Vale. La película no es extremadamente profunda ni relevante, pero tiene cualidades a considerar:

Carice Van Houten está notable. Paul sigue siendo un zorro eligiendo actrices.

El ritmo del film es imparable: las más de dos horas que dura se pasan volando.

Es entretenido y no carece de escenas de acción.

Tiene ramalazos del Verhoeven más viejo verde (esa escena del teñido púbico), escatológico (esa "ducha fecal") y hasta anticlerical (ese personaje que asesina a alguien al oírle blasfemar).

Y encima se atreve a mostrar a un personaje nazi positivo y humano.

A mí me vale de momento. Imagino que Verhoeven se ha cubierto las espaldas comercialmente con este film en su país y que pornto intentará empresas más radicales. Esperen y verán.