La mayoría de los grandes géneros de antaño (cine negro, western, pelum) están muertos, así que volver a revivirlos (como es el caso que nos ocupa) suele ser más un ejercicio de autoconsciente y mimética modernidad que otra cosa.

A veces la cosa sale bien (verbigracia: "L.A. Confidential") y otras veces sale mal, como en "La dalia negra".

Y es que todo en el filme de De Palma huele a impostura: ese forzado uso del tabaquismo, las poses de femme fatale de la Swank o la Johansson, la BSO, la aburrida y molesta voz en off de Hartnett, los previsibles speeches explicativos de ciertos personajes interrogados que hacen (supuestamente) avanzar la trama, los esperados amoríos de los protagonistas, ciertas cucamonas visuales de Brian (anda que la escena en casa de Swank copiando a "La dama del lago" tiene narices)...

En resumen: un filme frío, cansino y postmoderno en el mal sentido.

Lo mejor: Las grabaciones en B/N de la chica asesinada.

Lo peor: El clímax, altamente ridículo.