Partiendo de que una propuesta como la que nos ocupa no es algo nuevo -aunque comprensiblemente atrae a cualquier cineasta con ganas de poner a prueba su capacidad de narrador sometiéndolo a estrictos límites-, el film de Boyle no está en teoría exento de interés. Al fin y al cabo, Boyle es un tipo con ojo visual considerable y la historia real en que se basa de partida parece agobiante e incluso prometedora.

Pero... ay. Al igual que en ""Hacia rutas salvajes", hay cierta moraleja inmediata que no le permite a uno tanto apenarse por el héroe. Al fin y al cabo, su búsqueda del riesgo, juvenil y un tanto descuidada le lleva a estar como está. Era solamente cuestión de tiempo (punto temático que el film de Boyle toca de manera directa creando una suerte de arco dramático).

Por otro lado, la dureza agobiante de los hechos reales -que no dan para un largometraje- se atenúa con escapismos narrativos a menudo innecesarios, que engordan un metraje bastante exiguo de partida.

¿Es mucho de lo que se cuenta REAL? Seguramente. Pero creo que Aristóteles dijo que el trabajo del poeta no era transmitir los hechos como un historiador.Algo que sí sucede aquí.

Vamos, que el argumento de "127 horas" daría para un documental de interés, pero no para un largo comercial que entro dentro de unos estándares actuales.

Por mucho que Boyle trate de dinamizarlo con música, montaje y cámara.

Aunque la amputación -no, esto NO es spoiler- está desagradablemente lograda.