de la película muy, muy tontos, o nos han engañado de la forma más sinvergüenza, que como sabéis, es lo que ha pasado.
Alguien pensó que Damon Lindelof estaba cualificado para escribir ciencia ficción. No hay miedo, no hay tensión, no hay atmósfera, no hay desarrollo dramático, solo no-personajes estúpidos haciendo y diciendo cosas estúpidas en situaciones absurdas e inverosímiles, donde todas las preguntas se subrogan a las previsibles secuelas. Es un episodio piloto del autor de la colosal tomadura de pelo que es "Lost". De alquien que piensa que es "cool" amontonar enigmas "ad nauseum" y no explicar nunca ninguno.
Marc Streitenfeld compone una sorprendente e inquietante partitura muy sutilmente inspirada en la de Goldsmith y llamas a Harry Gregson-Williams para que escriba un tema feísimo y anticlimático que se hace el lamentable protagonista. ¿Hola?
Si muestras TODO lo relevante, visual y temáticamente, en los trailers, ¿qué te queda? Relleno que no son sino conversaciones para tontos.
Una estrella para la alucinante fotografía de Dariusz Wolski, y otra para el diseño de producción y los maravillosos efectos visuales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Qué estupidez utilizar la teoría de que los alienígenas nos crearon y nos han ido visitando a lo largo de los siglos. Iker Jiménez se va a poner muuuy contento. Yo, claro, estoy muuuy cabreado.
Qué estupidez que los míticos Space Jockeys sean humanos hipermusculados y calvos.
Qué estupidez que el androide lea los sueños.
Qué estupidez que los personajes no se conozcan al despertar. ¿No se vieron al embarcar? ¿No realizaron la preparación para semejante vuelo juntos? Te embarcas en el viaje del milenio y ¿no sabes a qué vas? Pero qué puñetero despropósito.
Llegan al planeta y bajan tan alegremente, así sin más, y lo hacen de tal forma que llegan a los templos así sin más. Y en lugar de esperar al día siguiente y de hacer los pertinentes reconocimientos y procedimientos se lanzan al templo tan alegremente como han entrado en la atmósfera extraterrestre, sin más, sin ningún fundamento ni protocolo, sin armas, ¿no temen ser atacados por desconocidos alienígenas? ¿Es que son idiotas? Ah, sí, es que lo son. El despropósito es tremendo. No hay sensación de viaje. De la cueva al espacio, pero además ya cerca del sistema planetario. Las tomas espaciales, excepto una, son las de los trailers, no hay más. Todo ocurre abruptamente. No hay ningún tipo de sentido narrativo. Todo metido con calzador en las dos horitas. Y la tijera que echa humo de los cortes que ha recibido el metraje.
Qué estupidez que no se siga ningún tipo de protocolo científico.
Qué estupidez que los elegidos para tan carísima misión sean todos idiotas.
Qué estupidez que dos idiotas se pierdan en el templo después de escanearlo en tres dimensiones.
Qué estupidez que uno de esos dos idiotas intente tocar a un alien con forma y comportamiento similar al de una cobra.
Qué estupidez que haya tripulantes que en ningún momento sepamos quiénes son y dónde terminan.
Qué vergüenza da ver la misma cabeza gigante con gente calva en "Dark City" de Alex Proyas.
Qué estupidez pensar que un científico sobrio se va a quitar el casco del traje en un ambiente potencialmente peligroso. Y claro, todos le siguen.
Te ves un gusano en el ojo y tu sigues como si nada. Ya se irá. Te haces una cesárea, te levantas y, venga, a pegar brincos y a correr. Vamos Ridley, vaya mierda de guión que has rodado.
Qué estupidez maquillar a Guy Pierce en lugar de utilizar un actor viejo. Maldito marketing.
Qué estupidez que nadie reaccione de una forma normal a los descubrimientos que realizan.
Qué final más feo, rápido y anticlimático.
Qué estupidez ... el ya mítico correr en la dirección en la que avanza el croissant gigante.
Qué estupidez que los míticos Space Jockeys sean humanos hipermusculados y calvos.
Qué estupidez que el androide lea los sueños.
Qué estupidez que los personajes no se conozcan al despertar. ¿No se vieron al embarcar? ¿No realizaron la preparación para semejante vuelo juntos? Te embarcas en el viaje del milenio y ¿no sabes a qué vas? Pero qué puñetero despropósito.
Llegan al planeta y bajan tan alegremente, así sin más, y lo hacen de tal forma que llegan a los templos así sin más. Y en lugar de esperar al día siguiente y de hacer los pertinentes reconocimientos y procedimientos se lanzan al templo tan alegremente como han entrado en la atmósfera extraterrestre, sin más, sin ningún fundamento ni protocolo, sin armas, ¿no temen ser atacados por desconocidos alienígenas? ¿Es que son idiotas? Ah, sí, es que lo son. El despropósito es tremendo. No hay sensación de viaje. De la cueva al espacio, pero además ya cerca del sistema planetario. Las tomas espaciales, excepto una, son las de los trailers, no hay más. Todo ocurre abruptamente. No hay ningún tipo de sentido narrativo. Todo metido con calzador en las dos horitas. Y la tijera que echa humo de los cortes que ha recibido el metraje.
Qué estupidez que no se siga ningún tipo de protocolo científico.
Qué estupidez que los elegidos para tan carísima misión sean todos idiotas.
Qué estupidez que dos idiotas se pierdan en el templo después de escanearlo en tres dimensiones.
Qué estupidez que uno de esos dos idiotas intente tocar a un alien con forma y comportamiento similar al de una cobra.
Qué estupidez que haya tripulantes que en ningún momento sepamos quiénes son y dónde terminan.
Qué vergüenza da ver la misma cabeza gigante con gente calva en "Dark City" de Alex Proyas.
Qué estupidez pensar que un científico sobrio se va a quitar el casco del traje en un ambiente potencialmente peligroso. Y claro, todos le siguen.
Te ves un gusano en el ojo y tu sigues como si nada. Ya se irá. Te haces una cesárea, te levantas y, venga, a pegar brincos y a correr. Vamos Ridley, vaya mierda de guión que has rodado.
Qué estupidez maquillar a Guy Pierce en lugar de utilizar un actor viejo. Maldito marketing.
Qué estupidez que nadie reaccione de una forma normal a los descubrimientos que realizan.
Qué final más feo, rápido y anticlimático.
Qué estupidez ... el ya mítico correr en la dirección en la que avanza el croissant gigante.