Sí, amigos. De vez en cuando, Hollywood, sobre todo el de la era el High Concept, se pega calamonazos considerables. Desde un John Carter, pasando por un Hudson Hawk--

--hasta el largo que nos ocupa.

Y es que da igual que Lucas esté implicado, que la fuente del material sea de Marvel Cómics, que ILM haga los FX y que haya gente que curró en películas de Indy o Luke Skywalker. Tampoco salva el material un jovenzuelo Tim Robbins o Lea Thompson -que parecía especializada en personajes con tendencias amorosas rarunas (entre el incesto McFlyesco y el bestialismo de aquí hay tela)-.

Y es que, si una película epitomiza la fórmula de éxito del momento mal entendida es esta: Jeffrey Jones comportándose cual Maestro de las Llaves, una deadline tipo Fin del Mundo, una protagonista cantante de pop -puro rollo Jem and the Holograms-, polis patosos...

Un desastrillo salao pero vergonzante. Película hija de su época, tronchantemente coyuntural y bastante fallida.

El primer fallo serio de Lucas. Luego intentaría enmendarle la plana a Tolkien...