Estamos en un tiempo en el que las productoras, y más si son "majors" (grandes estudios), te bombardean con productos vacuos interpretados por actores atrayentes para conseguir que un determinado público vaya al cine y tan bien le deben de ir estas propuestas a este tipo de productoras que siguen y siguen facturando esa clase de películas. Que tuvieran en su reparto a actores principales como Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal me hacía pensar que podría ser un ejemplo perfecto para pasar de largo y no mirarla ni de reojo, pero de repente me comentan unos amigos, que no son muy dados a ver el cine más comercial, que tenía que verla, que estaba bastante bien, y así lo hice a pies puntillas.
Está localizada en algún lugar apartado dentro de los Estados Unidos, un sitio aparentemente residencial muy próximo a los bosques que te sumerge en un ambiente sombrío, triste, apagado, seguramente por el clima que ayuda a esa visión.
Me ha dejado un buen sabor de boca abordando un tema tan serio como doloroso, perturbador, tenso, mísero, vengativo, y las actuaciones, junto con la dirección, han ayudado a conseguir que el excesivo metraje, cerca de dos horas y media, se pasara bastante bien sin mirar el reloj para ver cuánto faltaba.
No he tenido la sensación de que jugara con sentimentalismos descarados para conseguir llegar al espectador, en ese sentido doy gracias ya que el tema no era muy complicado para que con un poco de pericia se pudieran obtener unas lagrimitas facilonas, y no lo ha hecho. Se palpa la empatía, es muy fácil identificarte con los personajes, con la mayor parte de ellos, y sentir su dolor, su tensión y curiosamente esa es una baza muy importante en la película.
Ha sido un trabajo notable en su conjunto que me ha tenido haciendo cábalas durante la película, queriendo enlazarlo todo y eso a mí me encanta porque me hace participar aunque en algunas ocasiones te engañes en tus deducciones.