Tenía esperanzas de pasar un buen rato, pero he quedado decepcionado. Para más inri, he sufrido una proyección con formato de pantalla incorrecto que hacía visible el micro escena sí y escena no.

Primero, lo bueno:

Javier Cámara. El chico es gracioso y hace que los diálogos suenen reales.

Ciertos gags recurrentes usados con habilidad.

La naturalidad de los diálogos. Aunque están llenos de palabras malsonantes

Y ahora, lo malo:

El tono de la historia es extraño. ¿Comedia o drama? El director no se decide.

El personaje de Malena Alterio. Marciano, de verdad. Durante toda la proyección estuve esperando a que se revelara que era una alucinación de Cámara.

El personaje del ¿indigente? parece ser la mano de Dios (el guionista) actuando. Solamente hay que ver el momento en el que aparece con la madera.

Hay cabos sueltos que no se cierran o no se debían habeer abierto. ¿Qué pasa con la esposa del personaje interpretado por Gonzalo de Castro?

Los personajes cambian, pero lo hacen radicalmente y de manera abrupta. No resulta muy creíble. Verbigracia: el padre de Kundo.

El final es tibio y... ¿feliz?

En resumen: el guión tiene aspecto de no haber sido revisado lo suficiente. La construcción de la historia tiene errores que debían de haber sido subsanados. Muchos instantes del film pecan de aleatorios. Como si la historia no se hubiera pensado lo suficiente.