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Voto de Alvaro Aguado:
8
6,5
35.627
Thriller. Acción. Drama
Año 1987. La ciudad de Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y ambicioso, aspira a ser inspector de policía, y entró en el cuerpo intentando respetar la ley. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expeditivo, contundente y arrogante. Junto con Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez) forman el Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo ... [+]
8 de abril de 2012
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1996 Danny Boyle y su guión Transpotting arrasaban metiéndose en la piel de unos yonkis. Tres años después Soderberg estrenaba la oscarizada TRAFFIC, dándonos a conocer la droga desde sus puntos de vista viscerales. Al año siguiente Aronofsky desafió la narrativa con Requiem por un Sueño, angustiando al espectador con su peculiar manera de utilizar el sonido con la veloz transición de las imágenes.
Este año, y 12 después de esta última, Alberto Rodríguez se corona por crear a base de un ritmo frenético pero contenido la que probablemente sea la película policiaca del año.
Y no ha sido en vano mencionar a las mejores películas contemporáneas sobre droga de la pasada década, como tampoco ha sido mencionarlas en esta crítica.
Espectadores que no suelan apostar por el cine español, haceos un favor e ir a ver esta peli, que no narra con balas de fogeo, sino que siente de personajes heridos con problemas internos, evolucionan de una manera crítica (y nada positiva) y que además, tienen alma.
La corrupción del individuo protector en su estado más puro, la desolación de un sistema que funcionaba a base de hostias en una ciudad hostiada por la "imagen" que en su momento se quería dar (mi querida Sevilla), y una tensión a base de inteligentísimas secuencias de acción interpretadas con maestría por su elenco de actores que ahora mismo deberían de estar orgullosos mientras gritan en silencio:
"SOMOS EL GRUPO 7, y aquí NO VENDE DROGA NI DIOS!"
Este año, y 12 después de esta última, Alberto Rodríguez se corona por crear a base de un ritmo frenético pero contenido la que probablemente sea la película policiaca del año.
Y no ha sido en vano mencionar a las mejores películas contemporáneas sobre droga de la pasada década, como tampoco ha sido mencionarlas en esta crítica.
Espectadores que no suelan apostar por el cine español, haceos un favor e ir a ver esta peli, que no narra con balas de fogeo, sino que siente de personajes heridos con problemas internos, evolucionan de una manera crítica (y nada positiva) y que además, tienen alma.
La corrupción del individuo protector en su estado más puro, la desolación de un sistema que funcionaba a base de hostias en una ciudad hostiada por la "imagen" que en su momento se quería dar (mi querida Sevilla), y una tensión a base de inteligentísimas secuencias de acción interpretadas con maestría por su elenco de actores que ahora mismo deberían de estar orgullosos mientras gritan en silencio:
"SOMOS EL GRUPO 7, y aquí NO VENDE DROGA NI DIOS!"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La evolución de los personajes de Mario Casas y Antonio de la Torre, y la propia evolución de su relación como compañeros de trabajo, debería de estudiarse en los talleres de guión. Rodriguez contempla un intercambio de roles con planos sugerentes que hablan por sí solos, como el del final (el espejo donde se ven reflejados en el bar), y el anillo que no tiene, a pesar de vacilar de una vida familiar próspera. Es un final fino, firme y muy elegante, a su vez intrigante debido a su incertidumbre sobre "lo que va a pasar".
Se podría decir que la trama en sí no es un grupo de gatos persiguiendo a un ratón (inmenso Alfonso Sánchez) a la sencillez de "Tom y Jerry". Los gatos tienen sus inquietudes y sus traumas viviendo en paralelo con una angustia descomunal mientras cada uno de ellos se perfila con la premisa final de... ¿Por qué hacemos esto? ¿De verdad nos creíamos capaces de acabar con la Droga en su totalidad? y... ¿SIN CONSECUENCIAS?
Las consecuencias son el reflejo de una sociedad que sigue exactamente con las mismas reglas de siempre, favoreciendo los intereses de una minoría y aplastando a la gran mayoría
Se podría decir que la trama en sí no es un grupo de gatos persiguiendo a un ratón (inmenso Alfonso Sánchez) a la sencillez de "Tom y Jerry". Los gatos tienen sus inquietudes y sus traumas viviendo en paralelo con una angustia descomunal mientras cada uno de ellos se perfila con la premisa final de... ¿Por qué hacemos esto? ¿De verdad nos creíamos capaces de acabar con la Droga en su totalidad? y... ¿SIN CONSECUENCIAS?
Las consecuencias son el reflejo de una sociedad que sigue exactamente con las mismas reglas de siempre, favoreciendo los intereses de una minoría y aplastando a la gran mayoría