Menos mal que aún sigue Tom Cruise dando caña, porque el blockbuster actual está en cuesta abajo.

Como aquí -- ¿qué decir? Hay ideas sueltas con potencial - como un mundo que podría ser una suerte de Cadillac And dinosaurs, pero nadie al volante. Carajo - el tal Trevorrow no tiene verdadero talento ni ideas. Y sus coguionistas son mecanicistas en la escritura - MacGuffin de dino aquí, otro de ADN por allí, otro humano por allá - y acaba todo convertido en un corre-corre-que-te-pillo con legacy characters de por medio (como el condenado y sensual Goldblum), mezclados por un número de secundarios EXCESIVO (algunos dignos de la villanía que verías en las actuales secuelas de Jumanji, amigos). Y al final -- pues es lo de siempre.

Been there, donde that. Y dura casi dos horas y media, copón.

Y todo por-- langostas, amigos.

En fin. Donde no hay, no se puede rascar. No importa la excelencia y no se quiere o puede contar NADA.

Así que Tom -- no desfallezcas. La teoría del caos se ha hecho con el cine comercial yanqui y el parque de ocio que es Hollywood está fuera de control.