Hay que jorobarse con que la novela sexy favorita de las MILFS recientes sea esto: una chufa que surgió como fanfiction de Twilight y se puso en palabras usando un BlackBerry. Pero vaya -- qué significativo resulta que en una era de mujeres empoderadas el sueño erótico de un montón de maduras faltas de sexo (y otras lectoras -- porque lectores, si los hay -- resultan una puñetera improbabilidad estadística) sea una condenada fantasía de dominación.

A manos de un rico y guapo millonario que toca el piano, pilota aeronaves varias y pone dinero para causas encomiables de las que mejoran el mundo. ´nuff said.

Pero vaya -- vaya, VAYA. O sea -- entre que el tal Grey es un tío tan tóxico como dañino (un stalker creepy que gusta del BDSM durillo) y la sosa soñadora de la que se queda colgado es una insulsa del carajo (clara fantasía femenina en la que una flor cerrada sobre sí misma se abre con el hombre adecuado que ve en ella la luz que los demás no ven), tira millas -- en cuanto al sexo, es tan limpio, ingenuote y rodado con manual que le hace a uno sonreír todo el rato. En cuanto a los diálogos - tela marinera. Pero claro - luego se entera uno de que la pobre guionista del largo intentó (no la dejaron) pulir semejante mierda puesta en papel por una tipa con la agudeza y clase de un diente de oro choni. Se las trae.

Moraleja -- Hollywood trata a hombres y mujeres como idiotas. En cuanto al mensaje del largo - puedes ser casi un psycho de cuidado si eres un guaperas con billetera enorme al que una chica puede salvar, mejor ni hablar. Claro que el tema del consentimiento, en la era del METOO, es clave. Eso no olvidarlo.

Vaya toalla.